Capitulo 16: En busca de la tienda misteriosa.

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Viernes 01/03/2019
Luego de que Anya nos estuviera molestando a mi y a Alberto estos 2 días, hizo que le pagaramos un montón de tratamientos de belleza, que le hiciéramos de comer y que fuéramos sus sirvientas, obligando nos a usar un humillante traje de sirvienta sexy. Alberto y yo nos sentíamos frustrados ante todo esto, además de que durante esos días no pudimos seguir demostrándonos nuestro amor.
Pero por suerte llegó el viernes y me fui con Meli, después de la escuela, a buscar esa tienda que ella había visto.
Al salir de clases Anya se me acerco, me jalo de la blusa del uniforme y me dijo "Más te vale informarme de todo si no quieres que revelé tu secretito". Me soltó y se fue riendo llevándose al pobre de Alberto para que volviera a ser su sirvienta.
Cuando se llegó está Meli me abrazo muy fuerte, lo cual provocó que me sonrojara, y en cuanto me soltó solo se rió lo cual hizo que me sonrojara aún más.
-melissa: ¿ya estás listo David para ir de aventura? *Dijo con un tono de emoción*
-david: si, ¡lo estoy!
-melissa: ¡Excelente!, Entonces vamos allá.
Salimos de la escuela y caminamos a la parada del camión que nos dejaría en la central de camiones, subimos al camión y nos bajamos en la central. Ya allí fuimos a comprar los boletos para el camión que nos llevaría a la otra ciudad.
-melissa: buenas tardes, me da 2 boletos para Celaya por favor.
-señorita: claro que sí joven, serían $120.
-melissa: claro. *Saca dinero de su bolsillo y se lo entrega a la señorita*
-señorita: aquí tiene, que tenga buen viaje.
Caminamos hasta los andenes de los camiones para buscar nuestro camión. Tuvimos que esperar un rato ya que como nuestra central era muy pequeña no había muchos camiones y los que había no eran muy limpios y estaban en terribles condiciones.
Ya cuando llegó ambos nos subimos junto con la demás gente que estaba haciendo fila detrás de nosotros. Nos sentamos juntos, yo iba en la ventana y Meli a mi lado.
Durante el viaje de unos 45 minutos aproximadamente ninguno de los dos hablo con el otro, esto debido a que Meli se veía un poco estresada y yo pues aún tenía un poco de pena para hablarle.
Una vez que llegamos rápidamente ambos nos  bajamos del camión y salimos de la central, está era mucho más grande que la que había en nuestra ciudad con muchas más sucursales de camiones y con camiones que iban a muchos más lugares, incluso había una pequeña placita de comida como las que hay en los centros comerciales. Pero por las prisas que teníamos no pudimos ir a verla más de cerca.
Al salir de allí Meli saco su teléfono y en el buscó la ruta que había que seguir para ir a la tienda.
-melissa: por suerte el lugar no se encuentra lejos de aquí, así que podemos irnos caminando si así lo deseas.
-david: si, me parece bien.
Partimos de allí y nos fuimos caminando con dirección a la tienda, durante el camino Meli me preguntó el porque estos últimos días nos habíamos estado llendo con Anya después de clases.
Yo intenté mentirle por temor a que se revelará nuestro secreto pero Meli no me creyó nada e hizo que le contará toda la verdad, cuando me dijo eso su cara reflejaba confianza.
Le conté todo lo que nos había estado pasando a mi y Alberto con Anya, incluso le confesé que había besado a Alberto en los labios más de una vez. Cuando termine de revelarle todo, Meli se detuvo, agachó la cabeza y de la nada me abrazó.
Yo no supe cómo reaccionar, estaba totalmente asustado porque pensaba que Meli me golpearía por hacerle eso a su cuerpo.
Y cuando me terminó de abrazar me miró a los ojos y me dijo.
-melissa: David yo también te tengo que revelar un secreto.
-david: ¿en...enserio? *Dije aún muy asombrado por lo sucedido*
-melissa: si, la verdad es que me comienza a gustar estar en tu cuerpo. *Dijo algo apenada*
-david: y ¿por que?
-melissa: la verdad es que me gustó ya no ser para nada frágil, además de que últimamente mi mejor amiga Olivia me confesó que siempre ha estado secretamente enamorada de mi pero no sabía cómo decirte lo.
-david: wow, nunca la hubiera imaginado.
-melissa: si, además me he estado fijando que a ti te gustaba mucho ser yo, ya que, solo mírate hiciste cosas que yo nunca hubiera hecho con mi cuerpo, te pusiste uñas postizas, te pones más maquillaje del que yo me ponía, usas más faldas que yo y además traes unos tenis super rosas que yo nunca me atrevería a usar.
-david: si, creo que este cambio fue beneficioso para ambos, ¿no crees?.
-melissa: si jejejejeje, bueno ¿que te parece si regresamos a casa?
-david: me parece bien, oye y entonces ¿por qué hacías esto si te querías quedar así como estamos?
-melissa: todo es culpa de mi mamá, ella insiste tanto en que quiere que vuelva a ser chica pero yo no quiero eso.
-david: ya veo, pues si necesitas ayuda para decirle, yo te ayudaré en lo que pueda.
-melissa: gracias David, eres muy amable, pero esto es algo que debo hacer yo sola.
De repente somos interrumpidos por una chica con el cabello largo y pelirrojo, que nos ofrece un volante sobre la tienda que veníamos a buscar.
-chica: hola chicos, ¿les interesaría comprar algún amuleto de buena suerte o alguna loción que les cure sus heridas?
-melissa: no, no gracias. *Dijo en u tono sútil*
-chica: no, insisto. *Dijo mientras nos empujaba hacia la tienda que se encontraba a una cuadra de allí*
-david: esperé, ¿a dónde nos lleva?
-chica: tranquilos, solo les voy a regalar unas muestras gratis de nuestro nuevo producto.
Por alguna extraña razón ni Meli ni yo podíamos resistirnos ante su empujé.
Cuando llegamos a la tienda está tenía un estilo chino un tanto curioso a mi parecer.

Hizo que entraramos a la tienda, en donde un anciana china nos estaba esperando detrás del mostrador de la tienda

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Hizo que entraramos a la tienda, en donde un anciana china nos estaba esperando detrás del mostrador de la tienda.
-anciana: ¿que es lo que has traído ahora Violet?
-violet: estos dos tienen toda el aura manchada de esa energía.
-anciana: déjame verlos más de cerca. *Se bajó de su alta silla, tomó un bastón de madera y comenzó a examinarnos*
Mientras nos examinaba ninguno de los dos podía mover un músculo. Luego de un rato hizo una cara de asombro.
-anciana: me alegro que tus poderes estén mejorando Violet.
-violet: gracias abuela, ahora ¿que hago con ellos? *Dijo mientras nos empujaba a ambos*
-anciana: extrae les esa energía y déjalos ir.
Luego de que dijera eso la anciana, ambos caminamos en contra de nuestra voluntad detrás de la chica pelirroja, nos metimos a un extraño cuarto obscuro en donde lo único que brillaba era la extraña estatua de la que me había contado Meli.
La chica nos ordeno que nos sentaramos en la sillas que estaban frente de la estatua, y extrañamente lo hicimos.
Ella se colocó detrás de la estatua y empezó a recitar unas extrañas palabras en lo que parecía ser una mezcla entre chino y latín.
Mientras lo hacía, la estatua comenzaba a brillar cada vez más fuerte, hasta que de pronto un extraño círculo de energía de color blanco cubrió toda la habitación provocando me una extraña sensación en mi interior.
La chica comenzó a mover sus manos de una forma extraña al rededor de la estatua de dragón dorado.
Extrañamente comenzaba a darme sueño, al igual que a Meli, poco a poco nos íbamos quedando dormidos. Lo último que recuerdo antes de caer completamente dormido fue ver cómo una extraña luz de color azul salía de mi.

Espero disfruten la historia, me esforcé mucho en hacerla, no olviden dejar su comentario yo los leo todos.

¡¿Que rayos pasó anoche?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora