Sweet First Love ◈ Número Cinco ◈ FINALIZADO

9.

No era secreto para Allison que algo se traía Juliette desde hace varias semanas, la sonrisa y mirada de su hermana parecían totalmente diferentes, estaban llenas de un brillo encantador, por supuesto que tenía una idea de lo que podría ser y estaba relacionado con cierto chico bajito que también, aunque no lo quisiera demostrar, estaba igual o más feliz que Juliette.

Tenía algún tiempo que notó esa atracción entre sus dos hermanos, era más que obvio que ellos se gustaban, de igual forma a la atracción que sentía por Luther y que se negaba a aceptar. Las cosas en casa podrían parecer fáciles pero siempre estaban bajo la estricta vigilancia de Sir Reginald, Pogo y Mamá. Allison había tratado de hablar con Juliette al respecto pero la chica había desviado el tema por completo dando por echo que aún no estaba lista para hablar con ella.

…

El clima aún seguía un poco descontrolado y Cinco optó por descansar en su cuarto mientras leía un poco, había pasado más de una semana de la pequeña cita que tuvo con Juliette, las cosas habían ido bien desde entonces, su horario de sueño había cambiado y se acopló por completo al despertar enmedio de la noche.

No habían despertado sospechas de ningún tipo, durante el día eran los típicos hermanos que no se llevan bien pero durante la noche dejaban salir todo los sentimientos acumulados en forma de besos y caricias.

Para Cinco era cada vez más difícil contener esa necesidad de seguir tocando a Juliette, era obvio que iba a sentirse así ya que era un pre adolescente con las hormonas alborotadas, de alguna manera lograba parar a tiempo antes de que ella se sintiera incómoda o algo parecido, no quería precionarla a algo que no quisiera hacer.

Y no solo era eso, también tenía la necesidad de estar estar observándola todo el tiempo, cómo si algo malo fuera a pasar, en casa cualquier cosa podía pasar y quería protegerla de todo y de todos.

El sonido de la puerta abriéndose lo distrajo de sus pensamientos, era la chica en la que estaba pensando, cómo si la hubiera invocado , Juliette apareció en la entrada luciendo su hermosa sonrisa.

- Pensé que estarías aquí - dijo cerrando la puerta detrás de ella.

- Pensaste bien - el chico le dió unas palmadas a su cama invitando a la joven a sentarse. Juliette se tumbó junto a él.

-  ¿Estabas leyendo otra vez lo mismo? ¿No te cansas de leer siempre lo mismo? - preguntó tomando el libro que había dejado Cinco a un lado.

- No, cada vez lo disfruto más - respondió arrebatándole el libro par dejarlo en la mesita de noche. - Cada día le encuentro más sentido.

- ¡Que aburrido! Deberías hacer otras cosas, cómo dibujar o yo que sé -  el chico pensó un momento en su respuesta.

- Debería dedicarme a molestar a mis hermanos como cierta chica que no deja de quejarse de todo - se burló Cinco colocándose justo encima de Juliette para evitar que se moviera y saliera corriendo - ¿Crees que sería mejor? -

La chica empezó a patalear para quitarse a Cinco de encima, pero no logro nada, solo llevarse la mirada burlona del joven.

- Yo no hago eso - se quejó rindiendose por completo.

- ¿Quien dijo que eras tú? , podría ser  cualquiera - A Cinco le gustaba ver la cara avergonzada de Juliette, su rostro se tornaba rápidamente en un tono rojizo mientras se mordía los labios en forma de puchero.

Sin pensarlo de más se acercó a plantar un beso fugaz en esos labios que ahora estaban rojos por las medidas de hace unos momentos.

Planeaba dejar libre a Juliette cuando la chica lo tomó por el cuello y lo acerco de nuevo para unir sus labios en un beso más que necesitado por parte de ella, Cinco sin chistar la siguió de inmediato profundizando el contacto, sus bocas se acoplaron de tal forma como si se conocieran de años.