The Angel and The Beast's Final

Primer Capítulo: Fon es un traidor.

Estaba saliendo de su habitación cuando escucho varios gritos y disparos en el piso de abajo, su hermana y Reborn estaban en la cocina, quizás pasar por la farmacia y comprar unas aspirinas no sería una mala idea... Una explosión se sumó, Hayato, o Lambo ... No creía que una aspirina fuera suficiente ¿Debería finalmente aceptar ese trago de Xanxus? Varios gritos se sumaron y decidió que su desayuno podía esperar, entró a su habitación nuevamente y salió por el árbol junto a su ventana, si tan solo tenía un par de minutos tranquilos esa mañana podía lidiar con la mierda de día que tendría por delante o al menos eso quería creer ... Maldecía el día en que pensó que participar por ser la prometida del Décimo Vongola sería una buena idea.

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Fon la estaba mirando demasiado esa mañana y eso nunca era buena señal... Siempre había algo detrás, de lo que normalmente no quería formar parte, como cuando la convenció de que unirse al comité disciplinario sería una buena idea para luego terminar haciendo de niñera de Kyoya, y la mitad de la montaña de papeleo que el prefecto producía. Tetsuya bendita sea su alma, se llevaba la mitad, y de no ser así temía saber que sería de ella, así que en resumen, el que su maestro la mirara tanto no era una bueno para nada y era su señal para irse...

— Creo que es hora de que vuelva a casa... Necesito cambiarme para ir a clases — Se excuso esperando la orden para colocarse de pie, y la oscura mirada del mayor se posó sobre ella por unos instantes.

— Por supuesto, ve con cuidado y dale mis saludos a Nana-san. — Dijo de forma calma y Tsu pensó que se libro por lo que rápidamente se levantó aún con respeto para poder irse, pero cuando estaba llegando a la puerta corrediza del Dojo, unas palabras lo detuvieron.

— Por cierto un amigo puede ir a visitarte hoy, es algo... Extravagante. — Escondió la mitad de su rostro con sus largas mangas rojas frente a su rostro y Tsu supo que lo hacía porque escondía algo que no quería que ella viese, una sonrisa maliciosa probablemente, demonios, debió correr. — Pero espero que lo trates de forma cordial, tiene algo importante que decirte, a ti y a tu hermana...

— ¿A Tsuna-nee? — Bien eso la logro intrigar su maestro sabía que su hermana era tema sensible por lo que la evitaba nombrar, así que esto debía ser serio. Probablemente debió preguntar más pero algo en sus ojos le dijo que no obtendría mas respuesta. — Entiendo ... Que tenga un buen día, Maestro. — Hizo una reverencia y se despidió saliendo del lugar mientras pensaba en las palabras del hombre.

Espera... Dijo ¿Extravagante? ¿Quien podría ser considerado extravagante para los altos estándares de su maestro? Mierda... Estaba empezando a tener un mal presentimiento sobre esto, que esperaba que sólo fuera paranoia después de todo Fon no la dejaría con un extraño potencialmente peligroso ¿No?

Minutos después cuando llego a su casa y vio a un hombre de Fedora dispararle a su hermana que tropezaba por la entrada de la casa, no pudo evitar pensar que su Maestro era un maldito traidor, y jamás volvería a confiar en el de nuevo, nop, no cometería ese error nuevamente.

— Ehmm... — Llamo la atención del extraño una vez intento procesar la situación, el hombre en cuestión a pesar de tener un arma y dispararle abiertamente a su hermana no parecía peligroso en el sentido de que por la forma que usaba esa arma Tsu estaba segura de que pudo matar a su hermana sin esfuerzo de quererlo. — ¿Puedo ayudarle con algo?

— Chaos — Saludo dándose la vuelta para verle con un brillo en sus ojos que Tsu reconoció de alguna parte pero no estaba segura de dónde... Volviendo a lo importante había algo que tenía que hacer primero.

— Las armas de fuego están prohibidas en Japón, ¿Asumo que tiene un permiso para su uso? — Pregunto notando la sonrisa divertida que afloraba en los labios del italiano.