Te miro, perdida, ausente, como en tu propio mundo. Estamos a tan solo dos metros pero en tus ojos veo que estás a mundos de distancia.
Tu pelo afro parece una corona que enmarca tu cara ¡Joder! Y todavía ni me has mirado.
Podría contar las veces que me estoy haciendo el chulo, sin escuchar a mi colega Max. Pero me da que tu no eres de esas. Que de veras tu eres de otro planeta.
Espero que levantes tu mirada de la copa que tienes agarrada en la mano. Juraría que es vino, pero no ha bajado desde que lo pediste.
Paseo la mirada por tus hombros, que están desnudos por el vestido que llevas. Tus piernas, mierda, tus piernas parecen largos bastones de caramelo dorado y me pregunto lo que sería pasear mi lengua por ellas.
Ya lo estoy imaginando, aunque solo quiero que me mires una vez.
Mirame ya joder.
Mirame.
