Insulin by Mink (NamGi)

28. ¿Acaso no era así de generosa la vida?

El tiempo había transcurrido como espuma. Los días se acortaban, las semanas iniciaban y terminaban en un parpadeo y las entrevistas iban en aumento. En poco más de un mes desde que reanudaron sus actividades, habían ido a al menos un par de entrevistas a la semana, ya tenían fecha para un nuevo show, esta vez en Busan y lo próximo en la mira de YoonGi sería quizás expandirse un poco y probar aguas en Osaka o Tokyo.

Sí, sabía que era arriesgarse demasiado. Estaban ganando algo de dinero con las entrevistas e Insulin seguía aumentando sus ventas. Incluso estaban trabajando en el nuevo álbum y quizás podrían lanzarlo dentro de poco... la vida les estaba sonriendo  una vez más.

La convivencia con NamJoon también estaba yendo cada vez mejor. Lo positivo de tener una relación con el chico era que ambos ya se conocían, que habían visto las cosas negativas de cada uno y habían estado ahí para ayudarse uno al otro. Aunque nunca hubiera pensado que él tenía una oportunidad con NamJoon, ahora lo aceptaba y amaba el hecho de poder tener a Nam más que como un amigo... sin que eso signifique perder esa válida calidad de amigo en sí.

Hubo un tiempo en que pensó que las cosas iban a estropearse. Las primeras dos semanas de "relación" - porque estaban en una relación, aunque oficialmente no se habían dicho nada- estaba aún ansioso con la idea de que volvería a casa un día y se encontraría con que  NamJoon estaba con Jin de nuevo.

Sinceramente, no se creía capaz de poder pasar por eso otra vez  y aunque sabía que no era sano, que esos pensamientos solo le hacían daño, aún a veces no podía evitar pensar que alguien rompería la burbuja de paz y tranquilidad que habían estado viviendo.

Había pasado mes y medio desde que él y Nam estaban juntos y hasta el momento, no había habido problema alguno.

Se apoyaban, se entendían, se deseaban y se querían y eso era todo lo que importaba. También notó que se había vuelto un poco - demasiado - sentimental con todos los acontecimientos recientes. Se permitió ser un poco más abierto con sus sentimientos y más sincero consigo mismo y aunque aún existían situaciones que no podía arreglar, aunque aún habían miedos que nunca iban a dejarlo, estaba empezando a conocerse mejor y a aceptarse un poco más.

NamJoon lo estaba ayudando mucho con eso.

- ¿De verdad crees que esta camisa no va con estos zapatos? - preguntó Nam por enésima vez. La camisa era semi-formal y los zapatos eran unas Jordan blancas con  bordes rojizos. No, definitivamente no dejaría que ese hombre saliera así a la calle.

- Por centésima vez, no voy a dejar que me vean contigo vestido de esa forma. O te decides por la jodida camisa o por los putos zapatos, lo que sea, se nos está haciendo tarde - dijo apurado.

Ellos se estaban arreglando para ir a ver una película al cine. Habían ido solo un par de veces en todo el tiempo en que se habían conocido y NamJoon había dicho que ya que estaban pasándose el chicle - sí, así lo había descrito y YoonGi quiso golpearlo por ser tan infantil - deberían ir a alguna cita "formal".

Primero sugirió ir a una cena romántica y luego a un motel, el descarado tuvo la osadía de decir  que incluso él pagaría por todo. Por supuesto que YoonGi le dio un manotazo de aquellos que dejan una  marca rojiza en la piel  y le dijo que si no quería que le retorciera las pelotas en el mal sentido,  era mejor que dejara de insinuar que YoonGi iba a sentarse de lo más campante y esperar que él se hiciera cargo de algo como eso.

Y es que ese era otro tema. Ya hasta había perdido la cuenta de las veces en las que se habían tocado, ya sea masturbándose uno al otro,  frotándose o incluso poniendo su boca en uso sobre la piel del otro, pero nunca habían ido más allá de eso. YoonGi deseaba poder ser más abierto y sincero con este tema en específico.