Illuso x Lectora - El Reflejo de tu Amor

Contigo

Hola, lamento la ausencia(? el caso es que ya estoy motivada y con mas tiempo de seguir divirtiéndome escribiendo, me alegra que la gente si haya leído mis cosas cuando no estaba. QwQ

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—Ghiaccio, ¿Sabes lo que están escribiendo sobre ti?

—Eh, ¿De qué hablas? —El chico de rulos azules miró a su amigo, algo intrigado.

—Es... que...— Melone se notaba nervioso— ¡No entiendo porqué el puede hacer eso y yo no!

—¡Hey! ¡¿De qué demonios estás hablando?!

—Lo que pasa es que, ¡AH!— Un golpe con una sartén en su cabeza interrumpió al peli-morado.

—Lo siento, Ghiaccio. Ya puedes regresar a lo que hacías. 

—¿Qué rayos está pasando?

A lo que la joven editora, un poco nerviosa, respondió; —Deja te lo explico mientras el capítulo de hoy sale a la luz...

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Te encontrabas acostada en tu cama, viendo algo en la tele. Ni si quiera sabías muy bien lo que estaba pasando, ya que lo le estabas prestando la debida atención, solo te preocupaba que las cosas volvieran a salir mal. En eso, tu compañero se encontraba en la cocina preparándote un té mientras hacía una llamada.

—''¿Seguro que no sabes nada de Ghiaccio?''

—No, capo. Espero que se encuentre bien. Tal vez suene algo cursi pero, no me gustaría saber que algo malo le pasó.

—''Él sabe cuidarse solo. Pero aún así no podemos dejarlo a su suerte así nada mas. Si sabes algo de él, házmelo saber''.

—Descuide, capo. Yo le haré saber— En eso, colgó la llamada para terminar de preparar el té. Acto seguido, va a tu habitación.

—Ten, esto te ayudará un poco. ¿Quieres unas galletas para acompañarlo?

—Creo que estaré bien así. Muchas gracias...

Cuando terminaste de hablar, sentiste sus delicados labios rozando tu frente.

—¿Sabes? Ahora teniéndote conmigo, mis ganas de dejar mi trabajo para hacer algo más noble y menos peligroso han aumentado.

—No quiero comenzar de nuevo, pero, ¿Habiendo tantas chicas sanas mentalmente te haz fijado en mí? No merezco a alguien como tu.

El hombre del espejo bajó la mirada por un momento. 

—Hay cosas las cuales no hay necesidad de decir, si no de demostrar— Acto seguido, se retira.

Este se sienta en un sillón, se acomoda y limpia una de sus lágrimas con uno de sus dedos. ''¿Porqué tengo que tener un límite haciéndome el fuerte?'' Pensó Illuso, mientras observaba el oscuro cielo por la ventana.  

Mientras tanto, con Ghiaccio...

—Deberíamos repetirlo. Considérate libre luego de esto— Dijo el hombre de rastas verdes, mientras se abrochaba su pantalón. Tenía una mirada picarona.

—¡Te mataré un día de estos!— Respondió Ghiaccio, enojado.

—Procura intentarlo cuando puedas volver a sentarte, ja, ja.

—Maldito... tengo cosas más importantes que hacer. ¡Pero cuando vuelva ahora tu serás la perra que esté gritando de dolor!— Acto seguido, se retira con ayuda de su stand.

Estaba patinando a velocidad considerable, en eso, se encuentra un homúnculo bastante familiar. Este revisa una foto que tenía en su mano, y se percata de que es el mismo chico al que estaba buscando.