live bed show // Gallardo x Crespo

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2002

P.O.V Marcelo Gallardo

La emoción que recorría mi ser era inexplicable, amaba estar convocado a la selección, nuevamente claro. Lo mejor es que al ver la lista de convocados me topo con varios nombres conocidos, y por conocidos me refiero a compañeros de River. Era increíble pensar que ya había pasado tres años desde que me mudé a Francia; tantas alegrías que viví en River.
Ensimismado en mis recuerdos hasta que por detrás sentí un sacudir, al voltearme y verme envuelto entre brazos ajenos, supe inmediatamente que era el Burrito. No tardó en exclamar emocionado:

—¡Muñequito! Me alegra banda verte otra vez. Seguís enano.

Qué chistoso Ariel, muy bueno. De repente a mi mente vinieron esos momentos compartidos con Ariel, las inferiores y el debut en primera. Sobretodo pensé en la química en la cancha, en lo magnífico que era su juego y en lo jodon que era dentro y fuera de la cancha. Admiraba tanto su libertad para jugar. Aunque tardé, le correspondí el abrazo.

—También te extrañé.

—Loco, hablame en francés.

Me reí nervioso, mi pronunciación no era la mejor. Me mantuve entre risas y buscando excusas.

—No me jodas, me da vergüenza.

—No cambiaste, tímido como siempre.

Nos soltamos del abrazo y continuamos hablando hasta que a la charla se integró Sorín quien llegó sin realizar tanto escándalo. Más bien, Ariel corrió para atrapar a Juampi en un abrazo fuerte y nuestro querido 3 solo le acarició la cabeza sonriendo amigable mientras con su otra mano me daba un saludo.

—Como crecieron chicos.

—Como creció tu pelo Juampi, re piola.

Estas charlas solo me hacía rememorar los días en River, los chistes grupales, los abrazos, las jodas, las mini-discusiones. Recordé como Astrada nos regañaba, como Ramón nos mandaba a entrenar dé más, como el Mono se adueñaba del estéreo para hacer sonar su música rolinga la cual no negaré que disfrutaba. Tanto pensar en River me genera un anhelo por regresar. Es mi segunda casa, necesito hacerlo. Suspiré un poco, admirando desde afuera la charla entre Ariel y Juampi hasta que sentí una mano darme un suave golpe, para captar mi atención, en mi espalda. Al voltearme, me encontré con el Mono quién venía ligado al Cholo Simeone.

—¡Cuanto tiempo! Y como creció tu pelo.

—¿Te gusta? Ya lo tenía así cuando saqué como tres discos igual.

—Si lo escuché —desvié la mirada recordando lo incómodo que se sintió escuchar ese álbum, aunque a su vez era agradable ver cómo disfrutaba realizar música, era consciente de cuánto le apasionaba. También me divierte cantar pero me genera gran vergüenza. Admiro que él haya podido cantar así.

—¿Y que te pareció? —curvó una sonrisa que rogaba solo halagos, cualquier negativa la sentía prohibida de repente.

Antes de que yo pudiese pronunciar algo, Simeone saltó con su tono apático, en su pose cruzada de brazos y observando a los demás llegar.

—A mi me hincha las pelotas que me lo hagas escuchar todos los días.

—No seas amargo Cholo, es re piola.

—Dios —rodó sus ojos para luego dirigir su mirada hacia el Mono, mostrándose desafiante, prosiguió aumentando un poco el tono de su voz, se enardecía fácil—. ¡Déjame poner otra música la puta madre!

—¡Pero si te dejo!

—¡¿Cuando?! —dió unos pasos hasta chocar su cuerpo contra Germán. ¿Acaso Simeone se altera tan fácil? Ante esto, aprovechaba para escabullirme hasta que escuché una respuesta que me causó intriga por parte de Germán.

love is love // fútbol one-shots (ships)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora