En el trabajo no dejes de mirarme

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Moon y Solar habían debutado hace cinco años atrás como cantantes. Ambas habían sido descubiertas un día de fiesta cuando se subieron juntas a un escenario de un restaurante para ganar una ronda de bebidas gratis  a elección.  La canción era una que la mayor vocalizaba a la perfección y Moon sabía toda la parte del rap.  Nunca antes habían pensado en entrar al mundo del entretenimiento y ser famosas, pero a Yong Sun le emocionaba hacer el intento y su novia no se quejó demasiado y aceptó seguirla.  Con el tiempo terminaron trabajando juntas  por lo tanto, los días no eran nada aburridos. Sus compañeras de grupo Whee In y Hwa Sa resultaron ser mujeres comprensivas que no hicieron juicio sobre la relación que mantenían bromeando y advirtiendo que no querían escuchar nada raro mientras viajaban. La pareja, en el momento de su debut, ya llevaban cuatro  años de relación por ende ya habían pasado por algunas etapas de las parejas.  

A Moon le encantaba quedarse mirando a su pareja mientras ésta trabajaba en sus fotos, incluso en los días en los que no debía ir al set. Su relación era una cosa de secreto a voces dentro de la agencia en la que trabajaban, pero ellas aprendieron a no hacer demostraciones públicas de su amor. Habían trabajos en los que Moon no podía acompañarla de ninguna forma, por lo que pasaba esos días ocupada haciendo sus deberes o trabajando en sus propios proyectos.  Estar separadas no suponía un problema para ambas ya que en la noche podían estar juntas nuevamente.  Actuar de forma traviesa ante Solar era su forma de jugar con ella y la personas que las veían, a veces revelaba un poco de posesión sobre ella en público que terminaba siendo tomado como fanservice. Si la mayor lo intentaba frente a las cámaras solía llevarle la contra para no darle el gusto o no evidenciar que se derretía por ella.  Ese día debían grabar el vídeo de "gogo bebe" que sería el sencillo para esta vez.  Las últimas apariciones de ambas, Solar siempre terminaba llamando la atención de todos por su carisma y sensualidad en sus fotos. En esa ocasión no era la excepción y se encontraban grabando una escena en conjunto. La menor la acompañó hasta su camerino, encerrándose en este junto a la mayor. 

- Podrías dejar de babear. Tienes inundado el set. 

- Entonces hazte cargo de mí. Eres la culpable. 

- ¿Te das cuenta dónde estamos? No te atrevas,  Yi MoonByul-ah. 

- ¿Qué no me atreva a qué? -. Alzó una ceja señalando sus obvias intenciones. 

- A hacer lo que estás pensando, sucia. Aún no terminamos.  

- Mentira, yo escuché claramente que terminaron por hoy. 

- Espera a que lleguemos a casa.  

- Pero no quiero llegar a casa. 

- Por favor, Byullie.  ¿Si? En casa te consentiré todo lo que quieras. 

- Pero si tú también lo deseas ahora. 

- Ya comienzas a hablar tonterías. 

- ¿Segura? 

Solar se encontraba acorralada contra el mesón y el cuerpo de la más alta, a esa altura ya no podía mentir más. Desde el momento en que la menor había entrado en el cuarto sabía que estaría perdida. Su novia podía ser de muchas formas insaciable e imperturbable.  Ahora se encontraba suspirando bajo las acciones de la menor que jugueteaba con sus pechos y su intimidad, dejándose hacer y perderse en la maravillosa sensación que experimentaba cuando tenían relaciones. Cuando la menor se halló satisfecha, ayudó a su novia a volver a la realidad y terminar de arreglarse.  La pelirrubia la abrazó por la espada y en su oído le susurraba que esperaba ser consentida cuando llegaran a casa mientras escondía su rostro en su cuello. Solar estuvo a punto de enternecerse hasta que escuchó la risa de la mayor, darle una nalgada y salir primero de la habitación yendo a buscar el auto. La rubia siempre caía ante los deseos y caprichos de su menor sin importar sus propios sentimientos. Sabía que la otra siempre la hacía disfrutar finalmente y nunca la trataba con brusquedad. En el auto con sus compañeras de trabajo iban conversando, riendo y comentando que pronto vendrían las presentaciones en vivo. A pesar de mostrarse todas emocionadas, Moon internamente maldecía el día de que se lanzara el disco. Se volvían tiempos difíciles y aunque vivía con su novia, el tiempo que pasaban a solas se reducía a nada. 

Cuando llegaron a su departamento, MoonByul se detuvo detrás de su novia y la abrazó por la espalda escondiendo su rostro en el cuello de su pareja, igual que hace un rato atrás aunque no se escuchó ninguna risa por parte de la menor. Solar amaba esos momentos donde la más alta mostraba tan abiertamente la necesidad que le tenía.  

- Oye, Yong Sun-ah. No tienes permitido a dejar de verme durante estos días. Debes darme el doble de atención.  

- ¿Quieres explotarme? ¡Vamos! No nos separaremos cuando lleguen las presentaciones. Vamos a la cama para que te consienta. 

- Prométeme que me seguirás mimando durante esos días-.  Solar rió mientras prometía enternecida que iba a seguir mimando a su tan consentida novia. Hizo que el ambiente volviera a ser alegre y travieso para luego ser secuestrada a la habitación donde iba a disfrutar un par de rondas más antes de poder descansar. 

Moon Byul sabía que esa promesa no se cumpliría, eso no era importante y no lo fue en mucho tiempo hasta que Yong Sun sí comenzó a dejarla de lado.  

No te imaginas cuánto te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora