Capítulo Final

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Capítulo 18.

―Que haces aquí―espete.

Estaba ahí con la mirada baja con un jeans que medio se le caía una camisa de color blanco que tenía afuera de su pantalón, no era por nada pero era guapo aunque yo siempre lo vi como un amigo.

―Solo quería disculparme contigo Amu ― contesto. ― Lo siento mucho solo quería hacerle una broma a Ikuto. (Mintió)

Es que era un estúpido, no pensaba en lo que yo iba a sufrir con lo que me dijo, yo lo quiero mucho como un amigo.

―Y no pensaste como debería sentirme― dije en un susurro el cual pudo escuchar muy bien.

―Por favor perdóname, no fue mi intensión hacerte daño, no pensé, creí que sería divertido, ver celoso a Ikuto. (Volvió a mentir).

Amu lo miraba expectante obviamente ella le perdonaría, no estaba enojada con el solo se estaba haciendo la orgullosa, por lo que hizo.

―No te preocupes Zero, ya no importa, lo importante es que Ikuto no me dejo, y creo que tampoco lo creyó.

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Estaba furioso consigo mismo no podía creer que Amu fuera tan inocente en no percatarse de lo que el sentía, y del por qué hizo lo que hizo para que Ikuto lo dejara, mientras estaba en sus pensamientos, Amu lo abraza.

―Amigos otra vez ― dijo con una sonrisa, que a Zero le dolió hasta el alma.

―Claro que si Amu ― dijo con un deje de dolor. ― Me tengo que ir Amu mañana tengo examen en la facultad, y gracias por perdonarme.

Se fue desapareciendo de la vista de Amu, pero lo que Amu no sabía es que Ikuto lo observaba, y estaba un poco celoso por el abrazo que le dio a Zero, pero a la vez contento de que Zero se haya dado por vencido.

Con su paso lento y sensual se fue acercando a Amu y lo abrazo por detrás. Amu dio un respigo al sentir que alguien lo abrazaba pero se relajó cuando percibió que era Ikuto.

Ikuto le paso el helado de chocolate y antes de soltarla le dio un beso en la mejilla.

―Vamos allá en el banco para sentarnos ― susurro en su oído, haciendo que a Amu le recorriera un escalofrió por todo su cuerpo. Ikuto era el único que lograba eso en ella.

― Y me cuentas lo que paso, he visto a Zero, marcharse del parque, estaban hablando.

Al parecer Amu estaba tranquila, porque no le puso nerviosa el comentario de Ikuto.

Obviamente ella seguía creyendo que Zero lo hizo como broma.

―Ah sí vamos y te cuento lo que paso.

Se fueron paso a paso hasta llegar al banco donde se sentaron al sentarse, Ikuto agarra a Amu y lo besa, al parecer no podía esperar más para dale un beso. Para Ikuto Amu era excepcional, lo que más le atraía de Amu no solo era su enorme belleza sino también su inocencia que debes en cuando lo hacía enojar como nunca ya que ella creía todo lo que le decían, Pero la inocencia que tenía Amu era lo que le hacía más bella, y que todos la quieran y estén enamorados de ellas.

No culpaba a Zero por estar enamorado de Amu quien no lo haría, si el mismo se había enamorado de ella en tan solo veinticuatro horas.

―Zero vino a disculparse con lo que dijo ayer en la cafetería ― empezó ― me dijo que era una broma que te hizo para ver si te ponías celoso, pero que no pensó en hacerme daño y que lo siente mucho.

No lo podría creer sí que era bueno Zero con las mentiras, pero me siento mal por él, al parecer Amu ni se dio cuenta de que él estaba enamorado de ella, pobrecito, Amu nunca sabrá que Zero estaba enamorado de ella, siento lastima por el en ese sentido.

―Lo que quiere decir es que nunca estuve con otro que no sea tu Ikuto, eso me hace muy feliz ― dijo con un dulce sonrisa en sus labios, abrazando a Ikuto, el cual se sorprendió, ya que Amu no era así, a excepción de cuando esta borracha.

―A mí también me hace feliz de que tú seas feliz Amu ― mientras se acercaba a su cara y con solo unos pocos centímetros de distancia, Ikuto empieza a besar a Amu con una pasión exorbitante.

El beso era apasionado ambos dejaron caer su helado a medio comer, y amu se aferró al cuello de Ikuto, mientras que el la atraía más hacia su cuerpo y lo apretaba más y más, agarrada de su cintura, cuando Amu abrió la boca para poder respirar, en eso Ikuto aprovecho y así explorar el interior de Amu con su lengua, se soltaron por falta de aire, estaban jadeando de tanta pasión.

―Ikuto…. ― dijo jadeando con la respiración entrecortada. ― Te amo tanto. Y le dio un abrazo.

―Yo también te amo tanto, que no dejare que seas de nadie más que mío ― susurro en su oído. ― Por eso cuando cumpla 18 años le diré a mis padres que me quiero casar contigo, y que quiero ser parte de tu vida siempre.

Él se aleja un poco de Amu le agarra de la mano y le dice:

― Que me dices Amu estarías dispuesta a esperar y después casarte conmigo y convertirte en la Señora Tsukiyomi. Amu estaba anonada, eso era lo que ella siempre había soñado casarse con la persona amada, el cual había encontrado y ese era Ikuto.

―Claro que si esperaría todo lo que sea con tal de estar contigo siempre Ikuto.

Él estaba feliz, más que nunca en eso agarra a Amu de la mano y lo lleva, consigo.

―A dónde vamos Ikuto ― pregunto Amu incrédula de no saber a dónde le llevaba Ikuto.

―Vamos festejar esta noticia en tu apartamento los dos solos Amu-koi ― dijo resaltando el koi, pero con una sensualidad única en él.

Amu percibió de que se trataba su celebración, lo que la hizo sonrojar, Ikuto la vio de reojo y empezó a reír.

―Por qué te ríes― preguntó Amu.

―Amor, eres increíblemente hermosa, y ese sonrojo, te hace aún más, y estoy feliz de que tú me ames y que también sea tu único y primer amante. Se giró y beso a Amu, cuando la soltó volvió a retomar su camino directo al departamento de Amu, por un momento estaba agradecido de que Amu viviera sola, sin la vigilancia de sus padres.

Al llegar al apartamento de Amu, abrió la puerta luego cerro con seguro para que nadie pueda interrumpir entrando de golpe. Y empezó a besarla dirigiéndola a su habitación, Amu no opuso resistencia ni decía nada, se dejaba llevar por el impulso de Ikuto, y el de sus sentimientos que gritaban dentro de ella para estar siempre cerca de Ikuto.

Cuando entraron al dormitorio Ikuto depósito a Amu en su cama sin romper ese beso y con las manos la iba desnudando y así pasaron toda la tarde y hasta la noche demostrándose lo mucho que se amaban y que siempre estarían juntos.

FIN………………………

Hasta aquí llegó esta historia. Ojala les haya gustado

La Reina y su esclavo  #ShugoChara Donde viven las historias. Descúbrelo ahora