11.

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El estómago de Juliette calló al piso, no podía soportar la vergüenza que sentía en ese mismo instante, los habían descubierto, su padre había descubierto la relación que sostenía con Cinco, había soñado alguna vez con algo parecido a esta situación y en definitiva no había sido un sueño agradable, era mas bien una pesadilla, una que está viviendo en carne propia.

Pasaron varios segundos donde lo único que se oía en la habitación era el sonido del viento contra las ventanas.

- Está más que claro lo que pasa - Cinco rompió el silencio con una voz neutra.

Sr. Reginald miró con desdén a número Cinco - ¿Cómo te atreves a decirlo de esa forma? Estoy muy decepcionado de ti Cinco, siempre pensé que eras más inteligente - el chico apretó los dientes y no respondió nada - Y tu, número Ocho - dijo mirando la chica - pensé que llegarías muy lejos pero ya ví que me equivoqué con los dos, ustedes son hermanos y que hagan este tipo de cosas es una aberración, lo único que debe importarles son sus habilidades como héroes y salvar al mundo -

- !No estamos haciendo nada malo, incluso mejoramos nuestras habilidades, ni siquiera somos hermanos de verdad! - exclamó Cinco al notar el rumbo de la conversación.

- !No me importa eso! !Ustedes me desobedecieron y obtendrán un castigo ejemplar para que sus demás hermanos sepan lo que pasa cuando rompen las reglas! - Sir. Reginald se levantó del escritorio y se encaminó a paso firme hacía los chicos - Quedará estrictamente prohibido el contacto entre ustedes, no podrán hablarse e incluso mirarse, y no podrán salir de sus habitaciones al menos que sea para las clases -

- ¡OBLIGAME! !NO VOY A SEGUIR TUS ESTÚPIDAS REGLAS! - Escupió Cinco mirando como la mano de su padre pasaba directo a su cara para soltarle una sonora bofetada, Juliette quien se había mantenido callada soltó un gritito de sorpresa y de inmediato se acercó a Cinco para verificar que estuviera bien, su mejilla estaba al rojo vivo pero el chico ni se inmutó.

- ¿Cómo te atreves? - preguntó su padre - Y tú - señaló a Juliette- No te atrevas a acercarte más.


- Nosotros no le hacemos daño a nadie padre, por favor no nos hagas esto - Musitó la chica en tono suplicante, tenía miedo, miedo de no volver a ver a Cinco.


- Niños, ustedes son muy jóvenes para enamorarse y verse liados en estos problemas - Pogo, quien se había mantenido al margen decidió intervenir - algún día van a entender que están haciendo mal -


- En vista de su altanería no me queda de otra más que mandar a uno de ustedes lejos de aquí - Sir Reginald acomodo su monóculo y regreso a su asiento - Pogo, haz las preparaciones para enviar a Cinco a Inglaterra de inmediato, está misma tarde lo quiero fuera de la mansión -


El simio asintió con tristeza y miró la cara de incertidumbre de ambos chicos, el rostro de Juliette se deformó en un mueca dejando salir una lágrima, no quería ver a sus niños de esa forma pero no había otra manera de arreglar la situación.

- Vamos chicos -  los tres se dirigieron a la salida pero la chica regreso directo al escritorio de su padre.


- Por favor padre, no envíes lejos a Cinco, te juro que vamos a cumplir con todas las reglas, te juro que jamás nos volveremos a ver a escondidas, solo no lo apartes de nosotros - Juliette sentía que el alma se le iba, una opresión en el pecho no la dejaba respirar y hablar con normalidad, sus lágrimas habían salido sin su permiso y se regaban a chorros sobre sus mejillas, no podría soportar estar lejos de Cinco, y si tenía que suplicar clemencia lo haría.

Sir Reginald tan solo la miró de reojo y la ignoró por completo despertando en la chica una desesperación insostenible.


El cuerpo de Juliette comenzó a tornarse con un ligero brillo, como una estrella que está a punto de morir. De inmediato llamó la atención de los presentes.


- Juliette calma, todo va a estar bien, ven aqui - susurró Cinco al ver pequeñas chispas brotar de la joven - !Juliette!


- ¡No Cinco! no voy a permitir que te alejen de nosotros, somos tu familia y tu lugar es aquí , con nuestros hermanos... Conmigo- los pensamientos de Juliette corrían a mil por hora, es como si no pudiera pensar con claridad.

- Número Ocho por favor cálmate - pronunció su padre alejándose un poco - No es propio de ti perder el control de esta forma -


- ¿POR QUÉ TIENES QUE CONTROLARLO TODO? - Juliette azotó las manos contra el escritorio de su padre que de inmediato empezó a vibrar por las ondas electromagnéticas que estaba liberando en contra de su voluntad logrando tirar varios objetos - TU NO ERES NUESTRO PADRE Y JAMÁS LOS SERÁS, NO SABES CUÁNTO TE DESPRECIO-


Cinco se acercó lentamente a Juliette pero todos los sentimientos acumulados en su interior fueron liberados de golpe en una onda expansiva que mandó al chico de golpe contra la pared, y no solo a él, también a los presentes en el lugar.

Juliette cayó inconsciente en medio del despacho.





Cinco despertó en medio de la enfermería con un enorme dolor de espalda, tenía una intravenosa y su cabeza le daba vueltas.

- Que bueno que ya despertaste Cinco - escucho la voz de Allison que se encontraba junto a Ben.


- ¿Que fue lo que... - los recuerdos llegaron tan rápido que no tuvo tiempo de asimilarlo del todo - ¿Dónde está Juliette? - preguntó angustiado.


- Juliette está en su habitación, solo que no nos dejan verla porque sigue inconsciente y Mamá dijo que su poder no está muy estable así que es peligroso - respondió Allison con un tono amargo en su voz - ¿Que fue lo que pasó para que Juliette perdiera el control? -


- Pogo nos dijo que fue el estrés que tenía acumulado, que pudo pasar en cualquier momento y lugar, gracias a dios que tanto él como Padre no sufrieron heridas graves, creo que tú fuiste el más afectado Cinco-


- ¿Cómo que Juliette aún no despierta? Necesito verla - Cinco se arrancó la intravenosa y saltó de la camilla pero sus piernas se vencieron haciéndolo caer de boca.

- Oye calma, estuviste 5 días inconsciente así que no trates de hacer eso - dijo Ben ayudando a su hermano a levantarse.


- ¿Cinco días? - ¿Cómo es que había estado días inconsciente? Necesitaba saber que Juliette estaba bien así que dió un salto en el espacio directo a la habitación de la chica el cual se encontraba totalmente vacío y sin rastro de ella por ningún lado


Hola! Ya sé! No me maten, tengo un buen rato sin actualizar, solo que estuve preparandome para mí examen de la Uni así que no tenía nada de tiempo, pero acá estoy de regreso y con mucho tiempo libre~~

Estoy muy feliz porque llegaron muchas nuevas lectoras en el lapso que no subí nada y quiero agradecerles por darle una oportunidad a esta historia.

Muchas gracias y sigan dejando su like que es lo que me anima a continuar.

Sweet First Love  ◈ Número Cinco ◈ FINALIZADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora