Recuerdo

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Our Child

Este capítulo tiene mucha azúcar y adoré escribirlo.

Capítulo Siete: Recuerdo

Erik recordó cuando se conocieron él y Charles en el océano, fue amor a primera vista. Después de un breve pero intenso romance se separaron en Cuba para reencontrarse una década más tarde en el Pentágono. Luego del incidente en la Casa Blanca, Erik regresaba por temporadas a Westchester para estar junto a Charles. Cuando el telépata le avisó que estaba esperando un hijo, ya Erik no se marchó más hasta, bueno, la dolorosa tragedia.

Ahora que un expectante David aguardaba su respuesta, decidió resumir todo su romance en la palabra que mejor lo definía: amor.

-Tu papi y yo estábamos enamorados – comenzó y al ver que el niño frunció el ceño, quiso cerciorarse -. ¿Sabes lo que es estar enamorado?

-No.

Erik sonrió.

-Significa que él y yo nos amábamos mucho, demasiado, y éramos felices estando juntos. No hubo persona en el mundo a la que haya amado como a él, quise a mis padres y aun los quiero y extraño pero Charles lo fue todo para mí. Lo sé porque pude sentir que el sentía lo mismo por mí. Por eso éramos tan felices estando juntos, éramos felices porque nos amábamos.

David apretó el retrato contra su pecho. Nadie le había contado antes que su papi Charles había sido así de feliz.

-¿Cómo llegué yo? – preguntó el pequeño ansioso. Si habían sido tan felices, dónde estaba él cuando lo disfrutaban.

-Aguarda que ya llegaré a eso – lo calmó su padre -. Yo no podía quedarme mucho tiempo aquí, permanecía unas semanas y me iba para volver pronto. En uno de esos regresos, él me contó que venías en camino.

-¿Cómo supo? – reclamó David nervioso.

Erik suspiró, no porque el reclamo le pareciera molesto sino porque recordar esa época lo llenaba de nostalgia.

-Porque al igual que lo haces tú, él podía sentir a las personas y te sintió en su interior – abrevió y era la verdad porque Charles había percibido la presencia mental de David dentro de su vientre, pero también había sufrido los síntomas naturales de un embarazo como mareos, malestares y se hizo un estudio en el laboratorio que finalmente lo confirmó.

-¿Aquí? – preguntó el niño, tocándose el corazón.

-No – corrigió su padre con suavidad -. Aquí – le tocó la frente -. Y aquí – le palpó la barriguita.

David se llevó el dedo a la boca mientras reflexionaba.

Erik continuó.

-Él estaba muy contento de que vinieras y cuando me lo contó, yo me sentí igual. Nos entusiasmamos contigo aun sin conocerte y fuiste muy esperado. Juntos te preparamos con amor la habitación donde duermes ahora. Charles se cuidó para que llegaras sano y yo los cuidé a él y a ti.

-¿Cómo nos cuibabas? – quiso saber el niño.

-De la forma en que te cuido hoy a ti – contestó Erik y le quitó un mechón de la frente a modo de caricia -. Me mantenía a su lado, me fijaba que estuvieran bien tú y él, lo atendía y lo mimaba mucho, mucho. Lo abrazaba, lo llenaba de besos a él y a ti en su barriga – rio y David rio con él -. Íbamos juntos a ver a los médicos para saber que estabas sano.

-¿Yo taba sano?

Su padre asintió.

David acarició el rostro de Charles en el retrato.

Our Child (Cherik y  Wolversilver)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora