tender // Schelotto x Gallardo

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2014

P.O.V Marcelo Gallardo

Un partido contra Lanús, así fue nuestro primer encuentro luego de todo lo ocurrido entre nosotros, o al menos de los picantes roces y las fantasías juveniles.
Regresé a River, a mi hogar y para completar esta vuelta está él, Guillermo. Desde 1995 hasta hoy, desde juveniles hasta hoy como técnicos, cruzarnos más que casualidad, parece que seguimos el guión de una historia de romance. ¿Cual es el problema? Que este romance no puede florecer y por más que intento marchitar, incluso matar esta flor, no quiere perecer, y eso solo me destroza.
La ansiedad me carcomía durante el partido, intentando enfocarme en dar indicaciones pero no podía evitar verlo. Lucía tan feliz, distinto al último encuentro que tuvimos. Suspiré a la par que Matías me dio un pequeño codazo suave, indicando que no me desoriente.
Dos cosas gobernaban mi mente ahora: El partido y el saludo entre nosotros. Por un momento cuando pude volver a abrazarlo, no quise soltarlo y sin embargo, el ambiente me obligaba a ello, sintiendo gran aflicción al alejar mis brazos de su cuerpo, al no sentir más su calor. En un susurro, Guillermo pronunció "que lindo te ves" y en un flash acarició un poco mi largo cabello. ¿Por qué tiene que ser así? ¿Por qué tiene siempre que estar tan cerca mío, en mis manos pero la distancia de nuestra realidad nos aleja más y más?
Observé nuevamente a Guillermo, y otra vez afirmo cuanto me cuesta dejar de amarlo, pese a lo mal que está. Pero eso es lo que más alimenta mi amor a él. Siempre amé los desafíos, las complicaciones me hacen sentir más vivo pero esto es distinto, esto si está mal. Todo esto está mal, no puedo con esto. Tengo familia, él tiene familia. Está tan mal y me gusta pero a la vez odio sentir esto.
Quisiera odiarlo, preferiría odiarlo antes que sentir tanto amor por él. ¿Por qué esto no puede irse?

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Los días pasaban, Guillermo ocupaba mi mente y las fantasías se entrelazan con recuerdos. En un estado casi perdido en sueños, sufría y sonreía ante imágenes tan significativas para mí.

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2004

¿Por qué volví? ¿Por qué volví para arruinar todo? Me siento fatal, enfurecido, dolido, culpable. No entiendo que me pasó, no entiendo que me pasa, solamente se que no pude con toda la presión encima. Todo tan rápido, todo en un parpadeo. Cuando quise notarlo, veía al Pato con la mejilla ensangrentada y Astrada junto a Hernán Diaz me sostenían con toda su fuerza. Agitado, veía mi mano y entre las uñas había unas gotas diminutas de sangre. Sobresaltado al ver ello, incluso temblando, quería gritar, quería romper algo, golpear.
Todo desde que volví es un caos total, uno imposible de domar en lo mínimo. En un espiral a la locura me encuentro sumergido, sintiendo como todo cae a pedazos a mi alrededor.
Guillermo, su simple existencia me descoloca, me intoxica. Creí que había superado estos sentimientos, creí que todo sería distinto y no lo es, todo es tan intenso. ¿Por qué lo amo? ¿Por qué tengo tantas fantasias con él? Yo amo a mi esposa, amo a mi familia, ¿por qué me tiene que pasar esto? ¿Por qué siento celos de Abbondanzieri si es solo el amigo de Guillermo? Tal vez pienso que me reemplazo pero si no tenemos ninguna relación. No somos nada porque no podemos serlo. Tal vez odio pensar que Guillermo pueda estar con alguien más, tal vez odio que no sea yo; me asusta esto. Quiero no amarlo pero no puedo con esto.
Y la situación con Guillermo solo fue el fósforo que prendió la dinamita para que estalle. Tanta presión encima por este partido y de por sí tan sensible que yo estoy. Ese Cascini logró descolocarme y finalmente pude estallar, pero fueron comentarios sobre Guille el detonante: "¿Así que sos el muñeco de Guille?", "Mira que creo que el Pato va por él".
¿Como supo eso? ¿Por qué justo tuvo que decir eso? ¿Por qué me atormentó así?
En el vestuario, estando solo aprovecho para liberar mis lágrimas. Llorar y llorar, es lo único que hago desde que regresé. No tardé en ir a verlo cuando volví y reunidos cual amigos, esa asquerosa tensión que arrastramos sigue y sigue. Esas miradas, con solo encontrarnos así siento un estallido de tantas cosas. No solo es calentura, es peor que eso. Y eso me está matando.
Escucho unos pasos acercarse y trato de recuperar la compostura, limpiando desesperado las lágrimas, frotando casi hasta el dolor.
Entonces, veo asomarse una vestimenta azul y en un instante supe que era Guillermo.
Sonando preocupado, murmura:

love is love // fútbol one-shots (ships)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora