Capítulo XI
Alianzas
Kamilah despierta lentamente mientras sus dedos se entierran en el suelo de arena, siente un mareo leve y lleva sus manos a los sentidos. Libera un quejido y luego lentamente se apoya en ambas manos impulsándose hasta lograr incorporarse.
Sus ojos tratan de hacer un reconocimiento del lugar, es una celda muy antigua, gruesas telarañas están tejidas en las paredes y el techo es de adobe. Busca una puerta o la señal de alguna salida secreta, pero no hay ninguna mucho menos una ventana lo único que cuelga de una esquina es una antorcha con una llama débil. Kamilah susurra un hechizo en lengua antigua pero no sucede nada, levanta sus manos a la altura de sus ojos como cuestionándose qué puede suceder para que su magia no funcione. Libera un grito de frustración y furia, nuevamente intenta usar su magia, pero nada sucede entonces el adobe de la pared frontal comienza a disolverse partícula por partícula, ella aguarda preparada para enfrentar lo que sea que cruce el umbral. La pared se disuelve en miles de granos de arena entonces lo ve.
-Hola-saluda con arrogancia, viste absolutamente de negro. Su mirada está cargada de soberbia y en sus labios se delinea una sonrisa de satisfacción.
-Farid-dice Kamilah tensionando sus músculos, siente dolor. Señal que lleva sienita con él. - ¿O debo llamarte Seth?
-Me gusta mi nombre moderno.
La pared se cierra tras él y comienza a caminar alrededor de Kamilah sin decir nada. La ve de pies a cabeza, acerca su nariz a su cabello baja hasta su cuello respirando con suavidad, ella empuña sus manos, pero no logra moverse.
- ¿Qué me hiciste? No puedo usar mi magia.
-No quiero que te encuentren, me sirves viva.
- ¿Viva? Intentaste asesinarnos en el museo.
-No, a quien deseo muerta es a la leona de Ra, ese odio al ser humano, esa sed de sangre, ese-respira hondo y cierra sus ojos-Ese poder...ese poder es infinito-comenta con avaricia en su voz.
- ¿Qué quieres de mí?
-Eres poderosa y me sirves, para lo que tengo planeado. -responde con cinismo.
-Nunca-dice desafiante-Nunca lucharía para ti, jamás los traicionaría.
- ¿Segura? Estoy ofreciéndote una salida, muerta no eres útil.
- ¿Según tu quién me quiere matar?
-Isis, por supuesto. Desea el trono tanto como yo.
-Desde siempre ha sido así, no estás diciendo nada nuevo. -comenta Kamilah, las palabras de Seth no la sorprenden en absoluto. Isis desde la antigüedad ha deseado el trono y el hecho de quererla muerta no la asusta.
-Kamilah pelea a mi lado, estoy solicitando tu ayuda como un vulgar mortal.
-Y ya te di una respuesta, primero muerta antes de traicionarlos.
Kamilah se concentra lo suficiente hasta que logra liberarse de la sienita, intenta golpearlo, pero Farid reacciona a tiempo y ella golpea la pared.
-Te ofrezco un trato, deseo a la mortal.
Kamilah palidece, piensa en Constanza, Elle, aparta las ideas de su mente y responde
-Nunca Farid. ¡Es genocidio lo que planeas!
- ¡¿Y qué?!-grita con furia convirtiendo sus ojos en dos cuencos negros- Son basura, la raza humana no sirve. Ya no es lo de antes, destruyen, se matan entre sí ¡Han olvidado que nos deben obediencia!
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El despertar de un imperio
Fantasy(SEGUNDO LIBRO DE: HEREDEROS DE UNA DINASTIA) Despues de los ultimos acontecimientos, los cuatro elementales deben regresar al otro lado del obelisco donde el mundo enfrenta el caos de la destrucción. Los jovenes herederos tendrán que enfrentar una...