Querida YO:
Hace tiempo que quiero escribirte esta carta. Lo sé, las cartas se están desfasando, peeo es que últimamente no haces caso de los emails, ni de los directos del insta.
Sé que hace tiempo que no estamos en buenos términos. Ninguna de tus tres partes lo está (o tus propias gemas del infinito, que se joda Thanos)
Mente está llena. No para de pensar, o a veces ni siquiera piensa en absoluto. Creo que de verdad necesita ayuda. Le busca el sentido a cosas que no lo necesitan, y las que sí, simplemente las ignora.
Alma (o simplemente yo) está en una guerra contra las otras dos. Y creo que en realidad ninguna nos soportamos. Alma tiene un propósito definido pero se está perdiendo.
Corazón.
Uf.
Esta es la más difícil. A Mente le gustaría que se esfumara y le hiciera el trabajo más fácil.
A Alma cada vez le da más igual, Mente la ha concencido para unirse a su bando.
Corazón fue alegre y danzarina, y disfrutaba de los placeres de la vida. Corazón era...dinamita. Pero hace unos años, se hizo con una armadura que no se quitaba nunca. Lo sé, la jodida armadura nos ha pasado factura. Y Corazón ya no es lo que era. Ahora su armadura vieja sigue ahí, y lo que hay detrás de ella...es como un fantasma de lo que fue.
Corazón se da largos paseos últimamente. Deja a Mente y Alma para que lo hagan todo. Porque Corazon se cansó.
Mente trató de convencer a Corazón un par de veces pero acabaron discutiendo de nuevo.
Lo siento.
Siento tanto todo lo que ha pasado últimamente. Siento insultarte. Siento ser tan mala conmigo misma. Pero te prometo que estaré bien. Querida yo, lo estoy intentando.
Pd: dile a Mente que se tome unas vacaciones.
Pd de la pd: ¡Ah! Y que aunque a Corazón le dé miedo abrirse a veces vale la pena.
Pd de la pd de la pd: y que Alma no pierda lo que le hace ser ella.
