Once ✩Al Fin En Corrección y Revivición✩

Capítulo 14

Diane's POV

- Carajos - Maldije bajo.

- Nos vamos - Escuche decir a Mariana.

Me sentía mal, sabia que no estaba bien lo que hice, fue solo que nunca pensé que era malo, hasta ahora.

Ignorando completamente a Elizabeth, Mariana me llevó, la seguí hasta que volvimos al cuarto en donde estaba antes y simplemente esperé su regaño.

Mariana se acerco y yo cerré mis ojos esperando algo.

- Iré yo a la guerra, no tendrás que ponerte en peligro - dijo besándome y proporcionándome un ligero abrazo que se transformó en uno desesperado.

- Todavía tendrás que espiar a SILVERS pero no irás al frente en esta guerra -

A ver, llega de repente a mí y ¿Ya me quiere quitar mi pasión, mi trabajo?

- Por supuesto que no, yo voy a ir aunque no quieras - Dije enfurecida.

- No irás, no te puedo perder - Me dijo Mariana

- Iré quieras o no, además no es que vaya para morir nada más - Estaba realmente enojada, cerré la conversación yendo hacia la cama a buscar el sueño.

Mariana no respondió, simplemente se recostó junto a mí, se veía abolida por como respondí, aun así, no dije nada.

Alrededor de dos meses pasaron desde la discusión sobre ir a la guerra entre Mariana y yo, ninguna ha vuelto a mencionar el tema, ignorando cualquier problema.

Nos preparábamos para el camino, la batalla sería entre las fronteras de Ckecru, Landgrave y Dellatore.

La guerra fue incentivada por el conservador y líder nacional de Ckecru, Mariano de la Cruz quien buscaba la caída de nuestro reino para extender su dominio y quien con ayuda del ministro McQuber de Landgrave exigió una declaración de guerra, cual no pudimos denegar al ser atacados por sorpresa.

Seriamos transportadas en avión, Mariana había querido hacer el mayor tiempo posible y estaba segura de que seguía afectada después de aquella conversación. Horas después arribamos en casa, como llamo comúnmente a la base en la que he estado tres años instruyendo zopencos.

Mariana's POV

Bajé junto Diane del avión, mis instintos me impedían separarme de ella y últimamente mi lobo me exigía cumplir cada cosa que esta quisiera.

La base en la que vivía Diane es donde arribamos, me sentía curiosa por el lugar así que pregunté si podría explorar - El "hogar de Diane... Quiero ver donde duerme... - Dije en voz baja.

- Pues vamos - Respondió mi enamorada con bastante alegría, a lo que yo respondí de la misma forma.

Caminamos bastante, al parecer todo el lugar contaba con trampas, pero estaban apagadas durante las horas activas de las visitas (nosotros).

Con gran brillo en sus ojos Diane me haló y entro a su cuarto.

- ¿Que te parece? - Preguntó ahora avergonzada.

Miré su cuarto, era un tanto raro... Se podía notar que su diseño inicial es bastante tecnológico, solo que extrañamente no tenia la decoración que pensé, estaba lleno de peluches de felpa. Peluches de felpa y toda una sección de libros mangas que identifiqué como de junjou romántica, y ahí había descubierto el porque de tanta felpa.

- Tienes otra habitación llena de osos de peluche ¿Verdad? - ella sonrió descubierta y me hizo un 3 con su mano mientras disimulaba viendo hacia otro lado.

Puedo tener 3 cuartos también con varios fetiches pero no con uno solo, realmente le gustaba.

Abrí mi boca por sorpresa - ¿Tres? ¿En serio? - Pregunté impactada, a lo que Diane asintió con vergüenza - ¿No soy yo la de familia real en la relación? - Ella simplemente dio una sonrisa avergonzada.

Y yo imaginándome algo loco como todo un gimnasio, o más normal con una decoración acorde a lo tecnológica de la construcción.

Su cama tenia forma de osito y el colchón parecía ser relleno de felpa un poco compacta.

Tenia una cajonera, supondré llenos de archivos, resaltaban bastante al ser de los pocos lugares no decorados en la habitación.

Con una simple mirada de duda señale su cama, preguntándole si podría recostarme. Ella asintió y me sonrió bastante entretenida con mis reacciones.

Estaba a punto de pedirle que se acostara conmigo, de que nos pudiéramos apapachar todo el rato en aquella cama, no tan cómoda como la de casa pero bastaba para dormir, además, tenerla a ella haría perfecta cualquier cama super dura.

Un aviso por los parlantes del centro informaba que debíamos presentarnos para ir a la avanzada, ya todo estaba listo y solo debíamos subir en los autos hacia el lugar de la batalla. Los soldados serian transportados en buses mientras nosotras junto a mi Hermana y otros altos mandatarios en autos protegidos hasta el arribamiento.

- Formen tres líneas defensivas alrededor del campamento y organicen la vigilancia, deben cambiar en diferentes horas - Sentenció Elias Eagle.

Diane y yo nos asentamos en una carpa, era amplia pero no mucho, servía para dormir y tenia un escritorio en el que ya se encontraban varios documentos.

Cogí a mi hermosa Omega desde atrás por su cintura y comencé a besar su cuello alrededor de cada flor.

- Qué atrevida señorita Dellatore - Me dijo con gracia.

- Por supuesto que no Madam Sieg - Respondí sonriendo pícara.

Nos fundimos en un pequeño beso, nuestras sonrisas no podían parar y sin previo aviso comenzamos a reírnos acerca del cómico suceso anterior.

Me tire junto ella en la cama. En posición de cucharita, la atraje y comencé a sobar su estómago, quedamos en silencio y nos limitamos a recibir caricias.

- Te amo - Le dije con ternura.

- ¿Quien no me ama? - Respondió Mariana con bastante ego.

- Cuanta seguridad - Dije coqueta.

- Por supuesto, sino, ¿Quién protegería esta hermosura? - Susurro.

Mariana comenzó a hacerle cosquillas a su pareja, pobre chica, la Omega había perdido su sensibilidad con el tiempo y se reía de los intentos fallidos de la Alfa por encontrar su "punto débil".

- Te amo tanto mi princesa - Sentenció Mariana con completa seguridad.

La joven Omega quedó enternecida, como un alfa cuales vivían en su orgullo y arrogancia podía dedicarle tanta felicidad. La chica comenzó a llorar, una emoción inexplicable la llenaba por dentro. Con esa pequeña frase ella podía confiar que seria completamente feliz al dado de su pareja destinada, al lado de su enamorada.

Pero todo acabó cuando la nación del fueg- Ejem... 

- ¡¡La guerra comenzó!! - Dictó Diane, ahora trabajando como segunda dirigente pero aun así inspirando a sus escuadrones y tropas.

Bajó del montículo que hacía de escenario, se podía ver algo malhumorada, aún no debe gustarle el quedarse al margen.

Mariana acaba de partir mientras que Diane dirigirá un ataque sorpresa hacia el otro país, con suerte, será reducido el tiempo en batalla.

Ya separadas y con una dura despedida, la Omega se encaminó a su emboscada con la incertidumbre del destino de su próximo hijo y de ella misma y la Alfa con casi todo el ejército del reino intentará traer la paz para su amada y todo su país.

-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+&+-+-+-+-+-+-+-Pequeño edit-extensión pa' comenzar el prox capítulo como quiero.

(Perdón la demora, conseguí netflix y me hizo dar weba escribir.)