Once ✩Al Fin En Corrección y Revivición✩

Capítulo 16

Storyteller's POV

A varios kilómetros del lugar en el que se encontraba la Omega, Mariana intentaba ferozmente arrasar con el enemigo, a diferencia de la misión de Diane esta debía luchar en el frente. Su figura de lobo destacaba entre la gente al demostrar su inmenso tamaño propio al ser pura sangre de la realeza.

Su lobo, de color gris casi blanco contenía una fuerza incomparable y no ahorraba en esfuerzo cuando de luchar se trataba.

Siendo rodeada por unos cinco lobos con intención de matarla, comenzó de nuevo con la masacre por cada oleada de licántropos enemigos que se le acercaban.

Continuó por más de cinco horas, se podría notar que los lobos más grandes eran quienes aún conservaban un mínimo de energía y los líderes enemigos acordaron una retirada temporal con Mariana.

Mariana's POV

- Aún tenemos mucho que hacer antes de volver a casa, así que mientras más rápido se organicen más descansarán - Dije organizando la gente.

Busqué a mis lideres de unidad y les di las nuevas instrucciones de ataque, estas serian divididas en cuatro grupos de los cuales la armería pesada estaría al frente junto unos pocos soldados, otros dos grupos a los flancos y finalmente un grupo principal adelantando el frente con el objetivo de dividir el enemigo.

Probablemente esto dure un mes más o menos, las alianzas enemigas seguirán llegando hasta que uno o el otro sea destruido. Contamos con ayudas y contactos pero estamos cortos de cantidad de personas, a este paso o perderemos o seremos casi conquistados. Esos chinos no podrán dominarnos.

Espero que esto funcione, personalmente tengo miedo acerca de lo que pueda pasar, debería tener confianza, volveré y estaré junto Diane, perder no es una opción que me pueda permitir si tengo porque pelear.

Nos asentamos en campamentos temporales y a la intemperie, si queríamos ganar, debíamos ser el primero en atacar al siguiente día.

Antes de que pudiéramos procesar todo lo que pasó, mirábamos por todos lados pero apenas y quedábamos.

Al parecer el enemigo no durmió esa noche, desde que pactamos la tregua habían comenzado a movilizarse, planear nuestra derrota de la peor manera posible.

Los cadáveres amigos y enemigos habían sido usados como contenedores. En ellos escondieron gran cantidad de granadas que fueron detonadas en el mejor momento.

La masacre resultó inevitable, una explosión de gran tamaño arrasó con todos nosotros, pude ver pocos sobrevivientes, la mayoría con miembros amputados y completamente cubiertos de sangre.

Habíamos perdido la guerra, quien quiera que mire aquel escenario se daría cuenta.

Me dolía totalmente el brazo derecho, estaba sangrando y seguro que se infecta si no se atiende rápido.

Junto con pocos sobrevivientes logramos escapar del último golpe de gracia del enemigo y buscamos refugio, recorrimos gran parte del terreno intentando llegar a la base principal. Deben saber ya que el enemigo se dirige hacia ellos, o que lo hará una vez celebre su contundente victoria.

- Mi Diane - Susurré adolorida. Quiero tenerla, la necesito.

Con el paso del tiempo mi movilidad se deterioraba, no podía caminar bien y mi lobo menos, necesitar cuatro en vez de dos patas, afecta en gran manera. Al cabo de veinte minutos de caminata, caí rendida junto los demás, aun así, milagrosamente fuimos salvados por un grupo enviado desde la base y pude notar aquel hermoso olor que extrañaba tanto.

De seguro Diane vino por nosotros, a pesar que intenté con todo ser quien la protegiera, quien la apartara del peligro, veo que dependo tanto de ella.

Me desmayé por cansancio y desperté de nuevo en el auto, el inmenso dolor recorría mi cuerpo, no podía evitar gimotear entre mis vanos intentos de llamar a mi Omega, la olía, podía hacerlo, pero no la tenia cerca, no podía tocarla, sentir su respiración o ver sus hermosos ojos redondos de color miel hipnotizante.

- Am-mor... - Conseguí decir por fin. - D-dia... - Y volví a caer en sueño, esta vez culpa de un sedante.