¿Cosa Del Destino? /NAMJOON Y TÚ - TERMINADA 💜

7

Empecé a rebuscar por toda mi habitación algo de lo que me había olvidado completamente. Busqué entre mi ropa, en los armarios, en bolsos, en cajones... y finalmente lo encontré. El número de Namjoon. Eso estaba buscando.

Nunca pensé que lo utilizaría, sin embargo ahora lo necesitaba. Mi plan tenía que salir bien. El único problema era que tendría que llamar al chico. Solo lo había visto dos veces, apenas lo conocía y él quizás ni se acordaba de mi, pero algo me decía que aceptaría mi plan.

Marqué el número en mi móvil, y antes de presionar para llamar, pensé por un momento en lo que estaba haciendo. ¿Realmente tenía algún sentido? La respuesta era no, sin embargo, algo dentro de mi deseaba con todas sus fuerzas hacer algo que nunca habría hecho, por muy estúpido que fuera.
Le llamé, y sonaron varios pitidos hasta que escuché una voz que me resultaba algo familiar.

- Diga? - decía la voz masculina
- Habló con Kim Namjoon? - dije, esperando con todas mis fuerzas una respuesta afirmativa. Si no lo era, su plan podría desvanecerse.
- Sí, soy yo. Con quién hablo?
- Eh... - me quedé en silencio por un segundo, pensando en qué decir- no sé si te acordarás de mi- dije nerviosa- soy la chica con la que hablaste en el metro un par de veces...

La línea se quedó en silencio por unos instantes. Pensaba que me iba a colgar, hasta que él habló.

- Claro! Me acuerdo de ti. Qué tal con tu novio?
- Mira, resulta que por eso te estoy llamando. Quiero tu ayuda. No, necesito tu ayuda
- Bueno, querer y necesitar son términos muy diferentes. Para qué quieres mi ayuda?
-Eh... Mira, mejor te lo cuento en persona, ¿te parece?
- Bueno... ahora? - preguntó él. Se notaba que estaba confuso, pero parecía estar dispuesto a colaborar.
- Sí! En 10 minutos en Myeongdong!
- Ok- dijo algo secamente, y colgó.

La verdad, después de colgar me paré a pensar en lo raro que era lo que acababa de hacer. Qué pensaría el chico? Espero que no pensara nada raro. Ya que apenas lo conocía, decidí la calle de Myeongdong para nuestro encuentro. Es una calle muy transitada, así que si pretendía matarme, lo tendría difícil para que no hubiera testigos.

Después de tener una conversación interna sobre todo este tema, me dirigí a nuestro punto de encuentro. No tardé demasiado en encontrarle. Era bastante alto, y su cara era muy característica. Me acerqué a él.

Le saludé, y él me respondió al saludo. Empezamos a caminar, y ahí es cuando empecé a llevar a cabo mi plan.

- Bueno, te preguntarás por qué te he hecho venir aquí.

- Sí, la verdad- dijo él.

Le conté todo lo que había pasado con Jungkook, desde las fotos que me mandaron y nuestra discusión, hasta la foto que subió a sus historias de Instagram.

- Gracias por contarme tu vida amorosa que no me interesaba demasiado, pero, me sigo preguntando, por qué estoy aquí?

- Bueno, porque te necesito. Verás, no soy muy sociable, no tengo casi amigos, y no salgo tanto como para tener novio... Así que... quiero que me ayudes. Quiero que finjas que sales conmigo. O aunque sea, que eres mi amigo. Así no parecerá que estoy llorando todo el día en mi casa, sabes?

- No es lo que haces? - preguntó él

- No siento la necesidad de responderte a eso- dije molesta- a lo que iba, aceptas mi propuesta?

- Y qué recibo yo a cambio? No pretenderás que haga todo eso a cambio de nada, verdad?

- Bueno, no tienes pinta de tener pareja o muchos amigos... Así que esto podría venirte bien, ya sabes, para mejorar tu reputación. Aunque, si eso no es suficiente para ti, podría darte una compensación económica.

- Voy a ignorar lo primero que has dicho. Tengo que pensar tu propuesta, pero, de cuanto estamos hablando?

- Bueno, no es que sea millonaria, así que serían unos 26.000 wones (20€)

-Es bastante pobre, la verdad, aunque me lo pensaré.

-De acuerdo. Llámame mañana por la mañana como muy tarde, al número con el que te he llamado antes.

No pude dormir bien esa noche. No hacía más que pensar en Jungkook, en qué estaría haciendo, en si pensaría él en mi tanto como yo lo hacía.

Y llegó así la mañana, y yo solo esperaba una llamada.