¡Tengo pareja! ¿Y ahora qué?

Capítulo diez

10. ''A mí no me digas qué hacer''.

Querido lector, ¿te ha pasado que tú ''ser contrero'' se agudiza automáticamente cuando te dicen qué es lo que debes de hacer?

Entendiendo cada uno de los factores que te he contado en capítulos anteriores, es importante hablar de cuando creemos perder nuestra individualidad, libertad o incluso hasta la independencia.

Cuando compartimos casa con nuestra pareja es obvio que cada uno tendrá ciertos deberes dentro de la misma, y el papel en cada actividad mayormente será basado en los tiempos y aptitudes que cada uno tenga.

Querido lector, sabes bien que llegarán esos momentos en los que tú o tu pareja no van a poder cumplir con sus obligaciones dentro de su casa (o no van a querer cumplirlas) la forma en la que digas las cosas que tu pareja ''debe'' hacer no sonará tan amable y tu pareja lo va a notar, sin duda alguna, por que como seres humanos, y peor aún como seres individuales e independientes que podemos llegar a ser nos afecta y no aceptamos que alguien nos diga qué debemos hacer y cómo, aunque sea un recordatorio de algo que tú o tu pareja ya sabían que deberían haber hecho y de cómo debían haberlo hecho. Me ha pasado, y por ello te comparto lo siguiente:

En el caso de mi esposo y mío, mayormente él se encarga de tener limpio el departamento, y yo de cocinar y lavar nuestra ropa, ambos de ir juntos al súper a comprar lo necesario y de estar al pendiente de las cosas que pronto se acabarán, al grado de que mantenemos un grupo de WhatsApp denominado ''deberes'' y en él sólo anotamos las cosas que nos damos cuenta que faltan o van a faltar en casa, ¡SI QUERIDO LECTOR, NO TE BURLES! Te confieso que eso nos ha agilizado tremendamente el tiempo en el súper y asimismo la fatiga de que al llegar al departamento nos falte algo para concluir la comida por ejemplo; lo anterior, toda vez que durante el día él se encuentra en el departamento y yo por las noches, ya que mi horario de trabajo es de oficina y el de él es en un hospital en guardia de noche.

Sin embargo se han presentado ocasiones en las que no suena mi alarma y no alcanzo a prepararle desayuno, o comida, otras en las que olvidé lavar sus uniformes, y la solución termina siendo que él se prepare el desayuno o compre comida, y que él mismo se lave su uniforme muy a pesar de que el acuerdo sea otro; asimismo hay ocasiones en las que soy yo la que debe lavar platos e ir al súper para poder preparar la comida, o limpiar el piso, a pesar de que esas serían las obligaciones de mi esposo; les comento lo anterior porque es normal que eso suceda y debemos estar preparados para ello con paciencia y amor, en el entendido de que a ambos nos puede suceder y que no se pierda el objeto del matrimonio o el vivir en pareja ''ser la ayuda idónea del otro''. En esos casos se trabaja mutuamente con la solidaridad, tolerancia pero sobre todo con el amor que tiene uno por el otro.

¿Cómo es que te organizas con tu pareja? Y si aún no vives en pareja, ¿cómo te imaginas que sería el papel de cada uno en las actividades de casa?

Considero muy relevante este punto de las ''obligaciones'' que adquirimos cada uno en casa, son para mí la base de nuestra verdadera responsabilidad, empeño y compromiso para con la relación y de lo que pretendemos lograr en el futuro, quiero decir que, si logramos cada uno ser excelentes en nuestras responsabilidades en casa y cumplir con ese primer acuerdo como pareja resulta un primer logro como pareja y sin duda una mejor fluidez para la sana convivencia entre ambos.

Ahora, partiendo desde lo que cada uno desea que se haga o no en el departamento es importante considerar dárselo a conocer a la otra parte de la manera más amable y concluirlo en acuerdo para que de esta manera se tenga que llevar a cabo, por ejemplo, en lo personal me daba cuenta que cada tres días encontraba la toalla de mi esposo en la ropa sucia, y en ocasiones ¡cada dos! tuve que analizar la situación y no me tardé nada en descubrir que cada que se bañaba, la toalla se quedaba hecha bolita y mojada en donde a mi esposo le pareciera bueno, percatándome de la situación le comenté que su toalla no era necesario estarla lavando cada dos días, que lo necesario era colocarla extendida bajo el sol cada que se usara o por lo menos se extendiera dentro del departamento, le pedí que por favor me ayudara con eso, no omitiré que le costó un par de días quitarse la manía que tenía, pero a la fecha ya no sucede. Así también pasó que a mi esposo no le gusta tener la cama destendida, mientras que yo era lo último en lo que pensaba mientras me encontraba por las mañanas luchando contra el tiempo para llegar puntual a mi trabajo; llegamos al acuerdo de que debía mantenerse tendida y así lo hemos mantenido a la fecha, es decir tuve que aceptar que aunque para mí no era relevante para él sí lo era y era justo ajustar mis tiempos para que él encontrara la cama tendida.

Aunado a lo anterior les comento que así como esas situaciones hubo enemil situaciones más que a mí no me parecían cómo las ejecutaba mi esposo o que simplemente yo las ejecutaba de otra manera porque lo consideraba mejor y viceversa le pasaba mi esposo; en otras situaciones sí concordábamos como por ejemplo mantener la cortina del baño siempre cerrada, la ropa en perfecto orden, y el departamento ordenado y limpio. Ambos tuvimos que aprender que cada uno tiene su escuela de aprendizajes y decidimos que mientras se cumpliera el objetivo no importaba cómo se llevara a cabo, hubo ''tips'' que le pasé a mi esposo para ciertas actividades y otros que él me pasó para mis actividades. No te voy a mentir pero aceptar hacer las cosas como el otro las dice, me costó más trabajo a mí que a mi esposo así que no te preocupes si tú eres igual que yo, es normal que nos cueste, solo haz lo posible por cumplir el acuerdo.

Puedo concluirte que vivir en pareja siempre va a ser un constante aprendizaje de ambas partes, y un cien por ciento compartir. Pero todo eso implicará confirmar el gran equipo que ambos conforman y el amor base que se tienen, será muy satisfactorio ir cumpliendo metas cortas que sin duda los llevarán a un largo y fructífero camino.