Capitulo 2.

12.9K 993 402
                                    

Severus soltó un largo suspiro al llegar a casa, guardó la comida y algunos libros que había comprado y decidió prepararse un té. Vivía en un pequeño departamento en Londres, la casa de sus padres en la hilandera la mantenía arrendada, y de esa forma conseguir algo de dinero extra. El departamento en donde vivía al cambio.... No era arrendado pero tampoco era de él. O bueno, sí, sí lo era. Pero él no lo consideraba suyo como tal.

Bebió algo de té mientras se preparaba algo para almorzar. Después de eso daría una larga siesta. No tenía realmente mucho que hacer, no trabaja. Aunque... ayudaba a Poppy a realizar algunas opciones, la mujer no confiaba completamente en el profesor de pociones que impartía clases en Hogwarts y aunque Severus agradece el que confiara en él, sabía que había sido Dumbledore el de la idea. Simple lastima.

No tenía trabajo, nadie había querido contratarlo. Por muy mago que fuera no tenía voz. Profesor no podía ser y aunque podía realizar algunos hechizos sin necesidad de pronunciarlo para la gente no era suficiente y el... No suplicaría.

Vivía bien, y sin preocupaciones aunque se aburría constantemente.

El ver a Potter ese día le había "alegrado" no lo odiaba, no, aunque el muy inútil no había sido culpable directamente de la "broma" que sirius Black le había puesto, Potter era amigo de Black y eso lo hacía tan culpable como él. Además... sabía que Potter se aparecería en la entrada de su apartamento tarde o temprano.

Preparo algunas papas asadas, y un filete de carne con ensalada. Al comer, se recostó por un largo rato, nunca llegó a dormirse pero era algo "terapéutico" que hacía para no enloquecer.

Miro el reloj, ya eran casi las cinco de la tarde. El tiempo pasaba volando y justo cuando se acomodó en su cama para quedar sentado el timbre y sonó y Severus sabía quién era. Bajo de su cama y cruzó casi todo el apartamento hasta llegar a la puerta, la abrió ligeramente.

—Severus.... —Murmuró James de pie en ella—Yo... ¿Puedo entrar?

Severus le miró con rostro aburrido. Le hubiera encantado decirle algo así como "¿Qué haces aquí?" pero no podía hablar y tampoco había traído su libreta de notas consigo. Además... Potter hacía lo que quería cuando llegaba allí, después de todo aquel lugar se lo había comprado el auror que tenía frente a él.

Snape se hizo a un lado y james entró, abriendo el mismo la puerta por completo. Potter tenía en sus manos una pequeña bolsa con comida ya preparada y caliente.

— ¿Moviste los muebles?—Preguntó caminando hacia la cocina, Severus cerró la puerta y le siguió—esta diferente.

Snape rodó los ojos al escucharle. James ya tenía casi un mes sin ir allí. No porque el auror no quisiera ir, si no por que Severus le había prohibido que regresara. Severus movió su mano y la libreta que estaba en el cuarto voló hasta su mano junto al lapicero. Potter tomó asiento en la pequeña mesa mientras desempacaba la comida y hacía levitar dos platos hasta la mesa para servirla.

Severus tomó asiento frente a él.

—« ¿Qué haces aquí?»—Escribió y le mostró.—«Creo haberte pedido que no regresaras»

—Me estas evitando, Sev, te escribo y no me respondes. —Murmuró nervioso el auror—te pregunto si necesitas algo... y tampoco me lo dices, No quiero que me odies... ¿tú no me odias verdad, severus?—preguntó.

—«James...»—escribió su nombre al ver el rostro preocupado del hombre frente a él. Oh... como le hubiera gustado reír en ese momento—« ¿Por qué siempre me preguntas lo mismo en todos lados? Tú sabes que yo estoy bien. Tú me das dinero para vivir ¿no es así? Deja de preguntarme las mismas estupideces cada rato»

Sin PalabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora