Capitulo 1.

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Harry dejó de comer su helado al notar como su padre se detenía bruscamente mientras caminaban por toda la calle principal del callejón del Diagon. Incluso su madre se volteo a verle confusa.

— ¿James?—Preguntó Lily a su marido al ver su extraña actitud— ¿Sucede algo? ¿Te encuentras mal?—Dijo, estirando su mano y tocando su rostro—Te.... has puesto frío.

James apartó la mano de Lily rápidamente de su rostro y negó. Observo nuevamente la tienda y la figura que estaba frente a ella, mirando en las vitrinas.

—Yo... eh... ya regreso—Murmuró a su esposa e hijo.

Lily casi lo vio correr hasta un lugar y entrecerró los ojos al ver y entender por qué James se había puesto así. Claro... Severus. Pensó que su esposo ya había dejado de insistir en ese tema desde ya hace tiempo atrás. Recordó que en algo momento James se.... Lily negó y se tranquilizó.

— ¿Quién es él?—Preguntó Harry con curiosidad a su madre. Se supone que habían ido a comprar sus materiales y libros para su cuarto año en Hogwarts— ¿Por qué papá... Está así?

Lily prefirió no hablar. Era un tema del que ella no estaba dispuesta hablar, y sabía que si alguien tenía que responder esas preguntas era James ya que... después de todo, el había participado en aquel incidente mientras eran estudiantes.

James se alejó de su esposa y e hijo y camino, casi corrió hasta donde un hombre cabello algo largo y negro se encontraba. Estiró su mano y con nerviosismo tocó su hombro hasta que este se volteó. Los ojos negros que le veían se entrecerraron con molestia.

—Severus...—Murmuró con voz temblorosa el hombre de lentes—Hola... ¿Qué tal estas?

James observó como los labios de Severus temblaron.

—No es necesario que...—Murmuró rápidamente el auror pero ya era tarde. Snape había sacado un pequeño block de notas de uno de los bolsillos de su túnica y por lo que parecía respondería su pregunta.

—«Estaba bien, hasta que te vi»—Escribió Severus en la libreta—«Y creo que no lo estaré en todo el día».

James respiró ruidoso.

—Lo siento...—Susurró con casi dolor en la voz— ¿Tú... no necesitas nada, verdad? ¿Algo... en que pueda ayudarte? —Preguntó—Lo que desees... puedes pedírmelo.

Snape soltó una risita al escuchar aquello.

—«Sí... Potter, lo sé, en tus ridículas cartas siempre lo escribes»—Escribió Snape y bufó aburrido—«Creo... que regresare a casa»

— ¿Las lees?—Dijo James al leer aquello— ¿Por qué... Por que nunca las respondes? Yo.... No quiero me odies, todo lo que he hecho yo....


—«Potter, cierra tu estúpida boca»—Pidió Snape con su bolígrafo al escribir la frase—«Adiós»

Snape guardó el block de notas y el bolígrafo pero James le agarró del brazo para detenerle.

—Por favor. ... ¿Podríamos hablar?—suplicó el de lentes—Aquí no... claro si quieres... en otro lugar.

Severus gruñó, y rompió el agarre que James tenía en él. Le miró y se desapareció frente a él.

Lily suspiró al ver el rostro abatido de su esposo, no había logrado escuchar nada de lo que James le había dicho al que fue su ex mejor amigo durante el colegio pero al parecer... no había resultado como James esperaba.

Se acercó junto a Harry y le dio unas cuantas palmadas en la espalda.

— ¿Estás bien?—Preguntó ella al verle.

James asintió, sonrió de nuevo escondiendo el dolor que le había provocado aquella conversación.

—Sí... continuemos—Pidió.

Harry observó a su padre— ¿Quién era?—Insistió— ¿Algún amigo tuyo, papá?

James miró a su hijo y luego desvió su vista.

—Continuemos—Murmuró sin responderle aquella pregunta a su hijo.

Sin PalabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora