No te imaginas cuánto te amo

Días malditos

Un año antes, ambas pasaban sus  días ocupadas de forma distintas sin importar que fueran integrantes del mismo grupo. Mientras estaban grabando "Starry Night" también compusieron en pareja una canción para el grupo y había sido la mejor experiencia de ambas. "Star Wind Flower Sun" expresaba tantos sentimientos para ambas como también los sentimientos que sentían por sus amigos, familiares y fans. Se habían conocido en la escuela media dónde YongSun era sólo una superior más hasta que un día que la escuchó cantar y ya no se pudo desprender más de su lado.  Su relación había avanzado de forma rápida al sentirse ambas atraída por la otra. Cuando habían anunciado años después su relación a los más cercanos, éstos lo tomaron con total tranquilidad y naturalidad, nunca habían sido demasiado cuidadosas entre sus amigos por lo tanto, el resto de sus conocidos intuyeron la relación. Aprendieron a aparentar una vez que entraron en la agencia para entregarse en cuerpo y alma a sus trabajos. Solar era la más motivada, por ende, siempre se encontraba trabajando en canciones y en su trabajo como solista. Ella amaba esto y Moonbyul era feliz de verla tan feliz. Había estado apoyando cada unos de sus movimientos de forma activa o pasiva, pero siempre se quedaba cerca.  

Los días malditos eran aquellos dónde se encontraban enfrascadas en tantas actividades que las veces que podían quedarse a solas no pasaban de un tiempo mayor de cinco a diez minutos. Durante esos meses de arduo trabajo Moonbyul se encontraba haciendo berrinches por no poder pasar tiempo de calidad con su novia y aunque intentara no presionar más a la mayor siempre terminaba escapándose a su lado en los ratos libres. Esa noche no era la excepción y se encontraban en la habitación del hotel a solas. WheeIn y HwaSa habían salido por un par de horas a pasear por la pequeña ciudad. Las dos mayores se quedaron, quejándose que se encontraban cansadas. 

- Yong Sun-unnie. . .  ¿qué estás haciendo? -. Cuestionó al tiempo que se dejaba caer a su lado en la cama de un plaza y media, sin intenciones de toquetear o interrumpir a la mayor que se encontraba acostaba con su móvil. 

- Nada entretenido. Estaba escuchando música-. Solar que en ese tiempo estaba rubia la quedó mirando con curiosidad y le pasó el móvil a su novia. - ¿Qué?  Estás muy quieta y me pones nerviosa.  Pon algo interesante.  

- Woah, sólo necesito estar quieta para llamar tu atención-.  Tomó el móvil con una sonrisa triunfante, comenzando a buscar en Spotify algún ritmo interesante para la mayor.  En su mente había una larga lista de música de distintos estilos, por lo que era difícil elegir sólo una canción.  Terminó poniendo un grupo de rap extranjero muy poco conocido. 

-  Eso no es cierto. Te crees demasiado-. La mayor sonrió al escuchar el ritmo, reconociendo enseguida la preferencia que tanto le gustaba a su menor. Comenzó a mover su cabeza al ritmo, jugando con sus manos como lo haría una persona rapeando aunque sin entender nada. La menor siempre le encontraba algún ritmo interesante que le hacía sentir mejor y su cansancio desvanecerse con la música.-  Quiero algo más tranquilo, algo que me haga volar y sentir el alivio llegar a mi cuerpo-. 

- Yo te puedo dar alivio, YongSun-ah-. Comentó mientras buscaba en youtube algo que se ajustara al gusto de su novia. 

- No seas irrespetuosa, Byullie. Tú me dejas más cansada. . . -. La menor rió encantada con la respuesta de la rubia.  

- Está bien. . .-.  Un puchero apareció en sus labios poco después que ponía una canción que había escuchado hace un tiempo atrás, interrumpiendo la anterior  

La mayor se percataba de la tristeza latente en las palabras de su novia al ser ignorada de forma tan cruel, pero no podían arriesgarse en un lugar que no era el suyo. Antes de conocerse, Moon había sido una busca pleitos, enojada y rabiosa, pero cuando comenzaron a salir juntas descubrió que sólo era una niña que buscaba que alguien le diera el cariño que tanto había anhelando. Yong Sun sintió la necesidad de cuidarla desde el comienzo, por ende no se resistió cuando comenzó a ser coqueteada por la menor. 

Miró a la menor y se movió un poco sobre la cama para quedar acurrucada en el pecho de la contraria, quedando en posición de cucharita con su pareja. Se quejó de sentir frío mientras esos delgados brazos le rodeaban la cintura y sentía la nariz de la contraria enterrarse en su cabello. Sabía que significaban aquellas acciones y pronto comenzaron a jugar entre risas, besos robados y abrazos. WheeIn compartía habitación con Solar, pero parecía que esa noche no volvería. Solar y Moon se habían quedado dormidas sobre la cama, en pijama luego de estar jugando y descargando un poco de su cansancio con la otra. 

A la mañana siguiente despertaron confusas cuando sintieron golpes en la puerta hasta que entró HwaSa, abriendo la puerta casi de golpe, saludando a sus unnies de forma entusiasta.  Sus dos compañeras eran consciente de su relación y cuando las cámaras eran apagadas se retiraban de forma sigilosa del lado de la pareja para darle su espacio aunque éste fuera solo por un par de horas. El día iba a comenzar pronto para todas en las preparaciones para su disco y debían salir en dos horas.  

La noche había sido un sueño para la pareja que se veía más animada después de pasar la noche jugando juntas. Sus compañeras de grupo ya llevaba cerca de cuatro años viendo el comportamiento de ambas y habían decidido que podían darle su espacio si mejoraba el ambiente. 

Cuando la pareja peleaba eran de temer.