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La fria y melancólica mañana de invierno transcurría de manera natural, sin ninguna anomalía para el chico de cabello obscuro y mofletes regordetes. Aquel chico con la sonrrisa mas hermosa que jamas pudo existir. Aquel chico de notas altas, amable personalidad y sentimientos puros. El, Park Jimin. Hijo de un herrero y una vendedora de vejetales en el mercado del pueblo, vegetales que ellos mismos sembraban y cosechaban con esfuerzo.

Cabe de resaltar que el pueblo estaba a dos horas en transporte.

El chico de cabello obscuro se hayaba alistandose para ir al colegio, que estaba a una gran distancia de su casa a dicho lugar. Tenia que recorrer los caminos polvorientos con hierba alta y siguiendo las vías del tren ya que le resultaba dificil tomar el tren para llegar a su destino devido a la falta de dinero qur habia en su familia, aun con sus cuatro hermanos mayores ayudando a sus padres en lacosecha y venta de vejetales , no era sufiente para darse esos dichosos "Lujos" que para ellos significaba un hecho tan sencillo como el poder asistir a un instituto a estudiar y tomar el tren para poder llegar.

Asi el chico de ojos azules caminaba cerca de dos horas para ir a tomar clases. Ya se habia acostumbrado a levantarse a las cuatro de la mañana para dedicar una hora a alistarse y salir de su hogar a las cinco, siempre tan responsable y puntual. Asi si ningun contratiempo se cruzaba en su camino podria llegar con suerte diez minutos antes de la hora de entrada, dedicando esos minutos a arreglar su apariencia y limpiar el sudor en su frente mientras limpia sus zapatos y anuda correctamente su corbata.

Para despues, tomar clases cómodamente sentado en su asiento mientras descanza de el largo y complicado camino. Para que, al final de las clases, al fin, poder viajar nuevamente a su casa por el mismo trayecto hacia su hogar.

Asi eran todos los dias para este chico, uno tras otro, uno tras otro...

Mientras en Daegu...

Un chico de tez pálida, cabello de un color plata obscuro( Rozando los limites entre el negro y gris), cuerpo fornido, no muy alto, con unos ojos negros capaces de hipnotizar a cualquier persona y labios finos de un bello color rosado, se encontraba vistiendo un traje negro de etiqueta, llevando un maletín entre sus manos, caminaba rumbo a la entrada de una gran edificación de al menos unos cincuenta pisos. Donde se reuniría con sus socios para debatir sobre "Negocios" negocios que, a cualquier persona le parecerían normales.

Esas reuniones se estaban convirtiendo cada vez mas frecuentes y con temas mas importantes de lo que parecería. Sin duda esto no terminaría bien, necesitaba sacar todo el estrés que en el se alojaba. Pero pensaría en eso y como hacerlo saliendo de aquella junta con los ministros gubernamentales que ahi se encontraban.
No sería mala idea ir a divertirse un poco con su secretario...

-Al fin llegas, Min

- Lamento la tardanza -Dijo ignorando completamente las palabras de aquel hombre de cabello canoso- ¿Comenzamos?

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El Secretario Park •YoonMin•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora