Capítulo VI. El Comienzo.

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Stephen Strange es el mejor neurocirujano del Hospital Central, y es reconocido varios países en el mundo.

Su vida antes de ser el Hechicero Supremo era malo, pero después de su accidente automovilístico todo cambió.

Parecía que nunca más podría ejercer nuevamente su trabajo en el hospital, y solo dedicaría su tiempo como Hechicero Supremo.

Pero no fue así, Stephen encontró un hechizo capaz de ayudarle tener el control total de sus manos dañadas, teniendo nuevamente sus manos que tanto se enorgullecía tener, aunque sea solo en momentos necesarios.

Pero en su vida amorosa ha cambiado con el tiempo.

Antes del accidente presumía alegremente su relación con la Doctora Christine Palmer,  pero su relación no era color de rosas, siempre eran altibajos hasta después del accidente.

Después del accidente les hizo romper su relación, Stephen sufrió por ello, pero no había vuelta atrás, él y ella habían tomado esa decisión, que tal vez no haya ningún regreso.

No fue sino mucho después de convertirse en Hechicero Supremo y volver como médico neurocirujano, que Stephen Strange y Christine Palmer reanudaron su relación.

╾✿

》Día antes del accidente de Tony《

Stephen se encontraba recostado en su sofá de su oficina, ya que se encontraba tan cansado, apenas había salido de una cirugía de 7 horas, aunque sea el mejor neurocirujano no puede hacer el trabajo más rápido.

Ese día era su aniversario de su relación con Christine y le había avisado anteriormente de que no podía llegar a tiempo a su reservación al restaurante.

Lo que más le sorprendió fue la calma de Christine al posponer su aniversario.

Pero Stephen ya tenía un plan para sorprender a Christine, ese mismo día le propondría matrimonio.

Stephen se despidió de todos sus compañeros de trabajo y se dirigió a Sanctum Sanctorum para alistarse y sorprender a Christine en su departamento.

Después de ponerse el traje adecuado para la ocasión, Stephen se dirige a una floristería para un ramo de rosas Rojas,  este día será perfecto.

Stephen llega al departamento de Christine por un portal con todas las cosas que necesita para la propuesta.

Cuando puso un pie en el departamento de Christine sintió que algo no estaba bien.

Stephen dejó las cosas en la mesita de café que había en el departamento y se preparó para lo que le esperaba, solo deseaba que Christine estuviera bien, en caso de que hubiera un enemigo.

Pero lo que nunca espero fue eso.

Dos copas con vino se encontraban en un mueble, la blusa de Christine que le vio en la mañana se encontraba tirada en el suelo junto con otra camisa, Stephen dejó su postura de defensa y caminó siguiendo el camino de ropa tirada por el pasillo que se dirigía a la habitación de Christine.

Cuando llegó a la puerta de la habitación, sus lágrimas se deslizaron en sus mejillas.

Se podía escuchar claramente a Christine hablando con un hombre, hombre que conocía perfectamente.

Mr. StrangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora