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— Sin duda alguna este lugar es un maldito infierno.
— ¿Qué es lo que te hace pensar eso, niña? —me contestó Daryl mientras arreglaba una parte de su tan preciada motocicleta—. Estás en paz en Alexandria, ¿o no?
— Es que… hay demasiadas sonrisas —yo solté un suspiro pesado y Daryl me dio una mirada confusa—, no, sé que suena como si yo fuera una amargada, pero no, lo digo porque todo el mundo hace como si no pasara nada allá afuera, como si…
— Como si el jodido fin del mundo no les hubiera afectado —me cortó Daryl—. Sí, niña, sé cómo te sientes.
— Finalmente alguien entiende —dije tomando un trapo para luego limpiar los mangos de la motocicleta de Daryl—. Rick dice que debemos relajarnos, que este lugar es seguro y empezar a tener una vida "normal", Michonne lo apoya. ¿Has visto a Carol? Es como si fuera otra persona… ¿desde cuándo es tan angelical y tranquila? ¿Y Carl? ¿Dónde mierda quedó el chico superviviente que había en él? Ahora se la pasa con estos chicos de plástico.
— Ahh, ¿qué puedo decirte, niña? —Daryl terminó lo que estaba haciendo, luego se sentó en su motocicleta—. Este lugar, ya sabes, los muros no podrán salvarlos de la realidad, algún día caerán y no están preparados para eso. Sí, el grupo a cambiado, y tampoco me gusta que estén así, con la guardia baja.
— Solo me gustaría que no nos hayan impuesto sus reglas estúpidas de comunidad "perfecta" —rodé los ojos, para luego dejar el trapo que había tomado—. Ya casi ni reconozco a mis amigos.
— Por eso que eres una niña tan inteligente —dijo dando un leve golpe en mi cabeza—, no te has dejado engañar por la falsa tranquilidad de este lugar, espero que Carol tampoco, aunque esa fachada de buena ama de casa es solo una máscara para los de por aquí, Carol jamás podrá olvidar el infierno que pasó allá afuera aunque quisiera.
— Sí… lo sé… Tal vez, sin esas estúpidas reglas para jóvenes y adultos y los mentirosos habitantes, nuestro grupo podría tener una vida algo "normal".
— Sí, niña, por lo pronto lo único que podemos hacer es estar calmados y no llamar la atención, ya sabes, Rick podría enojarse con nosotros —él soltó una risa, mientras caminaba hacia la salida del garaje—. Debo ir a hablar con Carol, busca algo que hacer.
— Uuuh, suerte, "Pocky" —dije en tono burlón. Yo había logrado oír el nuevo apodo de Carol hacia Daryl y decir que me reí por más de dos horas del arquero es poco.
— Sí, como sea, por cierto, ya es tiempo de que hagas hombrecito a Carl, ¿no? Así te hará más caso que a sus cómics.
