Pov - Adrien
Soy un desastre, lo sé, pero juro que haré todo lo posible para hacer que Frederick desista de esa maldita apuesta. No puedo hacerle eso a Sofía, no a ella.
Mientras el semáforo está en rojo mi mente está maquinando un plan A y un plan B.
¡Joder, ya me siento una chica!
Sólo las mujeres usan esos estúpidos planes, pero bueno ahora los necesito.
Conozco a Frederick desde hace cinco años, es un tipo manipulador, estratégico y con un enorme placer al poder. Eso es lo único que el busca poder, y vaya que si lo tiene, maneja a su antojo a todos los de la universidad, hasta a la misma rectora y como no hacerlo si es la puta madre que lo parió.
Para los que dicen que soy yo el que maneja toda la universidad están equivocados, sí soy un chico cool, sexy, inteligente y muy guapo. El hecho que tenga popularidad no significa que sea el jodido amo y señor de toda la universidad. Ahí se equivocan conmigo.
¡Mierda!
No me había dado cuenta que el semáforo está en verde y tengo a una pila de autos con su bocinas en mi oído. Piso el acelerador y sigo mi camino hacia el club. En dónde se encuentra mi destino, el maldito hijo de puta de Frederick.
Ya a unas cuadras del club doblo en un esquina y aceleró necesito terminar con todo esto ya.
Llegó al club y entrego mis llaves a Argel. El chico se sube a mi auto con sus ojos brillando de emoción "Ja" y quien no eh, si es un ¡Lykan Hypersport!.
Uno de los autos más caros del mundo, ser hijo de mi padre y trabajar con él en algunos negocios a sido muy a mí favor. Aunque tengo otros negocios por aparte como el club, es un negocio mío. Los muchachos de seguridad desde que me ven se hacen a un lado y los saludo cordialmente, no soy un engreído, yo me llevo muy bien con mis muchachos, nunca los he menospreciado sólo porque trabajan para mí, no al contrario me siento muy orgulloso porque son hombres y chicos que luchan para seguir adelante honradamente.
Sí, se lo que estás pensando de mí, pero solo te digo, no todo es apariencia. Y aún no conocen ni la cuarta parte de mi.
Me adentro al club y lo primero que veo son a todas esas personas ahí disfrutando de la buena música y de un ambiente hot. Mi club es uno de los más aclamados y espectacular de toda la ciudad, que les digo me encanta complacer a mis clientes.
Sigo con mi misión en busca del rubio de Frederick, pero no lo encuentro por ningún lado entonces me dirijo hacia la zona Vip que se encuentra en un segundo piso, luego camino hacia el ascensor que se encuentra a mano derecha de todos los cuartos de juegos, si pues que te digo soy un fans de Cincuenta Sombras de Grey. Llegó hacia un tercer piso en dónde se encuentra mi oficina y ahí ya están los de seguridad, me fascina trabajar con ellos, ya saben que necesito algo.
--¿Qué se le ofrece señor? - me dice John. El siempre tan respetuoso.
--¡John ... ¿Cuántas veces te voy a decir que no me digas señor, solo dime Adrien?! - él sonrió con algo de nostalgia.
--¡Usted siempre tan buen jefe, joven Adrien! Pero no puedo acostumbrarme a llamarlo así. Espero me entienda. - claro que lo entiendo el pobre hombre estuvo trabajando en lugares racistas en donde solo los explotan y viven como esclavos. Sólo porque su piel no es blanca.
¡Qué mundo tan ignorante!
--¡Tranquilo hombre! Parece que te dará un infarto. - le digo dándole unas palmaditas en el hombro.
Él sonrió y pareció recordar algo.
--¡Joven Adrien usted necesitaba algo!¡Dígame! - ya ven porque este hombre es mi mano derecha en estos asuntos de trabajo.
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Una Nerd ... ¿Diferente?
Teen Fiction¡Hey! Hola, yo soy Sofía Alejandra Álvarez del Castillo, una chica ... -¿Obvio que sos una chica, ni modo que fueras un simio? - me reprocha mi conciencia. -¡Shuu! Cállate conciencia y déjame terminar mi presentación. Bueno como les decía, m...