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Pasaron los días y cada vez me siento mas cómodo de estar aqui, puedo decir que me he llegado a acostumbrar a vivir de esta forma y me gusta.
Hoy ya por fin es vienes, ultimo día de la semana ¿Quien no ama los Viernes?.

Me encontraba en el colegio, tomando clase sentado en mi pupitre como ya se me habia hecho costumbre estar sentado aqui y teniendo cerca a Joe que siempre que podía me ayudaba en lo que sea que necesitara.

La clase finalmente terminó y ahora era hora de ir a casa y descansar el fin de semana.
Guardé mis cosas una vez sonó el timbre y esperé a que el profesor saliera del salón de clases para poder salir.

- Heey! Jimin. ¿Mañana estás libre? Saldremos a divertirnos. ¿Que dices, vienes?. Era Joe, pero el no estaba solo, estaba rodeando mi asiento junto con otros cuantos chicos y chicas.

- ¿Mañana? Es que bueno, no se si mañana tenga trabajo asi que tendria que hablar con mi jefe. Dije sonriendo levemente y rascando mi cabeza.

- Ohh ya veo. Y oye, Jimin tengo una idea Que te parece si me das tu numero y te llamo despues para que me digas si puedes.

- Ah si, me parece bien. La caja que recibí del señor min el otro día era nada mas y nada menos que un celular.

Le di mi numero y dijo que me llamaría.
El salio de el salónjunto con los demás chicos que lo acompañaban, yo salí despues y fui hacia el portón de la escuela, y ahi estaba un automovil color negro, como todos los días. Fui hacia el y me subí en la parte tracera, ya que no era el auto del señor Min.
Fuimos a la empresa y ahi tome mi puesto cumpliendo con todo el papeleo y sello de documentos, y asi fue todo el dia hasta que llegó la hora de ir a casa, aunque creo que hoy nos fuimos bastante temprano en comparación a otros días.

- Vamos, Jimin.

Segui al señor Min como lo dijo su aspera voz. Fuimos al estacionamiento y ahi subimos al auto. El Señor Min comenzo a conducir, parecia que iba a ser otro viaje silencioso como todos pero no fue asi.

- Jimin ¿Como estuvo tu día?

Raramente su voz no era tan intimidante como lo era siempre.

- Estuvo bien. Aunque su voz fuese mas suave, seguia estando nervioso pero esa respuesta fue muy mala. ¿Y el suyo? Asi es, me atreví a preguntar temiendo de la respuesta poniendome aun mas nervioso. Ahora me sudan las manos.

El señor Min soltó una leve carcajada y entonces se dirigió nuevamente hacia a mi acercando su mano a mi cabello.

- ¿Enserio te importa, Pequeño? Ahora su mano se posaba en mi cabello rubio haciendo una pequeña caricia mientras su vista estaba atenta en el asfalto.

Ahora me habia me puesto aun mas nervioso que antes y sentí un gran calor subiendo por mis mejillas. Solo asenti con la cabeza dando señal afirmativa.
El señor Min llevo su mano nuevamente al volante del automovil y continuo conduciendo. Por un momento pense que ahi habia terminado nuestra platica, pero no fue asi.

- ¿Mi día? Normal me atrevo a decir, lo mismo de todos los días trabajo y mas trabajo.

Volvió a hablar el señor Min con voz suave. Si soy sincero, nunca pense que el señor Min hablaría de esta forma, la primera impresión que tuve de el fue un hombre maduro y de hielo. Pero ahora en estos momentos viendo con mis propios ojos un lado suave de el, he cambiado de perspectiva.
El auto se detuvo y bajamos, estabamos en un restaurante.

- ¿Tienes hambre, Jimin? Comamos algo y vallamos a casa ¿Te parece?.

Asenti y entramos. El recepcionista nos llevo a nuestra mesa, parecia un lugar bastante refinado y eso podia deducirlo con solo ver a las personas que estaban ahi todos llevaban traje y vestidos. Y yo con ropa casual, ahora me sentía un poco incomodo en ese lugar.

El Secretario Park •YoonMin•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora