Pov - Astrid
Una larga semana ha pasado desde que conocí a Sofía, esa chica tan revoltosa que se supo ganar mi cariño y mi lealtad, en pocos días, es increíble pero así pasaron las cosas. El fin de semana la pasamos juntas e incluso me aseguré con Luck que ella no tuviera tiempo de verse con el susodicho. Hasta sacrifiqué mi lindo y precioso cabello. Sí, me corté el cabello, yo Astrid, la chica más anti-femenina de todo el mundo se hizo un corte lindo en el cabello, todo gracias a mi querida amiga Sofía. Pasamos en una de las mejores tiendas del país y mi baba resbaló hasta el suelo y todavía chorreaba, era tan lujosa la estructura, pero lo que en realidad eran más divina era la ropa y ni hablar de los zapatos, nunca pensé que una chica como Sofía que se ve tan simple y humilde en su personalidad, visitara estos lugares tan costoso que hasta por la entrada cobran. Y lo que más me sorprendió es que compró ropa con tarjeta de crédito, ya deseará yo tener una, mi hermano solo me da el efectivo completo para clases, el autobús, algunos libros y unas que otras prendas y por supuesto compradas en subasta. Pero en realidad de lo que sí estoy más que babeando es por los cinco outfits que me compro, si mi mejor amiga me compro ropa y no cualquier ropa, si no que de una de las mejores marca del país estamos hablando de "Zara", y Todos están bonitos. Se los intenté rechazar pero con lo cabezona que es, se negó a que no los aceptará y me los metió en mi mochila y aquí las tengo bien colgadas en mi armario.
-- ¡As levántate, tienes que ir a la universidad, recuerda que es para que tengas un buen futuro, mueve ese culo chaparra.! - Dawson, mi hermano mayor gritaba desde la puerta de mi habitación, esa era su motivación todas las mañanas.
¡Muy buenas no creen, recordarte porque tienes que ir a la universidad!
Genial...
-- ¡Ya estoy lista cabezón, ya bajo a desayunar.! - grité desde mi cama aún en shock.
--¡Okay, pero mueve ese trasero ya, porque si no Dylan se comerá tu comida y te irás sin desayunar.
Oh no, eso sí no lo voy a permitir, el maldito de Dylan no se comerá de nuevo mi desayuno, no señor.
Sin pensarla dos veces agarré mis cuadernos algunos libros lápices y los introduje a mi mochila, para luego salir corriendo, dando un portazo y dirigirme directo a la cocina en dónde ya estaban los dos cabezones de mis hermanos, al parecer tomando su desayuno tranquilamente.
-- ¡Si no bajabas en un minuto más, yo me hubiese comido tu comida. Pero... Ya que bajaste, buen provecho ridícula.! - como siempre el cabeza hueca de Dylan y su afán de todos los días por fastidiarme la vida.
-- ¿Ridícula... Hoy no Dylan? Solo mira qué bonito corte de cabello que se hizo, que por cierto ¿de dónde obtuviste dinero para hacerte ese corte? - Dawson carraspeó y tomó un sorbo de su taza de café, para luego volver a hablar. -- Porque yo que recuerde no me has pedido dinero, y ni tampoco yo te he dado para un corte de cabello. ¿De dónde jodido sacastes el dinero para eso, Astrid?. - yo solo me limité a asentir y a tragar grueso.
¡Demonios!
Y ahora cómo le explicó lo de Sofía, conociendo los cabezones que son, no me creerán que ella me regaló el corte y ni tampoco los outfits que están en mi armario.
Le regalé una sonrisa de boca cerrada, juntamente me senté en la silla que aguardaba por mí frente a la mesa en dónde estaba mi desayuno. Carraspeó y tomo un mechón de cabello que se resbalaba y tapaba una parte de mi cara, ubicándolo detrás de mí oreja.
-- ¡¿Entonces, me dirás de dónde carajos sacastes el dinero?! ¡Escúchame As, yo no quiero saber que andas metida en cosas raras, sabes perfectamente lo que le pasó a tu hermano por andar juntándose con personas equivocadas! Así, que házme el favor de decirme ya mismo que es lo que está pasando. - y con sus palabras lo único que hice fue tragar grueso. Mi hermano cuando se lo proponía, podía resultar muy intimidante.
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Una Nerd ... ¿Diferente?
Teen Fiction¡Hey! Hola, yo soy Sofía Alejandra Álvarez del Castillo, una chica ... -¿Obvio que sos una chica, ni modo que fueras un simio? - me reprocha mi conciencia. -¡Shuu! Cállate conciencia y déjame terminar mi presentación. Bueno como les decía, m...