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"Dominación. Celos palpables. Quiebre emocional."

JiMin había estado muy callado durante todo el trayecto a su universidad, su novio le había estado llamando y enviando mensajes a cada momento, pero él sólo los ignoraba todos. Jungkook se había dado cuenta de ello, pero no quería inmiscuirse en algo que no le correspondía.

Observó de reojo a su jefe, quien se hallaba con la cabeza apoyada en la ventana del auto y el teléfono apretado entre sus manos. Frunció el ceño al darse cuenta de que aún vibraba más que antes, ¿cómo era posible que ese tipo escribiera tanto y sin cansarse?

-¿No piensas contestar el teléfono?, hasta aquí siento como vibra. - JiMin lo miró y negó suavemente.

-Necesito que vengas por mí un poco más temprano. -habló esta vez un poco más animado. Quería comer pizza y helado. - Imagino que mi madre te dio mi horario para que supieras cada cosa que hago. -Jungkook asintió, era obvio que Ji Won haría eso.

Era una maldita controladora.

-Deberías dejar de estresarte tanto. - opinó el azabache mientras observaba como JiMin fruncía el ceño ante una llamada en su celular.

-Créeme cuando te digo que no hay nada que me quite el estrés nunca.

Ya habían llegado a la universidad, Jungkook apagó el motor del auto y tomó la barbilla del rubio para devorar sus labios. JiMin gimió durante aquel beso tan duro; sentía como la lengua de Jungkook dominaba la suya, y él sólo se dejaba hacer, completamente sumiso y a su merced.

Sin duda aquello le quitaría el estrés.

Jungkook chupaba y mordía los labios ajenos de manera sensual, era increíble como un simple beso podía subir la temperatura en cuestión de segundos. JiMin jugaba y halaba cada tanto el cabello en la nuca de Jungkook, lo que provocaba placenteros gruñidos del hombre trajeado.

-Será mejor que pare ahora mismo o voy a follarte duro aquí y ahora. - habló Jungkook al separarse del rubio. JiMin sólo asintió y tomó su mochila para luego esperar a que su guardaespaldas le abriera la puerta, en cuanto esta estuvo abierta bajó y disfrutó de ver como todo el alumnado veía a Jungkook con deseo.

"Si supieran lo que hacemos".

-Que le vaya bien el día de hoy, señorito JiMin. - el nombrado casi ríe ante las palabras de su empleado, la palabra "señorito" ya no iba con él.

-Lo veré luego, Jeon. No llegue tarde o habrá consecuencias. - habló seriamente JiMin, por más que quisiera comerse a besos a ese hombre justo en frente de todo el mundo no podía, se armaría un enorme escándalo por ello.

Jungkook se inclinó de forma respetuosa y subió al auto, encendió el motor y condujo lejos de la universidad del joven a quien servía ahora.

"Ya veremos las consecuencias, JiMin, ya las veremos".

🍒

Al ingresar al su aula correspondiente observó a Taehyung coquetear con una chica de apariencia atrevida. JiMin lo ignoró como siempre y se sentó junto a un gran ventanal que daba vista hacia el campo de entrenamiento de fútbol.

Podía escuchar las risas de su pareja a la distancia, quien ni siquiera se había dado cuenta de que JiMin había llegado. Aquello era bueno, le daba tiempo para prepararse internamente para aguantarlo el resto de la mañana y parte de la tarde.

-Minnie, mi amor. - Rodó los ojos y suspiró con cansancio. Taehyung yacía a su lado, sonriente y con el olor de una mujer encima.

"Por favor, que esto termine pronto".

Into You 너에게 "Kookmin"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora