Chandler Riggs | One shots

Falsa tranquilidad [Carl Grimes]

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La vida en Alexandria era totalmente fácil, o así era como lo veían todos los habitantes de este lugar.

Mi pregunta era, ¿cómo rayos podían actuar como si nada hubiera pasado mientras la gente es devorada por esas cosas allá afuera?

¿Cómo podían estar tan tranquilos?

Tal vez era una duda solamente mía, aunque posiblemente el resto de mi grupo estaba así, no lo sé. Hemos pasado por tanto que se nos hace difícil vivir una vida común y corriente, justo como todo era antes.

De pronto, el sonido de mi puerta me sacó de mis pensamientos, alguien tocaba con calma y, al parecer, esperaba entrar.

— Pase —dije, mientras miraba la puerta, esperando ver quién era la persona que me había interrumpido.

— Hola, ________.

Carl.

Carl Grimes.

Yo solo sonreí y lo invité a sentarse a mi lado, en la cama. Él asintió y se sentó a mi lado, al parecer estaba preocupado.

— ¿Podemos hablar?

Carl y yo prácticamente habíamos crecido juntos. Mi madre y la madre de Carl, Lori, eran muy buenas amigas y cuando mi madre murió, me dejó en cuidado de Lori.

Recuerdo todo el grupo del inicio, sin Rick, y a Shane como líder de grupo. También recuerdo todo lo que pasó en esa trágica amistad que hubo entre Shane y Rick.

Luego pasó todo en la granja, Sofía, el sufrimiento de Carol, Glenn y Maggie, los walkers en el granero.

La prisión.

Woodbury.

Terminus.

Habíamos pasado por tanto, y gracias a ello, Carl y yo nos habíamos hecho amigos íntimos, además de que éramos los únicos jóvenes del grupo que habíamos pasado por todo con el grupo.

— Habla, Grimes —lo miré con una sonrisa—, ¿qué tienes?

Él solo me miró y apretó los labios.

— ¿Crees… crees que esto está bien?

— ¿Qué? —lo miré con confusión—. ¿Qué está bien?

— Esto —miró a todos lados—, Alexandria, todo. Siento que son unos mentirosos, viven sin alguna preocupación, como si nada malo pasara allá afuera, creen que su vida es perfecta dentro de los muros.

Y una de las cosas que hizo que nuestra amistad se unificara aún más, fue el hecho de que siempre pensamos lo mismo sobre algo o alguien.

— Carl…

— Sí, _______, ya sé que lo has pensado. Sé que tienes la misma opinión que yo con respecto a todo esto —él suspiró—. Por eso vine a hablar contigo, solo tú me entiendes, mi papá diría que exagero si le comparto mi opinión.

— Siempre tienes razón, o bueno, en este caso, tenemos —le sonreí—. Sí, lo he estado pensando igual que tú, no me gusta este lugar… Todos son… muy artificiales. Creen una mentira o simplemente ignoran la realidad.