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— ¡¡_________!!
— ¡¡AH!! ¡¿QUÉ?!
La puerta de mi habitación de abrió de golpe, el estruendo resonó por todo el lugar y por el susto tiré mi celular al aire, el cual no tardó en llegar al suelo y sonar como si se hubiera roto.
— Uhh… —Chandler escuchó como mi celular cayó al suelo y negó con la cabeza—. Te compraré otro, lo juro.
— Dame una buena razón para no matarte en este instante, Riggs —lo miré con algo de enojo, poniéndome de pie de la cama.
— Pueeees... —él se acercó a mí, corriendo con emoción y una enorme sonrisa—. ¡Te conseguí lo que más querías! ¡Tendrás una visita al estudio de The Walking Dead!
...
¿Esto es el cielo?
¿Esto es lo que hacen llamar fe en un Dios?
Sin esperar, me lancé boca abajo a la cama.
— ¡Ni se te ocurra morirte antes de pisar esos estudios, ________! ¡Ya vi que tu corazón amenaza con dejar de funcionar!
— ¡AHHH! ¡ESTÁS PERDONADO, CHANDLER! ¡AL FIN CONOCERÉ A LOS CHICOS, AHHHHH!
Claramente conocía al elenco de The Walking Dead por la información que está en internet y siempre le había rogado a Chandler que me llevara a conocerlos.
— Lo sé, soy genial, sí —Chandler se sentó en la cama—. ¿Qué? Sí, también soy el hombre más guapo del mundo.
— ¡CHANDLER! —Me levanté para abrazarlo—. No sabes lo agradecida que estoy... —susurré en su oído.
— Hey, te lo prometí, no te iba a fallar —rio mientras me abrazaba más fuerte.
Y por si las dudas, sí, me gusta mi mejor amigo.
— No sé cómo agradecerte.
— ¿Qué tal con un beso?
— ¿De qué estás…? —Y si más, me besó.
¿Qué hago?
¡¿Qué se supone que debo hacer?!
No me lo pregunté más, y correspondí el beso, el primero que tenía para ser exactos.
— ________… —Chandler se separó de mí—. Me gustas…
