#2 Capítulo 8

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Pido disculpas por mi ausencia, no ha sido por descuido sino por falta de tiempo. Estoy a ley de tres o cuatro capítulos para terminar y el destino confabula contra mi tiempo de escritura. Espero que les guste este capítulo y que puedan ver a estos personajes dejar de ser lo que un día fueron para ser parte de un todo... sorry de nuevo por los cambios drásticos. Aviso que estoy en el "draft" de otra historia fan... luego les cuento.

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- No creo que sea buena idea que yo este acá contigo Tin, deseo partirle el trasero a tu hermano y más aún tal vez matarlo. – No eres el único pequeño Can... No eres el único... pero todo poco a poco. Confía en Tin y Rajasi.

-No es cosa de ser buena idea o mala, es algo que debemos hacer para que den un paso atrás o terminen siendo destruidos por su propia codicia. Lo mejor de todo, mis abogados están aquí. – Tin miró los autos y sonrió de manera maliciosa, nunca pensó que tendría que usar esa carta. Incluso por amor a su sobrino la información recopilada sobre su hermano se había guardado muy bien sin querer utilizarla. Pero su decisión de asesinar a uno o a ambos había cambiado las reglas del juego. Ahora tenía claro que debía proteger a Cantaloupe con todo lo que tenía.

-¿QUE DIABLOS ESTÁN DICIENDO, EMBARGAR QUE CARAJO... ESTÁN LOCOS O QUÉ...?- la voz histérica se escuchaba claramente desde el pórtico, no era la única que gritaba pero si la única que parecía más que confundida. En el momento en que Tin y Can entraron todas las miradas se dirigieron a ellos, algunos se colocaron de rodillas, otros intentaron moverse contra ellos, pero la presencia de dos leones uno blanco dorado y otro rojizo dorado los detuvo en su lugar. Cada miembro de la familia miraba con horror el despertar de una nueva dinastía, de la que ellos no serían parte. Poco a poco, todos cayeron de rodillas, solo el hermano de Tin miraba a este con odio y se negaba a brindar honor a los dioses que hacían acto de presencia.

-Aquellos que tienen deuda con nosotros no están todos presentes. Pero aquello que si lo están sepan que el destierro y olvido será lo que le espera por la traición cometida. El honor de la familia en el lodo, por la codicia y la mentira. – Rajasi no parecía enojado, se le vía con la mirada cargada de tristeza, tanto Can como Sighn se acercaron a él y le acariciaron, intentando reconfortarlo. Las familias habían sido escogidos desde que el humano camino la tierra y estás habían sido honradas, siempre compartiendo un gran amor por su prójimo, por el bienestar de su país. Era la primera vez que la codicia y ambición los había llevado a traicionarlos.

-No importa lo que digas hermano, la verdad está en la evidencia. Tus días como presidente de la compañía familiar se han acabado has estado gobernando en una compañía que no es tuya desde hace tres años por los préstamos que hiciste. Sin embargo te había protegido mi amor por tu hijo y tu familia. Pero hoy tu codicia puso en peligro mi familia, no tembló tu corazón corazón para pedir el asesinato de mi alma gemela. Ahora tú y los tuyos tendrán que pagar las consecuencias. – Can quería echarse a llorar, podía sentir el dolor en el corazón de Tin, no comprendía muy bien cómo era posible lo de compartir los sentimientos. No obstante aun cuando Tin parecía cargado de rabia y seguridad ante su hermano, la imagen de su familia de rodillas incluyendo su sobrino le estaba rompiendo el corazón.

-Señor... mi señor... no... bueno no sabía... pensamos que nos había abandonado...

-Aun dormido tengo acceso a las memorias de mis vidas pasadas, se como los torturaron y como enloquecieron. Tengo claro que cada los hijos están pagando las faltas de sus padres, no obstante en esta vida ninguno hablo en mi favor, ninguno buscó proteger al niño que guardaba mi ser. Incluso tengo los recuerdos de como muchos de ustedes se burlaron y torturaron al niño que se suponía debían cuidar. Esto sin hablar de lo que han hecho una y otra vez para destrozar a Sighn. – Rajasi quería gritar, había recibido todos los recuerdos, tanto los de Tin como los de los niños que habían sido los guardianes de su esencia. Algunos no habían sobrevivido, otros se habían quitado la vida al verse sin salida. Pero los miembros de la familia, solo habían celebrado el que él no hubiese despertado.

-No perderemos la compañía de la familia. Los empleados van a tener su retiro seguro, más aún ustedes no podrán colocar sus manos en los ahorros de estos nunca más. La casa es otro asunto, este mausoleo busquen a ver como lo salvan. La casona del valle es la compre hace un par de años ya que nadie ha podido vivir en ella después que el abuelo la vendió. –Tin sonrío, sabía que el perder la casa de la ciudad, que había sido un signo de su estatus social sería realmente un golpe para los que vivían en ella. Pero en ese lugar había perdido demasiado, no tenía el corazón para salvarla y luego permitir que todos ellos visitaran. La casona fuera de Bankog, era otra historia, allí estaban los recuerdos de la única mujer que le amo, respeto y le dio un hogar en sus primeros seis años. Su abuela. Tin... pendiente... tu hermano está tramando algo.

-No me digas que has estado vendiendo drogas para poder costear todas estas compras.

-Puede ser... tu tendrás que investigarlo. Yo hice la tarea sobre tus actividades, incluso toda la familia ha recibido en sus hogares un paquete con toda la evidencia de malversación de fondos, más la existencia de una compañía creada por tu persona, con los fondos familiares. Ponte para tu número e investiga que estuve haciendo yo, como puedes ver aprendí muy bien la lección. La información hace la diferencia. – Tin sonrío... sí tenía que ver con drogas, pero el proceso era uno legal. Medicinas para luchar contra el cáncer, mal de parkinson, alzheimer, entre otras más. Un lugar donde científicos apasionados por salvar a familiares buscaban respuesta lejos de la luz pública, lejos de las grandes farmacéuticas que deseaban callar las voces. Su abuela había iniciado con un proyecto pequeño y el después de los catorce se había unido a la lucha gracias al albacea de esa fortuna. Tin sonrío recordando todas las cosas que habían pasado por debajo de las narices de su hermano, todo por menospreciar la inteligencia de un joven que la familia había dejado solo por más de una razón. El corazón latió fuertemente en su pecho al sentir la mano de Can. Podía sentirlo en su alma, compartiendo una energía especial. Incluso aun lo podía sentir en su cuerpo. Solo esperaba pronto tener oportunidad de poder devolver el favor.

-Dones hoy desaparecen de la familia y solo aquellos que llamen a nuestra puerta con el corazón puro podrán recibir la bendición del padre que sigue amándoles. Los dioses no les castigan, pero si eliminan los privilegios que pueden marcar la diferencia entre los hijos de esta tierra. – Sighn parecía más que incomodo al promulgar estas palabras. Can podía sentir su dolor, ya que cada uno de los presentes y los ausentes estaban pagando por su ignorancia, por no querer escuchar la voz de la familia que fue desterrada al olvido por la codicia. 

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