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Las vías del tren estaban rotas y descarriladas y cada que podía, saltaba un par, como si estuviera jugando, el cielo estaba algo claro, pero el humo causado por la gran explosión de unos cuantos metros atrás, se iba esparciendo por él.
Miré de izquierda a derecha, para asegurarme que todo el grupo estuviera sano y salvo, bueno, no tan sano que digamos por las heridas en sus cuerpos. Las vías del tren abandonado quedaban chicas para todo el grupo, así que algunos solo caminaban el césped, la gran parte del grupo estaba desconcertado, como si procesaran todo lo que había pasado.
Terminus.
Aquel maldito lugar en el que casi nos convertimos en comida fresca y ni siquiera para caminantes, sino para humanos. Malditos caníbales. La ropa de Rick y Daryl era la más ensangrentada de todas, me pregunto a cuántas personas asesinaron en aquel lugar. El resto del grupo, como Abraham, Glenn o Maggie, trataba de limpiarse tanto sus heridas como la suciedad de sus cuerpos. Carol, quien me sorprendió totalmente por su desempeño en la batalla de hoy, cargaba a Judith con una sonrisa, la bebé reía de vez en cuando.
Carl estaba caminando a mi lado derecho, con la mirada baja, no tenía expresión alguna en el rostro y yo estaba preocupada por él, era como si no hubiera salido nunca de ese lugar y seguía con esa mirada perdida.
— Carl.
Lo llamé en un tono lo suficientemente alto para que me escuchara sin problemas, pero él simplemente hizo caso omiso, como si nadie estuviera a su lado, suspiré con pesadez por ello, ¿acaso había resultado herido y yo no me había dado cuenta? Sería una mala "cuida-espaldas" si hubiera pasado, yo debía estar cuidándolo en Terminus.
— ¿Carl? ¿Estás bien?
— Sí -habló seco, pero por fin se dignaba en comunicarse—, es solo que me quedé pensando, es todo.
— ¿Ah, sí? ¿Y en qué?
— Lo de Terminus pasó muy rápido y... casi te disparan, si esa bala hubiera sido unos centímetros más a la izquierda... No estaríamos aquí, felices y a salvo. Creo que me afectó un poco el cerebro toda esa situación.
— Oye, Grimes —me detuve frente a él y posé mi mano sobre su hombro izquierdo—. Solo me rozó esa bala, ¿sí? No pasó nada malo, todo salió bien y aquí estamos. Tranquilo.
— Pero, _________, es mi culpa que ahora tengas una herida y una venda ensangrentada en tu brazo —él señaló mi brazo izquierdo, donde efectivamente tenía la venda con sangre—, si no me hubiera distraído... hubieras salido ilesa. Solo volteé un par de segundos y ya tenías un herida en el brazo.
— Carl, ya no te lamentes por algo que no pasó —le sonreí con tranquilidad—. Estamos bien, todos, con algunas heridas como yo, pero bien. No pienses en el hubiera piensa en lo que en verdad pasó, estamos a salvo y juntos.
