12. ¡Sueltame! [¡Me haces daño!]

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Apenas oí un par de ruidos no dude ni un segundo en acercarme a la puerta, al principio no oí nada, sólo escuchaba sus voces entrecortadas y apenas entendibles.

Era obvio que hablaban de mi.

¿Sería algo importante?

Hablaban de mi, claro que era importante.

Me separo de la puerta y froto mis ojos, no sabía que hora era pero ya mi cuerpo exigía un descanso. Últimamente me cansaba demasiado rápido, no era normal, pero estaba seguro que no podría visitar a algún doctor mientras estuviese aquí.

Un golpe en la puerta casi me hace dar un salto, pero aún así hice un traspié y  estuve a punto de caer al suelo.

—¿Yui? —La voz de Ayato se escuchó claramente al otro lado de la puerta, sonaba neutra y carente de alguna emoción. — ¿Ocurre algo?

—No, no pasa nada. —Respondí secamente  a una distancia considerable de la puerta aunque debería estar marchando a la cama.

Me mantengo ahí de pie escuchando el sonido de mi respiración y viendo el movimiento de mi pecho subir y bajar.

—¿Necesitas algo? —Pregunto.

—¿Qué? No, sólo quería ver si estabas bien.

Y luego simplemente escucho como su voz se aleja.

Bien.

Sí, claro.

×××

Me levanto de golpe con mi pecho subiendo y bajando, estoy empapada de pies a cabeza, me agito y abrazo mi cuerpo que en estos momentos tiembla de frío. La ultima vez que pillé un resfriado tenía al menos diez años, mi cuerpo en aquel entonces estaba frío que pensé que iba a congelarme.

Así me siento justo ahora.

Los vellos de toda mi piel están erizados y por más que abrazo mi cuerpo no paro de tiritar, mi ropa esta casi transparente debido al agua.

Alzo la mirada furiosa buscando al culpable de esto cuando su mirada choca con la mía.

—Despierta Bella Durmiente. —Kanato estaba frente a mi, su mirada era arrogante y estaba segura que estaba buscando algún desafío. — Pasan de las onces, tenemos que irnos.

—¡Estás loco! ¡No iré contigo a ningún lado! —Contesto. — iMe mojaste por completo! ¡Yo me quedo aquí!

Kanato bufa y rueda los ojos ignorando como todos en la mansión, mis quejas.

—Pareces una niña de siete años, no, las niñas no parecen bestias como tu. —Puedo distinguir la diversión en su voz. — No me importa lo que digas Yui. —Su voz se endurece y me observa frío. — Te espero abajo, no llegues tarde.

Me lanza una toalla que tenía en sus manos y sale de mi habitación cerrando de un portazo.

Me quito mi bata de dormir y cubro mi cuerpo con la toalla porque a pesar de todo sigo teniendo frío, la bata húmeda se desliza por mis pies hasta terminar en el suelo donde empieza a dejar leves marcas por el agua.

Observo mi cama completamente mojada, las sábanas y el colchón están muy húmedos como para poder secarse hoy mismo.

No podré dormir en mi cama hoy.

Perdida《DL》[Completa✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora