Capítulo 1: Un día como cualquier otro.

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Viernes 22/02/2019
Hola mi nombre es Luis David Ortega y soy un chico normal de 15 años, de complexión algo robusta, de cabello color marrón claro y con rizos, mido aproximadamente 1.70 m de altura, me encantan mucho los deportes que tengan que ver con luchar, siempre busco mejorarme y superarme cada día para ser la mejor versión de mi y la mayoría del tiempo soy súper positivo.
Hoy estoy emocionado por qué luego de tanto tiempo al fin saldré en una cita con la chica que me gusta, bueno técnicamente lo haré, asistiré a la gran fiesta que harán mis compañeros esta noche y ella estará allí y será casi como una cita.
Ese día llegué muy emocionado al salón de clases, era muy temprano, eran aproximadamente las 6:50 AM, no había nadie en el salón excepto de mi mejor amigo Alberto. En fin llegue y me senté en el pupitre junto a él y lo saludé.
-david: hola Alberto, cómo estás?? *Dije con un tono de ánimo*
-alberto: hola, pues más o menos *dijo algo deprimido mirando al suelo*
-david: que tienes??
-alberto: lo que me pasa es que estoy muy preocupado por lo de la fiesta y siento que lo echare a perder.
-david: tranquilo, nada malo pasará te lo prometo. *Le pongo una mano en la espalda para animarlo*
-alberto: gracias, sé que estarás conmigo. *Dijo sintiendo se mucho mejor*
-david: sabes yo estoy súper emocionado porque allí podré ver a esta Melissa. *Suspiró enamorado*
-alberto: si, que tengas suerte con eso.
Alberto era un chico delgado, más chaparrito que yo, mide unos 1.62m, igual que yo con 15 años, con cabello lacio y de color negro, siempre tiene ojeras, es muy depresivo, se podría decir que es emo, pero aún así yo lo estimo mucho como amigo, y aunque pareciera que ambos somos totalmente diferentes tenemos muchas cosas en común.
Luego de un rato comienzan a llegar todos mis compañeros, incluyendo a Melissa y al final de todos ellos llega la profesora y comienzan las clases como todos los días.
A la hora del receso me levanté de mi lugar y fui con este Alberto a comprar comida a la cafetería de la escuela. El fue el único que pido comida ya que yo no solía comer en el receso.
Mientras esperábamos en la fila este Alberto se encontró con esta Anya, ella era una chica súper mala onda que siempre se peleaba con este Alberto por alguna extraña razón.
Anya es una chica pretenciosa, de familia muy adinerada, según algunos de mis amigos muy linda pero yo no le veo lo linda, con el cabello largo y rubio hasta la mitad de la espalda, tiene igual 15 años, es delgada y es un poco más alta que este Alberto, ella mide 1.65 aproximadamente y también usa muchos adornos de colores como anillos, pulceras, collares, diademas, etc.
-anya: uy a que huele?? A ya se huele a ovo *dijo burlándose de este Alberto*
-alberto: *con tono molesto pero tratándose de controlar* que dijiste zorra??
-anya: que apestas *se acercó a este Alberto para decírselo en su cara*
-alberto: mejor vete a casa con tu papi, rubia oxigenada. Y mejor bájale a tus perfumes porque me duele la nariz con solo olerte * se aleja un poco de ella mientras se tapa la nariz*
Molesta esta Anya toma a Alberto del cuello de la camisa blanca del uniforme, pero yo interfiero y los separó para que no pase a mayores.
-david: oigan este no es lugar para golpearse, mejor nos iremos y ya.
-anya: esta bien, vayanse porque no soporto ni verlos ni un poco más.
Tomamos la comida que habíamos pedido que por cierto ya estaba lista y nos fuimos de allí, en el camino este Alberto iba muy enojado, intenté convencerlo de que ella no vale la pena y es mejor no pelearse con ella.
Nos sentamos en una jardinera que se encontraba allí cerca y Alberto comenzó a comer su almuerzo.
Acabo el receso y seguimos con nuestras clases normales, hasta que sonó el timbre de salida.
Todos salimos del salón y yo junto con Alberto caminamos hasta mi parada del camión.
-david: oye Alberto, nos vemos entonces hoy a las 8 en la fiesta de este Steven?? *Dije muy emocionado*
-alberto: seguro que si, allí nos vemos, no me vayas a dejar solo por favor. *Dijo algo preocupado*
-david: no te preocupes yo nunca te abandonaré. *Llegó mi camión y se detuvo en la parada* Bueno ya vino mi camión, nos vemos allá!! 
Subí al camión y regrese a mí casa, para comer con mi familia, bañarme, cambiarme y preparar todo para la fiesta.

Espero les guste mucho esta historia, también les aviso que la edité un poco para mejorarla.

¡¿Que rayos pasó anoche?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora