21

647 87 14
                                    

Tessa abrió la puerta de su departamentos dejándome ver lo cansado que se veía su rostro.

—____, ¿qué haces aquí?—cuestiona dándome el pase para que entrara.

—Vine a despedirme. Mañana por la tarde sale mi vuelo.

—¿Siempre si te irás?

—Sí, tengo cosas pendientes por hacer.

—¿Entonces no estarás para cuando nazca Jessa?

—No lo creo. Sé que el nacimiento de tu bebé es importante y créeme que para mí también, pero mi padre y los demás me necesitan.

—Yo estuve contigo cuando necesitabas a alguien y ellos no lo estaban, pero no te preocupes.

—Tessa, por favor no discutamos. Ya tengo mucho con que lidiar y no quiero estar peleada contigo.—froto mi cien con mi mano derecha tomando asiento en el sofá.

—¿Qué ocurrió? ¿esta todo bien?—camina lentamente sentándose a mi lado.

Mi vista se posiciona en su enorme vientre lográndome hacerme sonreír de lado.

—No.—contestó mientras mi sonrisa se esfuma en un segundo.

Era bueno tener una amiga como Tessa, siempre escuchaba cada detalle de lo que me había pasado, estaba atenta para cualquier asunto tener ahí para mí un consejo que me ayudase a lidiar con cualquier situación que yo viviese. Estaba tan agradecida con la amistad que me brindaba que sabía que era la chica más afortunada de tener a ella como mi amiga, la amaba más de lo que nunca me pude haber imaginado.

—No te presiones, tú bebé se pone triste cuando tú no estás bien. Deja a un lado los problemas e ignóralos.

—No es tan sencillo.

—Ignora a Elina, al idiota de Shawn. Tú vuelve con tu padre y sé feliz.

—No creo que la felicidad esté a mi favor por un largo tiempo.

—Cuando menos te lo esperes, llegará.

....

Odiaba las despedidas, y mucho más cuando se trataba de Tessa. Verla llorar frente a mis ojos que hacía sentir culpable, porque yo era quien la estaba dejando sola.

Regresé a casa alrededor de las 11:28pm, prefería estar fuera que estar en la misma casa en la que se encontraba Elina, estaba molesta con ella por las cosas que había mencionado en el restaurante. Su comentario sobre hacerme llamar familia me había herido tanto que no habían forma de darle mi perdón por tan gran estupidez que se atrevió a decir.

Entre a casa dando un suspiro pesado por lo agotada que me encontraba. Al solo observar las escaleras me dio una pereza enorme que juraría que estaba a punto de suplicar que me subieran cargando. Subí las escaleras con lentitud hasta llegar a la segunda planta. Arrastre los pies hasta la habitación cerrándola detrás de mí. Me quite el saco tirándolo al piso, me deshice de toda mi ropa quedando solo en ropa interior. Por último me coloqué solo una blusa para después recostarme en la cama.

La puerta de mi habitación se abre dejándome ver a mamá—Hija, ¿Dónde estabas?—cuestiona adentrándose a la recámara.

—Me fui a despedir de Tessa.—murmuro haciéndome a un lado dándole un espacio a mamá.

Ella toma asiento en el borde de la cama mirándome.

—¿Y qué tal te fue?

—Mal, creo que ya te había dicho que soy pésima con las despedidas.

Del odio al amor-¿Shawn o Cameron? 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora