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"¿Boda? Hoy no."

5 Semanas después.

JiMin estaba desecho, mental y físicamente estaba destrozado. Su madre era una maldita, una que lo controlaba todavía. Durante el tiempo que estuvo encerrado en su habitación, JiMin no había hecho otra cosa más que llorar y lamentarse por todo. Varias veces intentó escapar, pero era en vano, su madre tenía los alrededores de su habitación muy bien custodiados, era imposible salir sin ser visto.

No había querido comer nada durante ese tiempo, siempre que trataba de probar bocado alguno se presentaba un nudo en su estómago. Al único sitio al que podía ir era a la universidad, y rodeado de silenciosa compañía. Si se movía a alguna parte sus guardaespaldas lo seguirían, y si intentaba escapar ellos lo impedirían.

No había visto a TaeHyung, eso era lo único que agradecía enormemente, el hombre no se había aparecido por sus habitaciones desde que JiMin lo había golpeado, sonrió al recordarlo, jamás se arrepentiría de ello.

Suspiró cansino al escuchar la puerta abrirse, Ji Won entró con una sonrisita en los labios, JiMin estaba seguro de algo, si Ji Won no fuera mujer o compartiera algún lazo cercano a él, la golpearía. Se preguntaba constantemente cómo es que su padre, un hombre trabajador y honesto, se habría enamorado de una mujer como lo era Ji Won.

—Hola, hijo, ¿cómo has estado estos días? — en serio, ¿qué le había visto su padre a esa mujer?

—Ji Won, he estado de las mil maravillas, ¿no lo ves?, estas se sienten como las mejores vacaciones de mi vida. — su tono sarcástico no habría pasado desapercibido para nadie, JiMin no estaba de ánimos como para fingir estar de buen humor.

—Cariño, deja ese humor y prepárate, hoy será tu boda. — JiMin abrió los ojos y negó. — Y no estás en tu derecho de negarte, querido, tu compromiso con TaeTae ya ha durado demasiado, es hora de que se unan en sagrado matrimonio.

—Tú debes tener mierda en la cabeza, ¿verdad? Te dije que no me casaría con Kim. Si quieres tener más dinero del que ya tienes busca a un viejo decrépito millonario y cásate tú. — escupió irritado.

Ji Won rodó los ojos y se acercó a JiMin, tratando de verse amenazante. JiMin quería reír, su madre a penas y le llegaba al pecho, Ji Won no iba a intimidarlo ni estando prendida en fuego.

—Escúchame bien, JiMin, tú vas a arreglarte en este instante para asistir a tu boda, y cuando lleguemos vas a actuar como un chico feliz, quieras o no.

—Ya te he dicho que no voy a casarme, así que puedes largarte por donde viniste. — se acostó en su cama y cerró los ojos, dando por terminada la conversación.

—Perfecto, mientras más tardes para asistir a la boda, más peligro correrá el salvaje que te cuidaba. — JiMin se levantó abruptamente de la cama y tomó el brazo de Ji Won con brusquedad, la ira centelleaba en sus ojos.

—Que ni se te ocurra la idea de hacerle daño a JungKook, Ji Won, que no se te ocurra. — advirtió seriamente.

—Querido, ¿quién ha dicho que seré yo quien le haga daño? Soy una dama de la alta sociedad, hijo, no puedo ensuciarme las manos con sangre de un simple mundano. — Ji Won se soltó del agarre de JiMin y sobó su brazo con cuidado. — El tiempo corre, Minnie, tú decides.

Ji Won salió de la habitación, dejando a JiMin con la palabra en la boca. Empezó a gritar y a destrozar todo en su habitación.

— ¡Te odio, Ji Won, te detesto con toda mi alma! — se sentó en el suelo y apretó sus manos con fuerza, el maldito nudo de su garganta había regresado, dejó que las lágrimas fluyeran libremente y pensó en JungKook. Debía obedecer a su madre si no quería que algo le pasara al azabache.

—Haré lo que sea con tal de protegerte, amor.

🍒

JiMin tenía ganas de vomitar, de nuevo estaba en uno de los ambientes que tanto detestaba. Las personas adineradas llenaban el salón decorado con rosas rojas, todas hablando de superficialidades y negocios.

Su vestimenta era casual, para él aquel evento era de todo menos importante. Una camisa blanca manga larga cubría su torso, haciendo juego con unos pantalones negros y zapatos del mismo color. Todo estaba perfectamente pulcro.

Su madre estaba junto a sus amigas, JiMin las ignoraba a todas, era cortante a la hora de hablar, sorprendiendo a más de uno por su actitud tan tosca. Ji Won los calmaba diciendo que actuaba de esa manera por los nervios antes de la boda.

Si claro, nervios.

Su padre estaba alejado de todos, mensajeando con un rostro enamorado. JiMin no podía evitar sentir felicidad por él, si su padre encontraba la felicidad en otra parte, JiMin lo apoyaría sin dudarlo. Sólo esperaba que, fuera quien fuera la persona que lo tuviera así, no fuera como Ji Won, y deseaba que lo hiciera muy feliz.

TaeHyung entró al salón junto a su mejor amigo, ambos tenían el rostro sonrojado y los peinados desordenados. JiMin estaba seguro de porque se encontraban así.

TaeHyung se acercó a él con rapidez y besó la comisura de sus labios mientras lo abrazaba con fuerza. JiMin escuchó los gritos de felicidad de los invitados y no pudo evitar sonreír con tristeza, él se imaginaba todo eso con alguien más, justamente con la persona que amaba.

JungKook.

Sonrió falsamente ante las cámaras que fotografiaban a la "feliz pareja". TaeHyung se aprovechaba de ello, besando a JiMin todo el tiempo. JiMin quería golpearlo de nuevo, ¿hasta dónde era capaz de llegar la hipocresía y el cinismo de la gente?

— ¡JiMin, hijo, ven aquí! — escuchó como su padre lo llamaba, se dirigió a él y al llegar fue estrujado cariñosamente entre los brazos contrarios.

—Espero que seas muy feliz, hijo, lamento no haber cumplido mi promesa de estar contigo. —un beso fue depositado en su cabeza y JiMin sintió ganas de llorar. Si él sólo supiera que su felicidad se encontraba junto a alguien más.

—No importa, papá, entiendo todo, no te preocupes por ello.

—Ven, te tengo una sorpresa afuera. — JiMin fue arrastrado por su padre hasta las afueras del salón. Las personas los seguían a ambos, todos curiosos por dicha sorpresa.

Allí estaba él, más guapo que nunca.

JungKook sonreía felizmente mientras agitaba sus brazos. Estaba conduciendo una motocicleta.

— ¡Ven conmigo, pequeño! — JiMin no esperó dos veces y corrió hasta los brazos de JungKook, el azabache lo besó, dulce y cariñoso. JiMin correspondió mientras derramaba lágrimas de felicidad. Kook estaba bien, estaba a salvo.

—Te extrañé tanto, Kookie. —susurró mientras JungKook acariciaba su rostro.

—Yo también te extrañé, Minnie, no tienes idea de cuánto.

JiMin miró a su papá y lo abrazó con fuerza. — Gracias, papá, muchas gracias.

—Ve con él, hijo, yo me encargaré de todo aquí. — JiMin asintió y subió en la parte trasera de la motocicleta, aferrándose a la cintura de JungKook.

— ¡¿Qué ocurrirá con la boda?! — gritó una de las invitadas. JungKook rió fuertemente y JiMin le siguió.

— ¡¿Boda?! ¡Hoy no! — encendió la moto y arrancó. JiMin sentía la adrenalina correr su cuerpo por completo mientras escuchaba los gritos de Ji Won y de TaeHyung.

Váyanse a la mierda.

Into You 너에게 "Kookmin"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora