Las cosas habían mejorado, realmente poco, pero lo había hecho. Cosa que había hecho calmarse un poco a Nicolás.
No todo se había calmado del todo, puesto que Sam no se acercaba del todo completo con Nicolás y esas enormes ojeras debajo de sus ojos eran la prueba de que tampoco había estado durmiendo bien. Con el azabache era casi lo mismo,ojeras y puños rojos,producto de sus constantes ataques de pánico al pensar que el pequeño chico de cabellos dorados podría estar considerando dejarlo. El pánico lo carcomía vivo,haciendóle cada vez más díficil el dormir y controlarse.El de mejillas regordetas estaba en su habitación,acostado,mirando el azulado tono oscuro que decoraba su techo con pequeñas estrellas artificiales de decoración para sus malos ratos. Su mente no paraba de pensar en su "mejor amigo". Estaba preocupado,demasiado. Nicolás últimamente había estado llegando con muchas heridas en sus brazos y está casi seguro que hay más golpes llenando su cuerpo. Sam ya sabe sobre los ataques que le llegan a dar a su gran primer amor,a escondidas de todos,pero esa era la verdad, estaba enamorado. Estaba enamorado de Nicolás. Para él,todo tenía que ver con Nicolás. Todo era Nicolás y su sonrisa. Nicolás y su risa. Nicolás y su cabello. Nicolás y la manera inocente con la que preguntaba gestos o hábitos de las personas. Nicolás y su inteligencia. Nicolás y su forma fría de ser con todos,menos con él. Nicolás y su extraña pero hermosa forma de querer ser gracioso. Nicolás y su sarcasmo. Nicolás y su forma de ser tan extraña y de piedra,pero al mismo tiempo tan dulce y cálida. Estaba tan perdidamente enamorado desde el principio y no se había dado cuenta hasta ahora.
Con el mayor en mente,tomo su télefono celular y llamo al dueño de sus lágrimas y preocupaciones,quien después del tercer tono,contesto.
-¿Pasó algo,Sam? -su tono de voz se escuchaba agitada-
-¿Estás ocupado? Si es así,no te preocupes. -respondió y se mordió el labio-
-No,esta bien,dime,¿qué pasa? -contesto rápidamente- Solo estaba terminando mi entrenamiento cuando oí tu tono de llamada.
-Bueno,estaba pensando....sé que a ti no te gusta nada de esto y lo entiendo,pero seria bueno que al menos lo intentarás,aparte de que casi no hemos pasado tiempo juntos. Entonceeeees..... Jamie me intivo a una fiesta,nos invito a la fiesta de Fredd de la clase de ciencias bioquímicas,una clase que comparte con ella,él le dijo que po... -fue interrumpido por el chico al otro lado de la línea-
-No voy a ir. Tu mismo lo acabas de decir,no me gusta. No me siento cómodo. Espero que entiendas,Sam. -hablo de manera calmada y un poco cansada- Pero si quieres,podemos salir al cine o hacer maratón de series en mi casa.
-Nicolás,es que en serio quiero ir a esa fiesta. Ya tiene mucho que no voy a una. -mencionó dando vueltas por su cama- ¿Podrías hacer una excepción,solo esta vez?
-Sam.... -se escuchó un suspiro del otro lado de la línea - Esta bien,pero solo un rato y me largo. Sin pretextos Sam,un rato y me voy. -demando y el pequeño rubio hizo una rabieta alborotando las sábanas-
-Esta bien,pero al menos tomarás algo de alcohol,y no puedes negarte -el azabache bufó e hizo un sonidito de afirmación- Gracias guapo,te quiero listo a las ocho y media,cariñito. Pasaré por ti a esa hora para irnos a la fiesta. -y con eso colgo-
A las ocho y media en punto Sam tocó el timbre de la casa de Nicolás.
El mayor bajó corriendo las escaleras para abrirle la puerta a su mejor y único amigo,grande fue su sorpresa al terminar de bajar las escaleras y aquel chico bajito de cabellos dorados ya estaba dentro de la casa, esperandólo.
Lo miró con una ceja arriba y el contrario solo le sonrío de vuelta. Ambos se escanearon de arriba hasta abajo inconcientemente.
El azabache estaba usando unos jeans negros rasgados del muslo,unos converse negros, una camisa de botones color azul marino con puntos blancos, su cabello iba peinado de manera rebelde hacía ariba como todo el tiempo, en su cuello colgaba una cadenita que Sam le había egalado tiempo atrás y en sus manos eran visibles una pulsera de plata y unos cuantos anillos. Sam creyó que estaba babeando,así que con las mejillas encendidas volteo a ver a otra parte.
Mientras tanto el más alto lo miraba con un brillo en sus ojos. Su mejor amigo estaba usando unos jeans azul claro,una camisa polo color rojo sangre,algo suelta de dejaba al descubierto sus clavículas, encima de esto cargaba una chaqueta que le pertenecía a él de cuero negra, su muñeca era adornada por una pulserita de hilo negro y sus labios estabn ligeramente húmedos,producto del bálsamo labial de suele usar su pequeño amigo.-¿Listo grandulón? -preguntó sacandoló de su revisión visual-
-Claro,vamos enano -contestó pasando su brazo por los hombros del otro y empujandolo a la salida- Pero recuerda que solo será un rato y me largo de ahí.
-Si,si,si,ya entendí. Y dejá de decirme enano,ya te he dicho mil veces que es que tu eres muy alto -puchereó y su acompañante soltó una risita-
-Si,claro. -el sarcasmo adornaba su voz- ¿Cuánto mides? ¿uno caurenta? -y está vez si rió algo fuerte,haciendo sonrojar al contrario por enojo y pena al pensar que la risa del azabache era hermosa- Ya,no te enojes.
-Mejor ya vámonos,¿quieres? -preguntó con una mueca adornando su aniñado y tierno rostro-
-Oh,vamos Sam,¿te enojaste? -su tono de voz fue de diversión a preocupado- Oye,lo siento. No quise molestarte -paró de caminar,se puso enfrente del rubio y lo tomó de los hombros para mirarse a los ojos-
-No estoy enojado tontito. Ahora sigue caminando.
Habían llegado a la fiesta y todoa estaban bailando,bebiendo, inhalando sustancias desconocidas, vomitando por algunas partes, fumando, besandose y otros casi teniendo sexo frente a casi media fiesta.
Una pequeña mano tomó una más grande y venosa para guiarlo entre el montón de gente que se encontraba ahí. Lo llevó entre medio de toda esa gente hasta llegar a la barra,donde se encontraban al parecer varios conocidos del rubiesito. Todos lo saludaron con entusismo y una sonrisa que enseguida borraban al ver detrás del rubio y encontarse con aquel alto e intimidante muchacho que al parecer acompañaba su amigo. El azabache se encontraba serio y mirando con recelo a todo aquel que se acercará a su tierno acompañante. Al parecer el rubiesito se dió cuenta de la mirada de todos detrás de él y fue que al fin volteó con una sonrisa y jaló al más alto a su lado. Para presentarlo con aquellos que no conocía el azabache,pero claramente aquellos si conocían a Nicolás.
Después de lo que al parecer fueron treinta minutos el azabache ya estaba un poco (mucho) ebrio,pues al aburrirseun poco y ver al rubio tan feliz con sus amigos no le quedo de otra que tomar todo ese rato. Cuando Sam volteó a ver al azabache esté ya estaba con la cara pegada a la barra y mirandólo fijamente.-Nicolás,¿estás bien? -le preguntó una vez se acerco lo suficiente al contrario para susurrarle al oído su pregunta-
-Estoy bieeen,no te preocupes,solo avisame cuando nos vayamos a ir. -levantó el pulgar y luego solto un hipido,lo que hizo reír al rubio-
-Ven,vamos a bailar -lo tomó de la mano y lo condujo a la pista de baile improvisada y comenzó a moverse al ritmo de la música-
Deapués de unas tres canciones ya estaban muy pegados,sus cuerpos juntos y rozandose. El rubiesito paso sus brazos por detrás del cuello de su acompañante y las copas que llevaban,el ámbiente y lo cercanos que estaban,no pudieron evitarlo. Se acercaron de manera lenta y el rubio rompió toda la distancia que los dividía. Por fin sus labios se encontraron. Sus corazones igual. El roce entre sus labios paso a ser toques bruscos y llenos de sentimiento. Varias lágrimas bajaron de los ojos del rubio por la emoción del momento. Las grandes manos del azabache fueron recorriendo las caderas del contrario,subiendo por sus costillas,hombros,cuello y finalmente terminando posandóse en las regordetas mejillas del contrario.
Se separarón y con las frentes juntas y la respiración inestable sonrieron,el rubio lo abrazo fuertemente y beso sus mejillas,para luego susurrar en su oído.
-Te amo tanto Nicolás -fue lo último que pudo decir antes de que el mayor se desmayará-
A la mañana siguiente Nicolás despertó solo en su habitación y con ungran dolor de cabeza. Bajo al primer piso,para poder dirigirse a la cocina,ahí se encontró con su tierno mejor y único amigo. Lo abrazo por la cintura como tanto le gustaba,para luego enterrar su cara en su cuello. El más bajito soltó una pequeña risita y se separo de él para abrazarlo del cuello.
-¿Cómo amaneciste bello durmiente? -preguntó con una sonrisa-
-Con un dolor horribe de cabeza. No me acuerdo de nada después de que llegamos -y la gran y brillante sonrisa se borró,se separó del más alto y trago grueso-
-Creo que tengo que irme,tengo cosas que hacer,vendré más tarde a ver como sigues -y con eso se marchó-
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One Strange Boy For Me
Teen Fiction¿Cómo mierda acabó un pequeño y lindo rubio pegado al gran chico solitario? Nicolás....la maldita tentación y adicción de el pequeño Sam. Sam....la salvación. La vida. Los colores entre la oscuridad..... La perdición. Eso es lo que significaba Sam p...