"No me dejes"

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Había ya pasado un año mientras preparaban esas canciones y la condición del grupo no se podía comparar con nadie. Ya comenzaban a destacar fuertemente en el público coreano y extranjero por la calidad vocal de todas, sus simpáticas integrantes y el ritmo de sus canciones. Después de un largo año habían por fin terminado de hacer los cuatro mini-álbum que prometieron. Después de aquel tiempo por fin las miembros tenían una noche tranquila y descanso.  Aunque todas aún tenían trabajo en televisión, comerciales y otras actividades, al menos los conciertos habían acabado y ahora sólo tendrían los ensayos diarios y mucho más tiempo libre.  

La menor de la relación ahora se encontraba en el departamento de una de sus compañeras bebiendo alegremente junto a su novia. Entre las cuatro sabían divertirse y se podía decir que todas estaban un poco más locas que el resto de las coreanas que conocían. Cerca de las tres de la mañana todas habían caído rendidas en medio de la sala, cubiertas con mantas y en pijama. Al día siguiente debían festejar con las personas de su empresa y volver a la rutina, si es que tuviese una. A las siete de la mañana Moon se levanta por un vaso con agua mirando a su novia dormir abrazada a la maknae. Llevaban tanto tiempo juntas que cosas como aquella ya no le molestaban, le causaban ternura. Incluso en la relación actuaban como un dúo moviéndose de forma sincronizada, adivinando el pensamiento de la otra o consolándose.  No había cosa que Solar hiciera que pasara desapercibido para MoonByul, también sabía que su novia nunca tuvo madera de mentirosa y la pelirubia comenzaba a darse cuenta que algo había cambiado en la mayor en el último tiempo. Había cambiado sus actitudes y su forma de actuar a veces parecía ser bastante forzada. Desde que habían comenzado con los conciertos de "gogobebe", la actitud de su novia fue empeorando.  Cuando se encontraban en público le permitía tocarla y actuar con normalidad, pero en privado rehusaba a estar juntas y a solas. Muchas veces trató de hablar con ella y preguntarle qué era lo que sucedía pero siempre evitaba responder de forma concreta.  "No es nada, solo voy al baño" "iré a la cama" "Hoy vuelvo primero a casa"  "Invité a las chicas a dormir" "Lo siento Byullie, hoy prometí salir con una amiga", excusas que reconocía. Solar, no la miraba a los ojos, su voz estaba ansiosa, escondía sus manos y andaba distraída. 

Moon se quedó observando por un momento a su pareja dormir y sintió crecer el rechazo dentro de su corazón. Llevaban casi medio año de presentaciones y hace tres meses que no podían estar a solas.  No le gustaba cuando se sentía apartada y el sentimiento de vacío en su pecho volvía a arder; llevaba años sin ese sentimiento de estar enojada y muerta por dentro. Esa noche era la segunda después de haber terminado todas las presentaciones y la mayor sólo buscaba excusas para no estar a solas.  Se había cansado de intentar hablar con ella, de ser comprensiva con su pareja y ser paciente, preguntar qué sucede o de intentar sacar algo de información de su novia.  La mayor actuaba de forma nerviosa y perseguida cada vez más hasta perder la capacidad de reír y hacer reír a los demás.  

Una semana después de aquella noche, ambas se encontraban en el pasillo gritando una a la otra por primera vez desde que su relación comenzó. Moon había llegado recién a  casa y se encontraba ebria a más no poder. No era la primera vez que la menor tomaba tanta cantidad de alcohol, pero sí desde que habían terminado la escuela media. En la entrada se encontró de frente con la pelinegra que la miraba con reproche, pero en su ebriedad quiso mostrar su afecto por su "unnie", lanzándose encima hasta hacerlas caer en el suelo.  No sabía que hora era o qué estaba haciendo, simplemente trató de forma fallida de besar a la mayor terminando por besar su mejilla e ir bajando por su cuello. Sus manos inquietas se movían bajo la playera contraria alcanzando el pecho de su novia y apretar éste con fuerza. No escuchó a la mayor quejarse y tampoco sintió la patada en su estómago o el golpe que se dio contra la pared. Su mente estaba llena de su pareja y llena de dudas que la inquietaban. 

No te imaginas cuánto te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora