Illuso x Lectora - El Reflejo de tu Amor

Hellcore Ataca

Ciliegia, quien fue a su cuarto, se llenó de determinación para quitar del camino al supuesto estorbo que no le dejaría tener al hombre de sus sueños. En eso llega Melone. 

—Oh, sólo eres tú— Dijo Ciliegia, desilusionada.

—Supongo que sí. Quería ver cómo estabas, ya que hace rato te oí gritarle a Illuso—

—Ah, descuida, solo son tonterías— 

—No quisiera verte tensa por cosas que no valen la pena. Si necesitas ayuda, sólo pídela—

—Hmm, ahora que lo pienso, hay algo en lo que me puedes ayudar—

—¿En serio? ¿Qué necesitas?—

—Bueno, hay una chica que parece un buen candidato para Babyface— La mirada de la joven se veía muy macabra.

Melone miró a Ciliegia desconcertado.

—No me estás diciendo que tu quieres... eh, que use babyface en ti, ¿Verdad?—

—Claro que no, tonto. Hay una candidata perfecta que inclusive te daría un homúnculo mejor que yo—

Ciliegia le explicó la situación a Melone, lo que no sabe, es que la supuesta madre perfecta para babyface, ¡No era ni más ni menos que la chica que le prentende Illuso!. Esperemos Melone no se meta en problemas...

A la mañana siguiente, Melone y Ciliegia se prepararon para llevar a cabo el plan; traumarte con Babyface, quien posteriormente te terminaría asesinando. Por si las dudas, la sangre del padre no era ni más ni menos que la de un enemigo que Ciliegia había matado tiempo atrás.

Una vez llegando al local, se percataron de que estabas sola. Así que aprovecharon para entrar.

—Buenos días, estaré...— Guardaste silencio al ver una cara familiar, pero recordaste que podías defenderte, tal vez no conocías su capacidad, pero seguramente podrías hacer algo—No te atrevas a hacer nada, no quiero lastimarte si no es necesario— Comentaste.

—Descuida, solo vine porque mi amigo quiere hacerte unas preguntas. Viene haciendo un censo de salud—

—¿Cómo sé que puedo confiar en ti?— Preguntaste.

—Porque no eres más que una inútil que sólo sabe seguir órdenes, por eso— Dijo Ciliegia con un tono arrogante. 

Querías defenderte y responder, pero te dio justo en el blanco.

—Está bien...— Respondiste con un tono decaído.

—Melone, no me mires así. Sólo dije la verdad—

—¿Estás segura de que ella quiere hacerlo?— 

—Lo hará justamente por eso, ¿O no?— Te miró con una cara furiosa.

Bajaste la mirada, pero afirmaste que sí. Te encerraron el el segundo piso.

Melone te hizo las mismas preguntas que le suele hacer a sus víctimas; estado de salud, edad, tipo de sangre, fecha de nacimiento, entre otras cosas.

Recordaste lo que Illuso te había comentado anteriormente, así que sacaste el pequeño espejo que antes te había dado y le diste unos toquecitos con tu uña.

Justo antes de que Babyface te impregnara, un brazo salió del espejo que anteriormente habías sacado. Melone estaba tan ocupado que no se había percatado de dicho detalle, mientras que Ciliegia vigilaba la puerta principal.

El brazo estuvo a punto de jalarte hacia el mundo del espejo, pero al escuchar una voz familiar, decidió ser quien saldría al mundo real.

—Melone, ¡¿Qué carajo quieres hacer?!— Exclamó Illuso una vez salió del espejo.