Hola!! Aquí estoy otra vez, que no pare el ritmo de actualización... Tengo muchas historias en la recámara que me encantará ir compartiendo con vosotras :)
Disfrutad de un nuevo capítulo y recordad que os quiero un montón.CAPÍTULO 12: NUESTRO BANCO
Las semanas iban pasando mientras Inés luchaba contra sus miedos. Su mente racional la empujaba a sopesar los pros y los contras de lanzarse al vacío junto a Irene. Por un lado, no sabía si era correspondida y dar semejante paso podía llevarla a estrellarse contra un muro de granito y destruirse a sí misma, por otro lado, cada día le costaba más mantener las distancias, las miradas en clase se volvieron intensas e incesantes, parecía que solo daba su cátedra para la castaña, que no tenía más alumnos que la joven de mirada chocolate.
Tras la noche en la que Irene se quedó cuidando de Noah, la pequeña había generado un cariño desmesurado por ella. Repetía su nombre incesablemente, preguntando por ella a todas horas, incluso a Jen, cuando la pobre no sabía a quién se refería la pequeña. Conversaciones de besugo mantenían madre e hija en las que Irene era el centro, peleando y riendo, ya que Noah aseguraba que la mujer más hermosa del mundo era su madre y esta que Irene, sin que ninguna de las dos llegase a un acuerdo.
Los habituales garabatos negros, azules, naranjas y amarillos que componían sus dibujos se llenaron de marrón y verde, simulando a Irene. La pequeña se empeñaba en dibujarla a su manera, con pequeños garabatos de los colores que la caracterizaban en la mente de su hija.
Dichos garabatos adornaban cada rincón de la casa, ya que Inés se empeñaba en demostrar su desmesurado orgullo, buscando lugares de prestigio para las creaciones de su pequeña, regalándole sonrisas llenas de ternura y sobre todo admiración.
Durante sus clases se mostraba exigente, conocía el potencial de la morena, sabía que exprimiéndola podía sacar de ella maravillas, por lo que, trabajos que normalmente calificaría con la más alta nota, se los entregaba con notables, obligándola a exigirse cada día más para llegar al excelente. Era un reto y sabía que Irene no se rendiría, que lucharía por la mención honorífica pues estaba convencida de que la merecía con creces.
Las notitas entre trabajos y apuntes se hicieron habituales. Ya no eran sobre olvidar un amor que te ha destrozado sino palabras como: ¿Es todo cuánto puedes hacer? O Demasiado flojo para una mente brillante, le regalaban, por parte de la castaña, miradas de reproche y desafío. Nunca con ira, pues Irene comprendió desde su primera nota baja, que su profesora solo quería lo mejor de ella, sacar todo su potencial e, interiormente, la admiraba por ello. Inés le enseñaba de verdad y en sus clases aprendía mucho más que en cuatro años de carrera.
Con ella era distinta, pues era el motivo por el cual se decidió a luchar nuevamente, había cogido la pluma después de años sin que un solo verso escapara de su mente y, tras la llegada de Irene la ideas volaban sueltas, dándole alas a un corazón que se había negado durante años a latir sin más propósito que bombear sangre.
Todos los alumnos eran conscientes de la mirada que Inés guardaba exclusivamente para Irene, la impoluta alumna de primera fila por la que desde el primer día demostró un aprecio distinto. Los murmullos y las habladurías no tardaron en llegar mientras Ruby se empeñaba en volver a sus teorías sobre su posible homosexualidad, asegurándole que tras la mala experiencia con Pablo lo que necesitaba era salir del armario y dejar de engañarse a sí misma.
Para Irene, el recuerdo de Pablo solo quedaba relegado a un rincón de sus recuerdos. Durante sus clases en la 155, la profesora Arrimadas tenía la capacidad de evadirla del mundo con sus palabras, de enseñarle, de transmitirle tranquilidad y confianza. No le había contado a su amiga la experiencia que tuvieron en aquel banco en el parque, tampoco le dijo que había estado en su casa cuidando de la pequeña Noah, porque se montaría sola películas y tendría que aguantarla meses burlándose de ella.
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Aula 155
FanficAdaptación Irenés AU de un fic swanqueen escrito también por mí, llamado aula 108. Irene Montero empieza su cuarto curso de Literatura en la universidad, una de sus asignaturas la imparte Inés Arrimadas, una mujer brillante con un oscuro pasado a su...