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-¿Perdiste a tu madre? -pregunto en un tono sutil,tratando de no sonar tosco. El más alto asintió y el rubio tomo su cara entre sus manos,haciendo que lo mirará a los ojos,quito unos cuantos cabellos del rostro ajeno y beso su frente- Ella te amaba,y sé que donde quiera que esté lo sigue haciendo. A veces algunas cosas están destinadas a pasar, Nicolás.

-Pero eso no, él la mato. Así no se suponía que debían ser las cosas. -sollozo- Y yo no debí de ignorar su llanto cuando llegue a casa. No debí,pero lo hice,y no sabes cómo me arrepiento ahora. -cerro los ojos al sentir las caricias del rubiesito frente a él,en su cabeza-

-No es tu culpa, Nicolás,entiende. Algo pudo haberte pasado. Y hay algunas cosas que suceden que no podemos evitar que pasen. Las cosas pudieron haber sido peores. Pudiste salir herido al tratar de defenderla,o peor aún,te pudo haber matado a ti. -lo apego a si mismo,y el azabache no dudó en abrazar el pequeño cuerpo contra él y sentir ese calor humano que hace tanto ya no sentía- Y quiero que sepas,que a pesar de todo,las cosas ya pasaron,tienes que seguir con tu vida. Sé que aún duele,pero ya no estás solo. Estoy aquí para ti,me quedaré a tu lado si así tú lo quieres. No te dejaré si tú no me lo pides. -hablo sin dejar de acariciar los cabellos de su acompañante. Pronto sintió como el más alto se aferraba más a él y lloraba más- Desahogate. Esta bien,puedes llorar todo lo que quieras,no voy a juzgarte, Nicolás. Puedes confiar en mí

Luego de que el más alto se calmará un poco,ambos emprendieron camino a la casa del azabache en silencio,pero,con una pequeña diferencia. Tal parecía que el más alto no quería soltar la mano del chico bajito que lo acompañaba.
Sam en más de una ocasión quiso soltarle la mano,pues hacía frío y quería meter la mano en su chaqueta,pero el pelinegro siempre tomaba su mano más fuerte. Luego de un rato, pareció darse cuenta del frío del pequeño rubiesito, así que metió ambas manos en el bolsillo de su chaqueta,una vez ahí,comenzó a dar suaves masajes en el dorso de la pequeña mano entre las suyas.

Cuando llegaron por fin a la gran casa del mayor,este la abrió y prendió solo las luces del pasillo.
Arrastró el pequeño cuerpo que lo acompañaba escaleras arriba y se metió en su habitación.
Ahí fue cuando el más bajo pudo observar la gran personalidad del mayor.
La habitación estaba repleta de estantes llenos de libros,algunos trofeos de varios deportes y solo más libros.
Un escritorio de color negro con más libros sobre él,un computador,una lapicera llena de colores y lápices.
En las paredes estaba puestas algunas fotografías enmarcadas demasiado grandes.
También pudo observar como había muchos dibujos hechos solo con lápiz o carbón pegados cerca de la cama.
Vio una mesita de noche donde habitaba un lámpara sobre está.
La cama estaba bien arreglada,las almohadas de color blanco,con las sábanas de color negro.
Todo en aquella habitación era de colores neutros. Y eso no lo sorprendió tanto como cuando observó que uno de los dibujos pegados a la pared era de él.

Observó cómo el otro chico en la había se despojaba de su chaqueta y abría una puerta,de lo que suponía,era el armario. Entro en él y luego salió con ropa y una toalla en mano.

-Me daré una ducha,sude mucho y necesito bajarme lo poco que me queda de la borrachera. -y así se metió a otra puerta,luego de unos segundos se escuchó la regadera ser abierta y el agua caer. El lindo y pequeño rubio suspiró y mordió su labio,del otro lado de la puerta estaba ese chico sexy que tanto lo había hecho suspirar, bañándose. Desnudo.-

Después de unos minutos por la puerta en la que anteriormente había entrado el azabache,el mismo salía,con su pijama puesta y secando su alocado cabello,tan negro como la noche. Su pijama consistía en una camiseta blanca y un Pans de color gris.

-Puedes tomar una ducha si deseas -dijo sin dejar de secar su cabello- Mañana no tenemos clases, así que,mi pregunta ahora es...¿A qué hora vas a irte? No te pregunto por correrte,pero yo salgo a caminar a las seis de la mañana y regreso hasta las ocho. No sé si eres de esos que se despierta muy temprano en la mañana,sino antes de irme,puedo dejarte el desayuno listo. O,en dado caso que despiertes tarde,podemos salir a desayunar cuando regrese. Cómo prefieras. -se apoyo en el escritorio y miro al rubio sentado sobre su cama-

One Strange Boy For MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora