Our Child
Capítulo Nueve: Reconciliación
Erik tenía a Charles presente en todo momento y no podía superar su partida. Pero a lo largo de los años dio lo mejor de sí para mantenerse entero y jovial y que David no sintiera tanto el peso de la pérdida. Se ganó el respeto de los mutantes que lo habían visto antes con recelo y resentían lo que le había hecho al telépata, ellos ahora admiraban su fortaleza y lo entregado que era hacia su hijo.
Sin embargo, Erik compensaba la ausencia de Charles con las alegrías diarias que le brindaba David con su sola presencia, y tuvo la dicha de ser feliz.
En la mañana del onceavo cumpleaños de su hijo, fueron a la pastelería favorita y después pasaron por la florería a comprar un ramillete de tulipanes amarillos para llevar al cementerio. Desde que Erik se mudara a Westchester, a partir del cuarto cumpleaños, realizaban esta actividad los dos juntos mientras el resto de los mutantes quedaba en la mansión con los preparativos. Era un momento especial para pasar en familia y hacer a Charles compartir con ellos allí donde estuviera. Llegaron hasta el imponente mausoleo de cúpula redonda en el corazón del cementerio y David depositó el ramillete frente a la puerta blanca cerrada. Dos ángeles renacentistas custodiaban la entrada. De pequeño, a David lo fascinaban cada vez que iba y ahora solo los observaba recordando el impacto que habían tenido en su temprana niñez.
Erik lo esperaba a una distancia prudente. Su hijo dejó las flores y regresó a su lado. Permanecieron un instante en silencio y, luego, Erik le palmeó el hombro y le preguntó si quería regresar a la casa.
David lo miró serio.
-Lo extrañas demasiado, puedo sentirlo.
Su padre se mordió el labio. Desde que llegaran no había hecho más que concentrarse para no transmitirle esa sensación pero era evidente.
El niño continuó.
-No hace falta que lo escondas, papá. Aunque trates de hacerlo, yo te siento aquí – se tocó la frente -, y aquí – se tocó el corazón.
Erik sonrió para aliviarlo pero era una sonrisa triste.
-No puedo estar deprimido todo el tiempo, hijo.
-¿Por qué no si lo extrañas?
Erik se refregó los ojos antes de que se le humedecieran.
-Porque no es lo que él hubiera querido.
David lo tomó de la mano afectuosamente.
-Lo que él no hubiera querido es que te culparas como lo haces todo el tiempo.
En medio del dolor, su padre quedó de una pieza. Iba a replicarle que no pero el niño había dicho la verdad y, además, podía leerlo. De nada valía ocultarla.
-¿Por qué te culpas? – insistió David. Era una duda que lo perseguía -. ¿Qué pasó exactamente esa vez? Sé que tuvo un accidente mientras estaba conectado a esa máquina, Cerebro, que Hank me impide conocer, pero no sé qué ocurrió.
Erik volteó hacia el mausoleo. Allí yacían los restos de Charles pero su esencia estaba en otra parte. No necesitaba que platicaran en el cementerio.
-Voy a contarte la verdad, David – prometió -. Pero no aquí. Volvamos a la casa.
Tomados de la mano, regresaron al coche y Magneto condujo hasta Westchester. Al llegar el almuerzo no estaba preparado todavía y Erik llevó al niño hasta el despacho del telépata, que se mantenía igual, solo su retrato había sido removido del escritorio para que David lo conservara en su mesa de noche. Se sentaron juntos en el sofá y Erik le dio unas palmadas cariñosas en la pierna antes de empezar. Buscó las palabras adecuadas pero no le surgían, solo el término culpable una y otra vez. David había aprendido a no meterse en la cabeza de los demás por respeto pero se dio cuenta de que necesitaba hacerlo esta vez. Su padre no estaba en condiciones de contárselo y era una angustia que carcomía a Erik y él necesitaba conocerla para entenderlo. Cerró los ojos y se concentró. Vio fragmentos de la discusión que sus padres habían mantenido y le llegaron las sensaciones de desesperación de Charles y de furia de Magneto. David vio por primera vez a Charles a través de su otro padre, observó sus facciones y notó que eran iguales a las de las fotografías que le habían enseñado. Quiso enfocarse en su voz para conocerlo pero justo Erik cortó la discusión y se marchó por los aires, ¿podía volar? ¡Wow! Eso era fascinante. ¡Su padre tenía el mejor poder del mundo y él acababa de descubrirlo! Pero sacudió la cabeza para seguir enfocado en lo que le interesaba.
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Our Child (Cherik y Wolversilver)
FanfictionCharles Xavier había muerto al dar a luz y Erik Lehnsherr sabía que era su culpa. Tres años después, lleno de remordimiento, regresará para conocer a su hijo y formar un vínculo con él más allá del dolor que todavía lo carcome. Un relato dramático y...