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"Descubiertos. Odio"

JungKook seguía castigando a JiMin. No había permitido que el chico se corriera en ningún momento, pero no había parado de sobrestimularlo tampoco.

JiMin estaba sensible, quería pedirle perdón a JungKook y decirle que obedecería lo que fuera que el hombre pidiera. Pero había un pequeño detalle.

Su maldito orgullo no lo dejaba.

—Sigo esperando, Minnie. — Habló JungKook mientras acariciaba su pecho. — ¿Obedecerás o tendré que dejarte aquí excitado?

A la mierda el orgullo.

— ¡Sí!

— ¿Si qué, JiMin? —sabía lo que quería el chico, pero quería oírlo salir de sus propios labios.

—O-obedeceré, JungKook, p-por favor deja que me corra ya. — que JiMin dejara de lado su orgullo y que rogara de esa manera le ponía a mil.

—No dejaré que te corras aún. — apretó la base de la polla de JiMin, el chico se quejó y Jungkook lo besó. Duro y sucio, sus lenguas se enredaban y se paseaban por cada rincón de sus bocas. JungKook chupó los labios de JiMin y los mordió. — Aún no tienes mi polla en tu culo, pequeño.

Alzó la pierna de JiMin sobre su hombro, alineó su miembro en la entrada del menor y lo penetró fuerte. Ahora si no aguantaba más, ya le había hecho sufrir lo suficiente.

Embistió con rapidez, sus estocadas eran certeras, dando justo en el punto dulce del chico. JiMin tomó a JungKook de los hombros y mordió su cuello, el azabache gruñó y embistió más fuerte, sacándole un pequeño grito al rubio.

—J-joder, que delicia... — JungKook ya no podía parar, no quería parar. Estaba extasiado con sólo ver a JiMin siendo follado por él, le encantaba. El chico era magnífico, y como él había dicho...

Era sólo suyo.

JiMin sintió un hormigueo en su vientre y supo que pronto se vendría, con sus uñas marcó la espalda de JungKook y volvió a besarlo, se había vuelto un adicto de sus labios. Respiró más fuerte en cuanto Kook lo tomó del cabello y dejó su cuello a la vista. Lamió y dejó chupetones que en un buen tiempo no se borrarían.

—Me vengo, Minnie... —jadeó el azabache en su oído. Masturbó a JiMin a la par de sus estocadas y se vino junto al rubio.

Sacó su miembro de JiMin y puso al chico sobre él, lo abrazó y peinó su cabello con sus dedos, acarició su rostro y besó su mejilla con dulzura, un pequeño roce únicamente.

JiMin pasó sus brazos alrededor de su cuello y posicionó su cabeza en su hombro, estaba agotado. JungKook podía darse cuenta de ello, observó las marcas en el cuerpo del chico y no pudo evitar que su pecho se hinchara de orgullo, a sus ojos, JiMin era la perfección pura.

—Tengo sueño, Kookie. — habló bajito, como un pequeño bebé.

—Lo sé, bebé, pero debo limpiarte primero. — JugnKook se levantó, cargando a JiMin por sus muslos. Se dirigió al baño y abrió la regadera, bajó al chico y se dedicó a limpiarlo minuciosamente, admirando su cuerpo en el proceso.

—Eres tan hermoso. — susurró sobre los labios ajenos. JiMin se sonrojó y negó.

—No más que tú. — Jungkook rió y lo besó, suave, disfrutando del toque de sus labios.

Al terminar de bañarse entre risas y caricias, ambos hombres se vistieron. JiMin se había puesto un pijama, estaba endemoniadamente cansado. Jungkook se había puesto su traje negro nuevamente, debía salir de la habitación de su jefe y darse una vuelta por la casa. Tal vez encontraría algo que comer también.

Comer.

Recordó el desayuno de JiMin y lo colocó sobre las piernas del chico.

—Debo asegurarme de que comas todo lo que hay aquí antes de que me vaya. — JiMin chilló tiernamente y negó. — Te lo vas a comer todo, JiMin, no voy a irme hasta ver esta bandeja vacía.

JiMin frunció el ceño y abrió la boca, Kook sonrió complacido y lo alimentó, tal y como si fuera un niño.

Uno muy provocativo.

Ambos volvieron a besarse, ignorantes del sonido de la puerta siendo abierta, y de Park Ji Won entrando a la habitación junto a Kim TaeHyung.

— ¡Park JiMin! — el nombrado saltó y abrió los ojos asustado de ver a su madre y su prometido. Quitó la bandeja de sus piernas y se levantó con rapidez. JungKook había hecho lo mismo, pero su rostro estaba neutro, había jurado proteger a JiMin de cualquiera, no había excepción alguna sobre su juramento.

Si JiMin negaba todo debía seguirle el juego, no quería meterlo en más problemas de los que tenía.

JiMin temblaba fuertemente, apretó la mano de JungKook y el mismo le devolvió el gesto, tratando de calmarlo. Ji Won se dio cuenta de ello y jaló a JiMin con ella, miró a JungKook con asco y furia, abofeteó al chico y lo empujó fuera de la habitación.

— ¡Madre ya déjalo, por favor! — intentó ir tras ella, pero el agarre de TaeHyung sobre su brazo lo había impedido. Miró a la puerta y observó como JungKook le sonreía, leyó sus labios y sintió que su corazón se partía en pedazos.

Te amo, JiMin.

— ¡Joder, TaeHyung, suéltame ya! — TaeHyung lo empujó a la cama y cerró la puerta con pestillo, se acercó al rubio con rapidez y lo sacudió bruscamente, los celos apoderándose completamente de él.

—¡¿Qué mierda estabas haciendo con ese tipo, JiMin?!

— ¡Ese no es tu jodido problema, Kim, lo que yo haga es asunto mío! — TaeHyung cabreado era intimidante, pero a JiMin le valía mierda, él quería estar con JungKook, quería abrazarlo y besarlo de nuevo.

—O me dices ahora que jodidos hicieron aquí o no respondo. —amenazó fuertemente. JiMin lo empujó y se levantó, las lágrimas luchando por salir de sus ojos.

—Tuvimos sexo, TaeHyung, JungKook tuvo sexo conmigo, ¿feliz? — TaeHyung lo miró sorprendido y abrió la puerta de la habitación y encerró a JiMin en ella para bajar corriendo por las escaleras. Buscó a Jungkook y lo vio con la cabeza gacha, siendo insultado y golpeado por su suegra.

JungKook no había dicho o hecho nada en lo absoluto, se mantenía completamente silencioso, neutro. Estaba preocupado por JiMin, el chico no tenía la culpa de nada, él sólo debía protegerlo, y eso iba a hacer.

Miró por las escaleras y vio como TaeHyung se abalanzaba sobre él, golpeando su rostro completamente encolerizado.

— ¡Te dije que te alejaras de JiMin, jodida mierda! —JungKook empujó con fuerza a TaeHyung y empezó a golpearlo por igual, descargando toda su furia sobre cada golpe.

Varios hombres entraron a la sala y los separaron, era otros guardias de seguridad que cuidaban la mansión de los Park. Ji Won se acercó a TaeHyung completamente preocupada.

— ¿Estás bien, TaeTae? — el nombrado sólo asintió y cubrió su rostro golpeado.

JungKook era sostenido por tres hombres, respiraba fuertemente, enojado. Que TaeHyung tratara a JiMin como un objeto le jodía hasta la médula. Ese tipo no merecía siquiera una mirada de su pelirrubio.

—Saquen a este salvaje de mi casa ahora. Y tú. —habló dirigiéndose a JungKook. —Estás despedido, no quiero verte cerca de mi hijo de nuevo.

Maldita sea.

Into You 너에게 "Kookmin"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora