Regreso

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¿Vendrás a mi ceremonia de graduación, Itachi?preguntó Sasuke, un poco emocionado mirando a su hermano por el amplio pasillo que conectaba sus habitaciones. Sus poderes de ángel habían evolucionado bastante en los últimos años. Tanto, que ahora estaba casi a la altura de su hermano mayor... Y por fin, su padre lo había reconocido frente a los demás. Algo que él siempre había deseado.

En ese momento, a sus 13 años, entusiasmado, hablaba con su hermano mayor sobre su ceremonia de graduación. Itachi ya tenía 20 años y por ende era ya casi un guardián adulto. Pronto se retiraría de su trabajo de ángel guardián para enfilar a las tropas del creador. Su vida cambiaría mucho y lucharía de más cerca las batallas contra aquellos despreciables seres antónimos de un ángel, demonios.

Con pasos presurosos y sus blancas alas extendidas. Caminaba de un lado a otro. Era cuestión de horas y se le asignaría a alguien a quien cuidar. Solo rogaba internamente que fuera alguien tan bonita como aquella niña a la que nunca había podido olvidar. Su rostro, estaba presente en cada una de las actividades que realizaba.

No estaba enamorado, porque los ángeles no podían enamorarse, pero sentía una enorme fascinación por ella.

No me perdería la graduación de mi hermanito menor comentó el de coleta desde el pasillo de su casa. Camino unos instantes y se plantó frente a Sasuke para frotar la cabeza de su hermano, haciéndole ver que aún era un enano.

No hagas eso dijo Sasuke, levemente sonrojado.

Oh vamos Sasuke, tú siempre serás mi querido hermanito menor habló frotando nuevamente la cabeza de su hermano.

Sasuke lo miró molesto, pero de inmediato cambio su expresión por una de alegría.

Espero que padre también vaya expresó entusiasmado.

Quizá, aunque tú mismo sabes que su trabajo es sumamente ocupado.

Lo sé, hermano.

El desgano era notorio en las delicadas facciones del Uchiha menor.

Sasuke, lo llamó, Itachi.

¿Qué?

Sabes cuál es la regla principal para ir al mundo humano.

Claro que la sabía, en la escuela siempre se la repetían con frecuencia. Con desgano y un toque molesto en su voz Sasuke respondió:

Sí, lo sé.

Espero que no lo olvides. hizo una pausa para que su voz sonara un poco dura Los ángeles tienen prohibido enamorarse de los humanos.

Sasuke afirmó por acto reflejo. Él no sería tan tonto para enamorarse de una humana. O eso creía, porque a finales la distancia del cielo al infierno era solo cuestión de perspectivas...

Veo a Sasuke una y otra vez mientras maneja el auto. Presiona con fuerza el volante como si estuviera molesto, aunque en realidad creo que lo que está, es ansioso. Ansioso, como yo en terminar este asunto. Nos dirigimos al hospital; hoy despertaré. Por fin veré a mamá y pensarlo me da un revoltijo de emoción en el estómago. Eso sí, hemos quedado en que mañana mismo le entregaré lo único puro que tengo, mi virginidad. No tengo ni la menor idea de cómo será, pero lo haré. No es que no me agrade la idea, pero tengo algo de temor. Mi cuerpo es demasiado frágil y pequeño que no sé cómo se sentirá todo eso, lo he sentido cuando estado en el recipiente, pero ahora, un leve temor me invade.

Hacia la luz I: Por una venganza, te conocíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora