Illuso x Lectora - El Reflejo de tu Amor

Danger II

-A decir verdad, tal vez no sea con las mismas ganas que un tipo que conozco, pero no me molestaría tener uno o dos hijos. ¿Te imaginas si alguno llega a parecerse a mí? ¡Sería lindo!-

Sonreíste al escuchar las palabras del hombre del espejo. Quién diría que sí le gustaría la idea.

-Pero sabes- Continuó -No quiero hacer eso hasta que me vaya lejos de aquí-

Tu mirada se volvió desconcertada.

-Oh... Pero, ¿Porqué quieres irte lejos? ¿No te gusta éste lugar?- Preguntaste, casi con la voz entrecortada.

Hay cosas de las cuales no me gustaría estar pensando. No tengo problema con mi trabajo, pero preferiría algo más seguro.

Bajaste la mirada.

-¿Alguien te amenazó?

—Claro que no. Sólo hay cosas que quiero olvidar. ¿A ti no te gustaría cambiar de ambiente?—

—Tal vez si. Pero tengo miedo de hacerlo—

—¿Te daría miedo intentarlo conmigo?—

Miraste a Illuso, quien te veía con una pequeña sonrisa. Éste reflejaba seguridad, ya que de verdad estaba dispuesto a intentar llevar otro paso contigo.

—(T/N), desde aquella vez que te ví llorando, esa vez que me contaste lo que sentías, me ví reflejado en ti. Ahora no quiero hacer otra cosa más que protegerte y cuidar de ti.

Así que si me lo permites — Dijo mientras tomaba tus pequeñas y delicadas manos con las suyas— Déjame  formar parte de tu vida. Quiero una relación contigo, no sólo de amistad, quiero que seamos pareja—

—¡Ah, Illuso!— Exclamaste nerviosa.

—Te daré tiempo de pensarlo. Si no quieres, está bien. Sólo ten en cuenta que romperás el frágil corazón de este hombre—

Mientras tanto, con Ciliegia; estaba en su cama, sola, mientras lloraba y pensaba en algunas cosas.

«¿Porqué tuve tanta mala suerte con Illuso? Ahora tengo que consolarme con tener una relación abierta con Melone y Ghiaccio. No puedo llenar el vacío por más que lo intente. Pero esa chica... me pregunto si es la misma de la que Illuso tanto habla. ¿En serio piensa llevársela lejos de aquí para dar un borrón y cuenta nueva a su vida? Sobre mi cadáver» Pensó Ciliegia.

Los amores no siempre se corresponden. Desafortunadamente, hay un alma que se enamoró del hombre equivocado.

A la mañana siguiente. Despertaste y tuviste tu típica rutina. De no ser por tu trabajo, facilmente se te tacharía de hikikomori o algo así. 

Durante la jornada de trabajo, la misma chica de la otra vez, llegó a la tienda. Para tu infortunio, estabas temporalmente sola cuidando del local.

—B-bienvenida— Dijiste con una voz entrecortada.

—Hola, venía por un vestido. Quiero uno talla S, de preferencia holgado de la cintura para abajo. El color no me importa, con que se vea bien—Dijo con un tono serio.

—Claro, aquí tenemos vestidos así. ¿Quiere algo liso o con estampado?—

—Ya veo. Bueno, uno con estampado de mariposas me caería muy bien—

—Mariposas... bueno... aquí hay uno...—

Mientras hablabas, Ciliegia te estaba observando. De paso observó detalladamente el local, el cual se le hacía sospechoso. Si bien, a simple vista sólo era una tienda más de la sque estaban ubicadas en Nápoles, la pelimorada tenía la corazonada de haberse sacado la lotería dentro de Alba—