you know i'm no good // Zárate x Buffarini

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[Aclaración: Universo alternativo donde Mauro sufré de baja autoestima]

P.O.V Mauro Zárate


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2014

La presión en mí pecho era inmensa, claramente la detestaba. Odiaba sentirme débil, frágil; este no soy yo, o tal vez es la parte que prefiero ignorar.
A veces al verme al espejo siento que se refleja un desconocido pero no doy tanta importancia; tanto he cambiado desde que empecé a jugar. Y solo tenía en mente un objetivo: Quiero ser un ídolo en Vélez, lo anhelo. Sonando fantasioso, quisiera ser un rey del fuerte blanco y azul.
¿Pero que rey es tan frágil como yo? Ahora, postrado en mí cama, llorando patéticamente porque Lucas terminó esta relación. ¿Lo peor? Es que se cuánto es mí culpa en esto.
Resuena en mí mente sus palabras "eres egoísta", "solo piensas en ti". ¿Es mentira? No lo sé, pero se cuánta mierda le hice, se cuánto jugué con él y se también que le mentí, que le había dicho que ya no estaba con mí, ahora sí, ex-esposa.
Tan dramático que estoy llorando escuchando nuestras canciones favoritas y, peor, estoy usando su holgada remera. ¿Como pude arruinar esto? Y para finalizar mí tonto romance, él se va a Brasil. ¿Yo? Tampoco tengo lugar aquí.
Mis sueños tendrán que esperar, no estoy listo aún.
Me pregunto si cambiaré, si seré mejor. De algo estoy seguro: No pienso volver a enamorarme de un compañero de equipo.

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2019

Revisaba los mensajes, con una expresión de angustia. Leía cada insulto hacia mí persona y solo pienso cuan miserable me siento. Intento disimular pero hay días donde me sobrepasa y estoy al límite de sucumbir en una crisis. Nadie del equipo puede entenderme, excepto Julio Buffarini, el odiado por los cuervos. Distinto del apodo "cuervo", Julio se relaciona más con un de brillante, risueño y encantador. Me fascinaba su persona, y más me fascinaba porque él puede entender mí drama, aunque la magnitud varía y el contexto igual. Yo quería ser ídolo, él solo vivió el mejor momento de su carrera ahí.
Conversando, lejos de nuestros compañeros, en este encuentro intimo, rogaba dentro mío que mí interés por él solo sea eso, un interés amistoso y no romántico. Me aterraba, y justo es uno de esos días donde la salida de Vélez me enloquece.

-Amenazan a mis hijos, me hacen mierda a mí, todo el tiempo y mí propia familia me desprecia, ¿qué mierda hago? Tanto soñé con ser ídolo de ellos y ahora soy el más odiado -preso del llanto, temblando de miedo, de frustración, Julio me abrazaba, intentando calmarme, mí voz entrecortada, sollozando-. No sabía cómo encarar que me iba, me sigue asustando y cada día es peor. Hice mal, ni debí hablar de más pero siempre tomo malas decisiones, todo el tiempo y estoy harto.

-Te equivocaste pero no por eso mereces toda la agresión que recibis. Además, todos tomamos malas decisiones, eso no quita lo increíble que sos -pude divisar su sonrisa, quería transmitir calma; ¿Como alguien como él habla conmigo?

La angustia en mí garganta, cortando palabras, ahogandolas hasta que en un susurro cargado con una controlada bronca, sonó:

-Yo me odio por lo que hice, y me odio más porque sé que lo puedo empeorar.

-¿Qué estás diciendo? No vas a hacer eso, te voy a ayudar a que no pase si es necesario-me observaba con tanto cariño que hasta quería pedirle que se detenga-. Mauro, sos mejor de lo que crees.

Cada palabra suya, cada ánimo me hacían sentir querido por un lado, e infeliz por el otro. Él solo sabe esto, él no sabe todos mis demás errores, si es que así se pueden llamar; él no sabe cuan mierda puedo ser.
Un tanto distraído, mí atención vuelve sobre la voz de Julio quien tomó mis manos suavemente, acariciando las mismas:

love is love // fútbol one-shots (ships)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora