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CINCO: Datos escalofriantes.

———

Dejaron sus bicicletas en la entrada de la casa de Ben, y él los invitó a pasar.

—¡Wow, wow, wow!—exclamó Richie cuando entró al dormitorio de Ben junto con Eddie.

—Y es cool, ¿cierto?—preguntó Ben sonriendo.

—No, no. No es nada cool—dijo Richie, tocando cada figurita del dormitorio.

—¿Y-y-y t-tú q-q-que crees, Lucy?—le preguntó Bill a Lucy.

—Creo que se parece al dormitorio de mi hermano—admitió ella, mientras contemplaba toda la habitación.

—¿Qué es éso?—preguntó Stan señalando una hoja en la pared. Ben se acercó a él.

—Es la acta constitutiva de Derry

respondió Ben.

—Alerta de nerd—dijeron Lucy y Richie a la vez, en tono burlón.

—No, de hecho es interesante—dijo Ben—. Derry era un campo de trampa para castores.

—Y de sobras, ¿no muchachos?—dijo Richie, levantando la mano para que chocaran los cinco con él, pero nadie lo hizo.

—91 personas firmaron el acta que fundó Derry, pero ese invierno desaparecieron sin dejar rastro—continuó Ben, y Lucy sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal.

—¿Todo el campo?—preguntó Eddie.

—¿Qué sucedió?—preguntó Lucy interesada, mientras registraba las hojas.

—Habían rumores de Indios—contestó Ben—, pero no hay señales de un ataque; todos creían que era una plaga o algo así. Un día todo el mundo despertó y se fue, la única huella fue un rastro de ropa ensangrentada en el cobertizo del pozo.

—Derry podría entrar a misterios son resolver—bromeó Richie.

—No exageres. Esto en interesante—dijo Eddie desde una esquina muy interesado.

—¿Dónde estaba el cobertizo del pozo?—preguntó Bill.

—No sé, en algún lugar de Derry—respondió Ben—. ¿Por qué?—miró a Bill, y Lucy también lo hizo.

—Por nada—respondió Bill.

(    .   .   .     )

Bill  acompañaba a Lucy de regreso a casa, ambos iban metidos en sus propios pensamientos.

—O-o-oye Lucy—dijo de pronto Bill—, me pre-preguntaba si... a-algún día de estos... p-p-p-podríamos t-tener una s-s-s-salida.

Lucy arqueó las cejas.

—¿Me estás pidiendo una cita, Billy Boy?—preguntó burlona.

—S-s-s-s-sólo su t-tú quieres...—bajó la cabeza muy sonrojado.

—Bueno, de acuerdo. Entonces... ¿cuando será?

—C-c-cuando tú q-quieras...—Lucy se paró en la puerta de su casa, y miró a Bill.

—Entonces que sea lo más pronto posible—besó la mejilla del chico, y abrió la puerta—. Adiós, Billy Boy.

—A-a-a-a-a—suspiró tratando de tranquilizarse—. A-adiós.

Lucy sonrió y esperó a que Bill se girara y se fuer a a su casa. Entonces Lucy cerró la puerta.

—Ah, hola, aquí estás—dijo Peter, que estaba junto a unos amigos—. Ahora vengo, chicos. Quiero decirle algo a mi hermanita.

—¿Qué pasa?—preguntó Lucy, mientras subía las escaleras junto a su hermano—. ¿Es algo malo?

—No, no—dijo Peter, mientras se metía en su habitación y de un cajón sacaba una foto—. Es para ti.

—¿Para mí?—preguntó Lucy, mientras veía la foto—. ¿Es... es...?

—Sí, quería que la tuvieras, la robé del armario de mamá—Peter se acercó y abrazó a su hermana—. Te quiero—dijo, mientras bajaba las escaleras.

Lucy se metió inmediatamente a su dormitorio, se sentó en su cama y contempló la foto: ahí estaban su madre y padre biológicos, junto a ella; parecían felices, como si nada hubiera pasado. Pero habían pasado muchas cosas.

Lucy no pudo evitar soltar una lágrima, mientras bajaban más y más por sus mejillas. En un minuto, la foto estaba siendo salpicada por lágrimas.

Tenía que desahogarse con alguien. Tenía que contárselo a Bill.

 Tenía que contárselo a Bill

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Ya sé, ya sé. Capítulo bien corto, pero tal vez suba otro más tarde para compensarlo.

Si aún no saben que pasó en la infancia de Lucy, lo sabrán muy pronto. Los sorprenderé ahre.

Nos leemos :)

[1] Funny ━ ItDonde viven las historias. Descúbrelo ahora