Capítulo 25

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Diane's Pov

Esa maldita vieja, cochinamente fuerte se podía notar de sobra. Repelía mis ataques, cada golpe lo esquivó, los suyos eran casi tan efectivos  como los míos. De no ser su vejez una obvia debilidad y mi juventud una obvia ventaja, esta señora podría ser de las pocas amenazas en mi vida.

Aquella anciana reflejaba un estilo extraño de combate. Sin mostrar en ningún instante la intención de una batalla racional. Usaba una vieja disciplina de combate norteño común en sus antiguos guerreros "La disciplina del Ashe" cual basa su poder en la ira descontrolada y la calma ansiosa del usuario. Mientras más de cada uno mayor el efecto, ira proporciona fuerza y calma defensa. Únicamente es usado por licántropos con la fecha de la Luna, ni sus legítimos sucesores siendo tan importantes como ellos controlan fuerzas tan complejas. Mucho de cada una lleva a la completa locura o a un sedentario pesimismo.

La señora, con armas de puño rápidamente comenzaba a compararse a mí. La ira desenfrenada en la que continuamente iba cayendo consentía el poder y así mismo controlaba su locura para atacar con racionalidad.

~ ¡Diane! Maldición, necesito que reacciones estúpida humana, necesitamos dejar esta forma y que entres en tu modo Omega ~ Le llamé sin respuesta...

~ Sé que te duele la muerte de las cachorras, también eran Mis hijas pero por favor, aparece ~ Sin respuesta...

~ ¡Maldición Diane no quiero que Ryu muera, no quiero que mi último bebé y nuestra pareja terminen como experimentos para una organización psicópata! ~ Grité desesperada. Necesitaba esa humana, no me uní a un humano para que mi familia volviera a sufrir.

La anciana, aprovechándose la situación agarro mi cuello y clavó en el sus uñas, no lo suficiente para matarme pero si para detener cualquier movimiento.

- Mi niña ya es hora de terminar esto, te concedo la dificultad que me diste pero... Eres débil hasta para una anciana - Riéndose, se dispuso en posición y golpeó mi cabeza por una última vez.


Mariana's Pov

Diane no iba a volver, ya no le sentía. Nuestro vínculo se está dispersando. Ella, ella me está dejando y no soy suficientemente fuerte para ayudarle.

En esta desesperación la estúpida noche tampoco tiene luna llena, como para imaginar que algún poder místico me salvaría a última hora.

Esto era..., el maldito mundo real. Realidad en la que no me puedo permitir pensar en mi buena infancia de niña rica con películas y tonterías de ficción, aquí debo ayudarme a mi misma porque nadie más lo hará, debo pelear yo misma porque nadie peleará por mí, debo vivir por mi misma.

Pidiendo ayuda el pequeño Ryu no dejaba de gemir, el frío de la noche y la nieve le afectaba más que nunca. Mi bebé, mi niño, lo último que me queda después de dejar de sentir a Diane.

De repente, mi mente dio un tremendo vuelco, una forma de escapar por fin vino a mí, cual literalmente era escapar.

Pero no podía irme y dejar a Diane; seguramente matarán la manada, mis pequeñas lobitas que casi alcanzaban ya el tamaño promedio. Tan especialmente esas dos que cuidaban de Ryu desde la menor distancia posible y asesinaban a cualquier escarabajo, grillo u hormiga en su campo de visión.

Si lo intento aun así... Ryu iría conmigo no pesa para nada... Ryu y nadie más que me pueda montar, tal vez pueda rescatar a Diane.

Que pienso, no puedo hacerlo soy demasiado inútil para pensar en huir y buscar al mismo tiempo.

Y Diane no murió, solo se separó, si hubiera muerto mi Signo desaparecería así no puedo dejarla, antes mi cadáver que dejarla.

Mi Signo... Comienza a irse...

~ Ryu, pequeño, nos vamos bebé, creo que mami no vendrá hoy ~ Antes de huir concentré mis sentimientos en una última ofensiva, no es que mejoraran mi poder. Lo hice para obtener valor por mi misma, conseguir las agallas de dejar ese lugar y abandonar a prácticamente todo lo que tuve.

Aullé. Esta era mi última carta, mi último As, distraer, y correr.

Los bandidos dejaron de atacar. Les tomé desprevenidos y pararon a reírse de nuestro sufrimiento.

De nuevo, como si no hubiera un mañana, corrí. De nuevo, corrí sosteniendo a alguien. De nuevo corrí huyendo de alguien.

Once ✩Al Fin En Corrección y Revivición✩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora