Capitulo 17: Queremos regresar

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Viernes 01/03/2019
Luego de caer inconsciente me fui levantando poco a poco. Todo se veía borroso, no podía distinguir la silueta que estaba a mi lado, lo único que podía distinguir era a esa chica que nos había hipnotizado diciendo: "gracias y vuelvan pronto".
Ella entró en algún lugar y cerró la puerta, intenté recuperar la vista, que poco a poco se fue haciendo cada vez más clara.
Al estar medio recuperada pude ver qué estaba en un callejón con un montón de basura por todos lados, y lo único que tenía enfrente era una pared de ladrillo rojo.
Me levanté y me puse contra la pared tratando de buscar el lugar por dónde la chica se había ido, pero para mí mala suerte no había nada.
Al poco tiempo escuché a alguien más gimiendo de dolor y tratando de levantarse del suelo.
Al ver con más claridad pude notar algo super extraño que me dejó sin palabras y casi hace que me vuelva a desmayar.
Era el cuerpo de David el que se estaba levantando, la sorpresa no me dejó pensar claramente y como un impulso me aventé sobré el. El aplastarlo no sirvió de nada, ya que el solo siguió levantándose como si nada.
-melissa: ¿quien eres tú? *Dije mientras lo estrangulada con toda mi fuerza*
-david: ¡Soy yo David!  *Dijo mientras está suplicando que lo soltará*
-melissa: espera, ¿David eres tú?
-david: si, soy yo y tú ¿quién eres?
-melissa: soy yo, Melissa
-david: Melissa, ah ¡Meli!, ¿Pero que nos pasó?, ¿Porque mis manos volvieron a ser como antes?
-melissa: no lo sé pero hay que averiguarlo.
-david: está bien, a ¿dónde se fue la chica?
-melissa: cruzo una puerta por allí. *Dije mientras señalaba la pared de concreto*
-david: Meli, esa es una pared.
-melissa: ya lo sé, pero yo la vi que cruzó por allí.
-david: bueno, tal vez allá alguna palanca o interruptor secreto por aquí.
Ambos buscamos por toda la pared con la esperanza de encontrar algún interruptor secreto pero no fue así.
Luego de eso ambos nos fuimos de ese callejón un tanto tristes, al llegar a una banca en el parque que se encontraba cerca de allí, ambos no sentamos y nos pusimos a examinar nuestros cuerpos para ver si lo que había pasado era de verdad.
-david: no puedo creerlo Meli, esto tiene que ser una broma, tan bien que me había acostumbrado a tu cuerpo y de la nada lo pierdo todo. *Dijo sumamente enojado y algo decepcionado*
-melissa: lo sé, yo estoy igual, ahora ¿que le diré a Olivia?, Ya había aceptado mi vida como un varón. *Dije igualmente enojada e indignada*
-david: pero ¿qué podemos hacer? *Dijo algo deprimido*
-melissa: ¡esto no se puede quedar así!, ¡Vamos a buscar esa tienda de nuevo a qué nos regresen a como estábamos!
-david: ¡siii! ¡Vamos!
Muy motivados y enojados buscamos por todo el lugar la tienda, también revisamos mi teléfono con la ubicación para poder llegar allí.
Caminamos varias cuadras hasta que por fin llegamos a dónde el teléfono marcaba la ubicación.
Por suerte allí se encontraba la misma tienda a la que nos había llevado esa extraña chica. Ambos entramos muy enojados, David adoro la puerta y caminamos juntos al mostrador en donde se encontraba la misma anciana que le había dado las órdenes a la chica.
Golpee el mostrador y le grite a la anciana que nos cambiará de regreso, ella pareció no verse afectada ya que actuaba con mucha naturalidad.
-anciana: no me digas ANCIANA mocosa impertinente, aún soy una joven de 180 años. *Dijo muy calmada*
-melissa: ¡regresenos a como estábamos! *Dije muy enojada*
-anciana: lo lamento pero no puedo hacer eso. *Dijo mientras sacaba de abajo del mostrador una taza de té*
-melissa: ¡¿Qué dice?! *Aumento mi enojo*
-anciana: *da un largo sorbo a su té* yo solo hice mi trabajo quitándoles esa horrible energía de sus auras.
-david: ¡¿pero que tonterías está diciendo?! *Dijo igual de enojado que yo*
-anciana: no puedo comentarles más hasta que se calmen *vuelve a dar otro largo sorbo a su té*
-melissa: está bien señora, nos calmare mos *tome a David de la mano y fuimos a sentarnos en un par de sillas que había del otro lado del lugar*
Mientras esperábamos sentados en impacientes la chica salió de la habitación que estaba en la parte de atrás, traía varios libros con ella y se los entrego a la señora.
Le dio una hojeada a todos los libros, eran como 7 libros gordos diferentes, y cuando terminó tomo el más grande de todos ellos y nos hizo una señal para que nos acercaramos.
-anciana: como veo que ya están más calmados, les contaré que fue lo que les hice.
-melissa: está bien, díganos.
-anciana: muy bien, tomen asiento y permítanme contarles una historia.

Perdón no por tardar tanto en actualizar pero estaba muy ocupado con mis exámenes finales. Disfruten este nuevo capítulo.

¡¿Que rayos pasó anoche?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora