II

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DOS: Cloacas.

——

—Bueno, ya llegué—dijo Lucy, bajándose de la parte de atras de la bicicleta de Bill y mirándolo.

—A-ah... b-bu-bueno...—Bill miraba los ojos de Lucy, y viceversa.

—Gracias por acompañarme, Billy Boy—dijo Lucy, y dé inclinó hacia el para darle un beso en la mejilla, muy cerca de los labios.

—S-s-s-s-si...—Bill estaba muy nervioso.

—Bueno, nos vemos...—susurró Lucy, realmente no quería separarse de él y volver a casa. Pero así lo hizo, al llegar a la puerta le hizo un ademán con la mano, y entró.

—Joder, ¿has visto a que hora llegaste?—se quejó una voz no muy lejos de ella. Era su hermano, Peter—. ¿Dónde estabas? Llegué incluso antes que tú.

—Me entretuve con unos amigos
—Lucy se encogió de hombros.

—¿Amigos?, ¿no había ninguna chica?—preguntó Peter frunciendo el entrecejo.

—No. ¿Qué hay de malo?

—Bueno... Lucy, verás... a tu edad... Los niños empiezan a desarrollar cierta emoción...—explicó Peter, muy nervioso.

—Vamos, básicamente quieren tener sexo cada hora—interrumpió Lucy—. Pero ellos no son así, bueno Richie es algo... Pero ellos son muy buenos; de hecho, uno acaba de acompañarme hasta casa.

—Sí, y Lucy tú eres muy linda... Espera, ¿quién te acompañó?—preguntó Peter.

—Bill Denbrough. Ya sabes, su hermano se perdió—dijo Lucy algo apenada.

—Ah, el tartaja—dijo Peter, haciendo un ademán de no darle importancia.

—No le digas así—Lucy frunció el entrecejo.

—De acuerdo, sube a tu dormitorio, pequeña demonio—le revolvió el pelo castaño.

Lucy subió las escaleras, hacia su dormitorio.

(     *     *    *      )

—¿¡Cómo te atreves a venir a recoger a mi hermanita?! ¡Baboso!—Lucy escuchó, mientras dibujaba, unos gritos de la planta de abajo.

—N-n-no y-yo s-sólo...—Lucy reconoció esa voz al instante, era Bill.

—¡Seguro que quieres secuestrarla! ¡Tocarla! ¡Quitarle su pureza!—Lucy bajó rápidamente—. ¡A mi hermanita nadie la toca!

—¡Peter!—gritó Lucy—. Hola Bill.

Bill estaba rojo como un tomate, y parecía más nervioso que nunca.

—No le hagas caso, Billy Boy—Lucy se puso al lado de Bill—. Voy a salir, y te agradecería que no andaras por ahí diciendo eso—susurró avergonzada.

—¿Cómo que vas a salir? ¿Con él? ¿Y si...?

—No me va a pasar nada, Bill me cuidará, ¿verdad?—tomó el brazo de Bill.

—S-s-s-s-si—Lucy sonrió.

—Y si no lo hace—continuó, frunciendo el entrecejo— dará igual, porque yo sé cuidarme sola.

[1] Funny ━ ItDonde viven las historias. Descúbrelo ahora